En el marco del Día Mundial de Linfoma, Yaiza Cumellas, una mujer de 31 años, compartió su historia de cómo superó el cáncer por el cual, después de años de tratamiento, le dieron tan sólo un mes de vida.
La sobreviviente de cáncer relató su experiencia el pasado 15 de septiembre a través de una serie de tuits por medio de su cuenta @YaizaCumelles en la red social X, donde es viral con más de 148 mil vistas.
Contó que todo comenzó cuando tenía entre 19 y 20 años. “Me picaba muchísimo la piel y me salían moretones gigantes. A esto se le sumó la fiebre constante, cansancio, sudores a chorros por la noche y un sinfín de síntomas”.
Relató que su doctora dijo que los síntomas eran por ansiedad, pero como empeoró le hicieron pruebas, entre ellas una radiografía que determinó que tenía un tumor de 14 centímetros.
“Tras una odisea por convencer a mi Dra. de que no tenía ansiedad, en una radiografía vieron un tumor de 14cm. Desplazaba el corazón y crecía dentro del pulmón. Una biopsia dio el diagnóstico: Linfoma inclasificable”, contó.
La ingresaron y fue así como comenzaron dos años de tratamiento, uno tras otro. Los médicos eran optimistas y la motivaban a serlo, ya que aseveraban que su juventud la ayudaría en el proceso de renovación de sus células.
“El pronóstico era bueno. Al ser joven y ser un cáncer tan agresivo, los porcentajes estaban a mi favor; con estas características el 80% remitía con el tratamiento, pero no fue mi caso”, dijo Yaiza.
Cuidados paliativos, pero no se rindió
Las quimioterapias redujeron el tumor, pero tres meses después volvió a crecer, por lo que casi dos años después de su diagnóstico le hicieron inmunoterapia. No obstante, nada surtía efecto, era un cáncer muy agresivo, tanto que le pidieron que se dejara tomar muestras para ver lo raro de su caso y poder ayudar a otros pacientes.
“Mi doctora estaba llorando. Al sentarnos, mi madre empezó a llorar. Mi hermano empezó a llorar. Yo empecé a llorar. ‘Hemos probado todas las opciones, no podemos hacer nada más por ti’, me indicó el proceso a seguir en cuidados paliativos”, contó.
A pesar de que la enviaron a cuidados paliativos (la rama de la medicina, donde el fin no es sanar, sino ayudar a los pacientes terminales a morir con calidad de vida) porque sólo le daban un mes de vida, Yaiza no decidió irse a esta área para esperar la muerte, sino que aceptó tratamientos experimentales en España, donde le redujeron el tumor de 16 a 2,5 centímetros.
La joven ya estaba en fase de remisión, pero debían hacerle una trasplante de médula. Como nunca encontraron el donante, su hermano se ofreció con 50 por ciento de compatibilidad. “Y así fue cómo el 28 de abril de 2016 mi hermano me salvó la vida”, expuso, demostrando que el nunca rendirse, sino a seguir probando con nuevos tratamientos y poder contar con la ayuda de su hermano, le salvó la vida.
La historia de Yaiza es ejemplo de cómo ella nunca se rindió, a pesar de que le dieron un mes de vida, ella no se arrojó a los brazos de la muerte, sino que luchó sin importar lo difícil que fuera. En ese camino de lucha, se dieron cuenta que su hermano la podía ayudar, y es así, cómo actualmente puede contar su supervivencia.
Hoy es el #DiaMundialDelLinfoma, el cáncer que me dignosticaron con 21 años. Dos años después de tratamientos sin descanso, me dieron menos de un mes de vida.
Hilo 🧵 pic.twitter.com/JAiXDyQHK4
— Yaiza Cumelles (@YaizaCumelles) September 15, 2023
Fuente de esta noticias es del Diario Publimetro Argentina: Leer más