Luis Arce enfrenta el más fiero ataque de Evo Morales, pero opta por convocar a los militares para enfrentar la amenaza de que Bolivia se balcanice.
Morales lo acusó de haber entregado millones de dólares al “neoliberal” expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada cuando era el encargado de las bóvedas del Banco Central, en 2003.
“Cuando Goni estaba escapando, él (Luis Arce) era encargado de la bóveda del Banco Central. Quisiera que Lucho nos diga cuánta plata se llevó Goni”, dijo el cocalero en su ataque más duro al presidente, que ahora lo define como su “principal opositor”.
Arce no respondió a Morales y prefirió exhortar a los militares a prepararse para una guerra diferente, “híbrida”, que incluiría el peligro de la balcanización de Bolivia.
La rivalidad de los dirigentes del MAS no cede ni siquiera por la proximidad de la Navidad, y cuando Argentina refuerza las fronteras comunes excavando junto a la línea fronteriza profundas zanjas para frenar el narcotráfico.
La única respuesta del gobierno de Arce al cocalero sigue manteniendo el estilo solapado, porque consiste en el oportuno descubrimiento y destrucción de fábricas de cocaína en la región donde Morales es un señor feudal, el Chapare.
Esta rivalidad se da incluso en temas inconvenientes para los dos, en que se disputan errores.
El Banco Central hizo saber que si en este momento faltan reservas en dólares se debe a que se frenó la inversión petrolera que hubiera permitido mantener las exportaciones de gas, que ahora se están agotando.
Lo que ahuyentó esas inversiones fue la llamada “nacionalización” del petróleo del 1 de mayo de 2006, una de las primeras decisiones del presidente Morales y su ministro de economía, Luis Arce.
Pues ahora, en lugar de lavarse las manos sobre ese error, ambos se declaran autores de la iniciativa: Arce dice que su idea surgió cuando él era estudiante en la universidad y Morales asegura que la iniciativa fue suya, cuando daba su batalla sindical por la “recuperación de los recursos naturales”.
Aquella medida provocó que las petroleras dejaran de invertir y las reservas de gas dejadas por los gobiernos anteriores fueron condenadas a agotarse sin remedio, pero ambos caudillos están seguros de que fue un acierto aquel error.
La advertencia de Arce sobre el peligro de que Bolivia se balcanice es una manera de desprestigiar la iniciativa de Santa Cruz y otros departamentos de proponer el sistema federal para reemplazar al unitario que existe desde 1825.
La iniciativa es fuerte en Santa Cruz, donde se da el avance de los cocaleros de Morales que quieren apoderarse de las tierras fiscales y privadas formando un corredor hacia la frontera sur con Brasil.
Los medios del gobierno, que son mayoría ahora, dicen que los incendios de bosques se deberían al interés de empresarios privados deseosos de extender sus cultivos.
Pero la verdad es que todas esas tierras quemadas son entregadas, o vendidas, por los agentes de Morales a los interesados en cultivar coca, entre los cuales se encuentran agentes de las mafias brasileñas.
En estos días fue ejecutado otro ciudadano brasileño en la población fronteriza de San Matías, como parte de la guerra que los agentes del paulista Primer Comando da Capital libran con los del carioca Comando Vermelho.
El gobierno de Arce ha preferido no aludir al reconocimiento público que hizo Morales de que él y sus seguidores viven de quemar los bosques de Santa Cruz.
Pero el ministro de gobierno optó por seguir dando al cocalero la misma dosis de quemas y destrucción de fábricas de cocaína en Chapare, seguro de que le duele mucho, aunque no pueda darse por aludido.
Además, gracias a la policía de los países vecinos, en estos días se descubrió en los municipios chilenos de Atacama y Coquimbo 1.600 kilos que habían llegado de Bolivia.
Mientras tanto, los operativos del ministro de gobierno permitieron la captura de media tonelada de cocaína en fábricas ubicadas en la cercanía de la casa de Evo Morales.
En el diario El Día de Santa Cruz se mencionó que Morales tiene el propósito de convertir a Bolivia en el Afganistán de Sudamérica, algo que en estos días pareció haberse comprobado.
Bolivia no es solamente el país de mayor exportación de cocaína en la región, sino también el territorio por el que pasan otras drogas, como el fentanilo, un opiáceo sintético que es 50 veces más peligroso que la heroína y 100 veces más mortífero que la morfina. Un cargamento de esa droga fue capturado en el aeropuerto de Viru Viru, Santa Cruz.
Mientras tanto, sigue creciendo la superficie de los cultivos de coca y el gobierno ha perdido el control de la situación.
Fuente de esta noticia Infobae
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