El racismo afecta a la salud desde el nacimiento hasta la muerte

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la población negra presenta los peores indicadores en términos de empleo, ingresos, educación y participación política en comparación con la población blanca, a pesar de representar el 56% de los brasileños. También registran índices desfavorables de victimización por la violencia. Cuando se evalúan las condiciones de salud, una vez más los negros están en desventaja, con peores incidencias de ciertas dolencias y enfermedades.

Los datos del boletín Salud de la Población Negra, presentado por los ministerios de Salud e Igualdad Racial, confirman que cuestiones como la mortalidad materna, el acceso a exámenes prenatales y las enfermedades infecciosas son más graves en la población negra.

Del nacimiento hasta la muerte

En el Día Nacional de la Movilización Pro-Salud de la Población Negra, celebrado el 27 de octubre, Agência Brasil escuchó las opiniones de varios expertos. Una de las explicaciones para los preocupantes datos sobre la salud de esta población es el racismo.

Andrêa Ferreira, investigadora de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), en Bahía, afirma que hay muchas evidencias que sitúan el racismo como un “determinante social estructural que condiciona la vida de la población negra”. Para ella, los prejuicios acompañan a esta población desde antes de nacer hasta la forma como mueren.

Andrêa Ferreira, investigadora de la Fundación Oswaldo Cruz en Bahía – Fiocruz/Divulgação

“Cuando miramos los datos de mortalidad materna, sabemos que las tasas son más altas entre las mujeres negras. Cuando miramos la mortalidad por causas externas, por ejemplo, que incluye accidentes y armas de fuego, se concentra entre la población negra. Así que el racismo interfiere en la posibilidad de nacer, crecer y vivir”, afirma la investigadora.

“El racismo condiciona la vida de los negros en todas las etapas, desde la posibilidad de tener un nacimiento adecuado, de nacer vivos hasta la forma en que mueren”.

Para Andrêa, la pandemia de Covid-19 fue una prueba de cómo el racismo actúa como determinante social. “La pandemia fue clara al mostrar cómo el racismo estaba ahí, determinando quiénes serían las personas que tendrían que salir del aislamiento social para trabajar, que vivían en casas densamente pobladas, sin acceso a agua y saneamiento. Eran negros”, afirma.

Racismo en todas partes

Lúcia Xavier es la fundadora de la organización no gubernamental (ONG) Criola, que defiende los derechos humanos de las mujeres negras, y está de acuerdo en que uno de los factores que hace que los negros tengan peores resultados sanitarios es una forma de racismo en la sanidad. Para ella, hay “un conjunto de procedimientos que se hacen de forma inadecuada”.

“Los negros reciben menos información de lo que necesitan. Se les atiende rápidamente cuando necesitan un poco más de tiempo para explicarse, para reconocer los problemas. Sus quejas no se reconocen como legítimas.”

Otra cara de lo inadecuado que son la acogida y el trato es, en opinión de Lúcia, que se acaba culpabilizando a la persona de los problemas.

“Siempre que ocurre un problema, es la persona la responsable. Si se infecta de dengue, es porque no se ocupó del agua estancada. Si se contagia de Covid-19, es porque no utilizó los mecanismos de protección necesarios para cuidar su salud”, explica.

“Enfermedad de negro”

En un país donde más del 60% de las muertes por sida son de negros –en 2011 eran 52%–, Lúcia señala que las enfermedades infecciosas también son consecuencia de esta discriminación que se produce durante lo que debería ser una acogida.

“Las enfermedades infecciosas son el resultado de las condiciones sociales y se agravan porque el sistema es incapaz de mirar esta situación sin discriminar. Cuando se trata de enfermedades de transmisión sexual o tuberculosis o enfermedades de esta naturaleza, siempre se culpa a la persona por el hecho de haberlas contraído.”

Lúcia Xavier cree que existe una forma de racismo cuando se trata de condiciones genéticas, como en el caso de la enfermedad falciforme, que afecta más a las personas de raza negra.

“La forma de atender, cuidar y preservar esta vida es lenta. No se trabaja con tanta avidez, con tanta capacidad para atender a este colectivo. La enfermedad falciforme también es muy simbólica en términos de racismo institucional.”

Lúcia Xavier, fundadora de la organización no gubernamental (ONG) Criola – Tomaz Silva/Agência Brasil

Políticas públicas

Durante el lanzamiento del boletín epidemiológico Salud de la Población Negra, la ministra de Salud, Nísia Trindade, destacó que el combate al racismo es parte de la agenda del desarrollo sostenible y de la equidad. “Esta agenda debe ser una perspectiva y no un tema aislado, para que en todas las acciones del Ministerio de Salud, desde Más Médicos hasta el Complejo Económico-Industrial de Salud, la dimensión étnico-racial sea, de hecho, vista como un determinante social de la salud”.

El Ministerio de Igualdad Racial informó a Agência Brasil que está “trabajando para fortalecer la Política Nacional de Salud Integral de la Población Negra”.

“Entre los compromisos asumidos por esta política, se destacan el perfeccionamiento del registro de la cuestión raza/color en los sistemas de información del Sistema Único de Salud, la atención prestada, incluyendo el enfrentamiento al racismo institucional y la adecuación de la atención a los problemas de salud más prevalentes en la población negra, que incluyen, entre otros, enfermedad falciforme, diabetes mellitus, hipertensión, deficiencia de glucosa-6-fosfato y enfermedades infecciosas”, dijo en un comunicado.