Wilber Yovió llora de impotencia mostrando los daños que sufrió su vivienda por los fuertes vientos que sorprendieron a Puerto Quijarro la tarde del martes.
La suya es unas de las 28 casas que quedaron sin techo producto del temporal que sacudió a los pobladores, quienes ahora piden ayuda para reconstruir sus hogares. Wilder y su familia pasaron la noche a la intemperie porque las cinco habitaciones de su casa quedaron sin techo, ya que las calaminas volaron con la ventolera.
“Hemos sufrido este desastre. La naturaleza nos quitó todo lo que hemos construido con tanto esfuerzo, las calaminas ya no sirven porque quedaron dobladas, y los listones y tijeras están rotos. Estamos buscando carpas para poder dormir estos días hasta que consigamos tejas o calaminas”, dice Wilder al solicitar la ayuda de las autoridades y apelar a la solidaridad de la población.
Su esposa cuenta que los vientos, que llegaron acompañados de una lluvia, duraron media hora y fueron suficientes para causar estragos en esa zona fronteriza.
“Estamos muy tristes, pero afortunadamente con vida. Cuando vi que el techo se levantaba lo único que hice fue abrazar a mi hija y rogar a Dios que no nos pase nada”, cuenta la mujer que se encontraba con su hija cuando soplaron los vientos huracanados.
Según el informe de la Alcaldía de Puerto Quijarro, el temporal también afectó el tendido eléctrico de varios barrios y causó destrozos en colegios y tinglados. Además, varios árboles cayeron sobre la calle, cortando la circulación vehicular.
Ayer las tareas se concentraron en reponer la electricidad a los hogares y en retirar las ramas de la vía pública.
Los techos de estos inmuebles volaron con la fuerza del viento
El secretario técnico de la Alcaldía de Puerto Quijarro, Félix Gutiérrez, informó que, tras un relevamiento de datos en distintas zonas, se contabilizaron 28 viviendas con daños.
También resultaron afectadas tres unidades educativas, lo que obligó a suspender clases ayer. Uno de ellos es el colegio San Agustín, donde el tinglado se vino abajo. Además, sufrieron daños los centros educativos Santa Cruz y Samuel López por la lluvia y la caída de árboles.
Gutiérrez informó que los vientos, que se sintieron pasadas las 14:30, alcanzaron los 105 kilómetros por hora. “Esto no se veía desde hace unos 15 años”, dijo Gutiérrez.
Ayer durante la mañana, Puerto Quijarro registró lluvias torrenciales. Las autoridades municipales también se abocaron a verificar los destrozos en cada vivienda para activar un plan de asistencia.
“Hay familias que han perdido todo el techo de sus casas y otras, solo una parte”, manifestó.
El colegio San Agustín sufrió el desplome del tinglado
San Matías
Un fenómeno similar soportó la semana pasada la comunidad de Santo Corazón, ubicada a 350 kilómetros de la capital matieña, afectando a 30 familias, cuyas casas quedaron sin techo por los vientos huracanados.
El alcalde de San Matías, Dennys Carlos Velarde Villarroel, informó que el Gobierno Municipal ha activado el plan de emergencia inmediata para dotar de víveres y calaminas a las familias damnificadas.
Asimismo, anunció que se realizará una telemaratón entre la Alcaldía Municipal, el canal municipal y la Pastoral Social Caritas para recaudar donaciones para las familias damnificadas.
Varias familias quedaron a la intemperie. Buscan asistencia
Leda Yavari, presidenta de la Pastoral Social Caritas, también se pronunció sobre la situación, expresando la necesidad de conseguir donaciones de alimentos, ropa, frazadas y otros artículos para ayudar a los pobladores que han quedado sin techo.
Fuente de esta noticias es El Deber: Leer más