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Jue. Nov 21st, 2024
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Se define el peculado como “la apropiación indebida de fondos públicos en beneficio personal o de terceros”, en pocas palabras se trata de un robo de bienes que pertenecen a la sociedad. Como todos los males, puede adoptar innumerables variantes, pero al final siempre se reducirá a eso: a un robo.

Un distinguido columnista de este diario afirmó hace un poco más de un año: “En la Edad Media el robar era un pecado, fácilmente borrado con la confesión”; en estas pocas palabras se esconden dos errores: robar no era pecado solo en la Edad Media, lo ha sido siempre para los católicos (y delito para todas las culturas), además no se borraba fácilmente con la confesión, pues el perdón del robo estaba y está condicionado a la devolución de lo sustraído. Esto significa que quien roba al Estado, de cualquier forma que sea, está en la obligación de devolver el monto total del robo si desea que se le perdone el pecado, pues este deber se refiere a todos los casos, no solo a los robos entre particulares.

Es más: el peculado, el soborno, la coima, etc., adquieren mayor gravedad pues quien los comete viola la confianza que en él puso la comunidad como administrador y guardián de los bienes públicos. Además de ladrón es infiel y traidor, no en vano en ciertas sociedades estos delitos eran sancionados con la pena de muerte. Este delincuente tiene un baldón más: es un cobarde, pues aprovecha de su poder y el de sus cómplices y encubridores para cometer el delito y quedar en la impunidad; los asaltantes de caminos por lo menos arriesgaban sus vidas.

En resumidas cuentas, en la doctrina católica si no se repara el daño provocado no existe absolución posible; en consecuencia también los jueces venales y prevaricadores están en la obligación de corregir sus acciones delictivas tendientes a proteger a los ladrones.

Nota: Un caso similar es el de los árbitros o dirigentes deportivos que favorecen a un equipo, pues el perjuicio no es solo en el honor deportivo sino en las ganancias económicas de las que se priva al equipo víctima de la trapisonda. ¿Cómo harán para devolver lo robado? Deberían por lo menos reconocerlo en público in articulo mortis.


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