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Con 90 minutos de retraso, después de los cierres en Lomas de Zamora y en Santa Fe, Patricia Bullrich, la candidata a presidente de Juntos por el Cambio (JxC), hizo su último acto en el interior antes de las elecciones en Río Cuarto, en el sur cordobés. La acompañaron Horacio Rodríguez Larreta, su jefe de Gabinete si es electa, y el gobernador electo de San Luis, Claudio Poggi, además de dirigentes locales. Apelaron al “espíritu anti K” de Córdoba, un distrito que en elecciones nacionales anteriores le dio una ventaja importante a JxC.

Bullrich, en su discurso, aludió tanto al libertario Javier Milei como a Sergio Massa. Hay “un país que no vuela por los aires porque el domingo hay elecciones”, indicó para coronar la descripción de los problemas económicos que viven los argentinos.

“El kirchnerismo nos quiere cortar el futuro, no vamos a dejar que esto pase, no vamos a dejar que vuelvan nunca más”. Reiteró que la alianza tiene una “oportunidad histórica” por el “poder político” alcanzado con diez gobernadores, “más de 500 intendentes” y “mayoría” parlamentaria.

“Somos los únicos que tenemos ese poder político”, subrayó y repasó las victorias obtenidas en diferentes provincias, además de asegurar que el domingo “le vamos a ganar Catamarca, CABA, Entre Ríos y Buenos Aires para que no les queden guaridas”.

“Ahora los que tienen miedo son ellos; la mafia tiene miedo de perder sus privilegios, de perder sus negociados, de ir a la cárcel”, sostuvo en el acto realizado en la Sociedad Rural de Río Cuarto. Respondió ella misma la pregunta que le hizo a Massa en el debate respecto a “¿cuándo van a dejar de robar?”. “La contesto yo, el 10 de diciembre van a dejar de robar”, dijo y agregó que a Massa “solo le importa su ambición personal”.

“No es casualidad que Massa sea socio de la última pornografía que hemos vista en la Argentina, el yate de Insaurralde”, sostuvo y la respuesta de la tribuna fue “hijo de puta, hijo de puta”. A Milei lo apuntó para señalar que su “autor preferido”, Murray Rothbard, señala aspectos como que “los padres son propietarios del niño, y como tales, pueden donar o vender sus derechos sobre él en virtud de un contrato voluntario”. Leyó algunos párrafos más y, otra vez, la respuesta de los participantes fue “hijo de puta”.

“Los corruptos los conocemos y los venimos sufriendo hace 20 años -agregó- y los que se dicen nuevos vienen de la mano de (Luis) Barrionuevo. Los conozco, los combatí. Milei tiene todos adentro de sus listas, tiene más candidatos de Massa que Massa y dice que va a combatir la casta, qué casta va a combatir si la tiene adentro”.

En esa línea añadió que JxC es la “única” fuerza “con valores”; defendió la educación pública y la salud pública y rechazó la “sociedad de mercado” que propone Milei. Destacó que su programa económico “nació en Córdoba, con Carlos Melconian a la cabeza; nació en la Fundación Mediterránea, la única que tiene sedes en todas las provincias, menos en CABA. Vamos a ser un país federal”.

Prometió que “todas” las provincias estarán representadas en el gabinete nacional y aseguró que quiere ser “el gobierno más austero” de la historia.

Rodríguez Larreta en su presentación enfatizó: “Estamos sintiendo que estamos con viento a favor, que estamos para arriba. Ellos están cayendo. Cada día que la gente va al supermercado no puede votar nunca más al ministro de Economía y cada vez que el otro habla se contradice. Aprovechémoslo y demos el último empujón para arriba. Hagamos el último esfuerzo, yendo casa por casa”. Tampoco nombró a Milei, a quien se refirió como “el loco”.

Poggi también fue de la partida de oradores, lo mismo que el senador nacional Luis Juez y el diputado nacional Rodrigo de Loredo y el cabeza de lista de diputados en Córdoba, Luis Picat.

Todos insistieron en hacer un “último esfuerzo” hasta la elección y apelaron al espíritu “anti k” que caracteriza a Córdoba. Los dirigentes llegaron al sur cordobés después de los actos en Lomas de Zamora y Santa Fe y subrayaron en que “hay equipo”, en que la alianza tiene diez gobernadores y “más de 500 intendentes”. El eje permanente fue “terminar con el kirchnerismo”.

Fuente: La Nación


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