Árabes que redujeron celulares robados habrían sido apañados por policías y fiscal del caso

(Parte 1)

*Las mercaderías fueron almacenadas en un hotel de fachada de Foz que funciona como depósito.

Los 3.000 celulares de alta gama robados el 13 de setiembre último en un asalto tipo comando habrían sido vendidos en su totalidad a reducidores libaneses que fijan residencia en la ciudad de Foz de Yguazú, Brasil. En el hecho estarían involucrados, entre otros, el jefe de Investigación de Delitos de Alto Paraná, comisario principal Jorge Vidallet, así como el fiscal que intervino en el caso, Gabriel Segovia Villasanti. Los libaneses que habrían reducido la multimillonaria carga son Fadi Rkein y Ali Nasser Eddine, que llevaron las mercaderías a ocultar en un depósito de la ciudad brasileña, que ya están la mira de la policía de ambos países.

Los libaneses Fadi Rkein y Ali Nasser supuestamente habrían reducido la totalidad de los celulares iPhone y Xiaomi Redmi robados por falsos policías en la mañana del 13 de setiembre de 2023, valuados en casi US$ 1.500.000, del complejo de depósito “Puma”, del barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este. La mercadería había sido descargada en la zona del barrio San Rafael, en la ribera del río Paraná, para luego ser llevada por agua hasta Foz de Yguazú, donde supuestamente fue reducida por el libanés Fadi, con la ayuda táctica de Nasser y la complicidad del jefe de Investigaciones Jorge Vidallet y el fiscal Segovia Villasanti. Rkein, de origen libanés, reside en Foz de Yguazú, es propietario de una carnicería “All Dury” y del Hotel Fénix, ambos ubicados en la calle Augusto dos Anjos, frente mismo a la aduana brasileña. El hotel sería apenas una fachada y no está abierta al público, ya que realmente funciona como depósito, donde el libanés oculta y almacena las mercaderías reducidas, local que se mantiene permanentemente cerrado. Las únicas personas que tienen acceso al mismo son Rkein y Mohamad Fakid.

Posteriormente al atraco, la Policía Nacional emitió un comunicado de que los aparatos telefónicos iPhone serían bloqueados, como supuesta medida para disuadir a la ciudadanía de adquirir los teléfonos robados, sin embargo los aparatos ya estarían siendo vendidos en el mercado brasileño.

Un tal Fadi negoció en su hotel en Foz los celulares

El árabe conocido por Fadi, uno de los cerebros del golpe, fue quien negoció los celulares robados en su hotel en Foz de Yguazú, muy cerca de la cabecera del Puente de la Amistad. Además en el sitio funciona una carnicería de fachada, para simular los «golpes» que aplican, principalmente en Ciudad del Este, el grupo de ciudadanos libaneses, que ya están en la mira de la Inteligencia de la Policía paraguaya y ésta ya habría intercambiado información con la Policía Federal brasileña, para buscar llegar a los responsables del mega robo ocurrido días atrás en la capital del Alto Paraná. Lo grave de este hecho, es que agentes policiales y el fiscal interviniente curiosamente se habrían llamado al silencio.

Sugestiva operación de allanamiento

En la noche del día del multimillonario robo (13 de setiembre) se realizó un allanamiento de una vivienda en el barrio San Antonio, que no pasaría de ser un simple montaje, según algunos policías, El mismo fue manejado como “secreto de estado” por el subcomisario Juan Carlos López Flecha, sin comunicar a sus superiores inmediatos de la zona, es decir al jefe de investigación criminal y al propio director de Policía, sino dio directamente aviso al propio comandante de la Policía Nacional, Carlos Humberto Benítez.

Según se supo López habría mencionado la participación de sus agentes policiales del grupo “antiterrorismo” en el hecho, indicando que iba a hacer un allanamiento y que necesitaba de apoyo, pero no de los efectivos de Alto Paraná, pues desconfiaba de ellos, según se supo. Ante tal situación el propio comandante ordenó que el director de Policía de Caaguazú, el comisario Marcelino Espinoza se trasladara a Ciudad del Este para apoyar el procedimiento del subcomisario López, es decir todos los jefes policiales de Alto Paraná quedaron fuera del operativo.

Ya cuando se estaba ejecutando el procedimiento, el comisario general Blas Vera, director de Policía del Alto Paraná, se entera de la situación y también acude al sitio, pero se topa ya con otro al mando del operativo, es decir quedó ignorado.

De dicho allanamiento los investigadores policiales solo recuperaron 41 celulares y de otra intervención en el barrio Santa Ana, otros 47 aparatos, (88 en total, pero de marca de bajo costo) además de 11.500 dólares y 250 mil guaraníes, dinero que sería producto de la venta de las mercaderías robadas.

También trascendió que dicho allanamiento más bien se trató de un “blanqueo”, al menos es el dato que se maneja a nivel policial.

Policías implicados

A nivel policial se habla con insistencia de la implicancia y complicidad de efectivos policiales en el hecho ocurrido, es más se menciona que existe una banda bien organizada que ha cometido varios otros hechos similares.

Los investigadores policiales no bloquearon los puntos de salida y entrada al barrio San Rafael, permitiendo así el traslado de la carga de celulares robada. 

Según la fuente, no realizaron ningún tipo de barrera tras el millonario asalto. También llama poderosamente la atención que el comisario principal Luis Gustavo López Velázquez fue designado para la investigación del robo agravado por el comisario general inspector César Silguero Lobos. Sin embargo, López solamente duró un día al frente de la investigación y luego regresó a Asunción. 

También los jefes policiales de Alto Paraná se desinteresaron de esclarecer el hecho y menos recuperar la carga de celulares, según la denuncia. El director de Policía de Alto Paraná, comisario general inspector Blas Vera, y el comisario principal Jorge Vidallet, jefe de Investigación, ya se olvidaron del caso en menos de un mes de ocurrido. 

Fueron trasladados por “entrometidos”

El propio comandante de la Policía Nacional, comisario general Carlos Humberto Benítez, ordenó a que la oficina de la Secretaría de Prevención e Investigación del Terrorismo (SEPRINTE), de Ciudad del Este sea desmantelada. Esto ocurrió ya la semana pasada, luego de que el exagente de esta dependencia, el subcomisario Juan Carlos López Flecha haya generado una especie de crispación interna dentro de la Policía, pues el mismo “tomó a pecho” la investigación del millonario robo de cargamento de celulares, sin siquiera dar participación a otras dependencias. Incluso solicitó apoyo de otra repartición, dejando en ridículo a los efectivos de Alto Paraná. 

Según la lista los primeros que fueron trasladados y sacados de esta dependencia y que ahora están a disposición de la Dirección General de Prevención y Seguridad son el subcomisario Juan Carlos López Flecha y los suboficiales Benito Benicio Cuellar, Jacinto Delvalle Rivas, Casto Darío Aguilera Fretes, Armando Sanabria Gauto y Gustavo Adolfo Alvarenga. 

Fuerte sospecha de implicancia del fiscal

Por otro lado, la casi nula actuación del fiscal interviniente, Gabriel Segovia Villasanti, es sumamente sugestiva, indicando que no tiene ningún interés en dilucidar el caso, según indicaron las fuentes, ya que hasta el momento no mostró diligencia para llegar a los responsables del millonario robo.

Según la denuncia, Villasanti también estaría implicado en la reducción de los costosos celulares, porque, a pesar de que los investigadores policiales mencionan la posible participación de varias personas en el robo, el mismo hasta ahora apenas presentó la imputación de tres implicados en el expediente judicial, uno de ellos el propietario de la vivienda allanada en el barrio Santa Ana.

Abogado de empresa no confía 

en actuar de Policía Nacional

Por otra parte el abogado de la empresa JB Business SA, Fidel Insfrán, propietaria del complejo de depósitos “Puma”, donde ocurrió el atraco, señaló que no confía más en el actuar de la Policía Nacional, después de todas las evidencias que apuntan a la participación de los agentes en el hecho. Aseguró además que le llama la atención que los jefes policiales de la zona hayan perdido interés en investigar, descubrir a los responsables y recuperar las mercaderías robadas. 

El profesional del Derecho indicó que la empresa a la cual representa, sufrió un perjuicio millonario de 1.500.000 dólares. “En casi 30 días del asalto, no hay ninguna persona detenida. Solamente fueron recuperados 88 celulares”, lamentó Insfrán.