Columna Poliédrica
Antes le decían a uno: estudie para que le vaya bien en la vida. Durante mucho tiempo la vía para salir de la pobreza y ser alguien en la vida fue el estudio; es decir, había que quemarse las pestañas, como se dice coloquialmente, para llegar a ser profesional y así acceder a un ingreso económico que permitiera una mejor calidad de vida.
Nos guste o no, esa idea ha venido a menos y muchas personas ya no creen que sea la vía para salir de pobre. En la actualidad se piensa y se promociona que no es necesario esforzarse mucho para acceder a buenos ingresos, no se requiere estudiar porque el que llega al final de la educación formal, no se le valora con un buen salario; por el contrario, ahora basta con desnudarse en una plataforma como Onlyfans, hacer vídeos graciosos en TiK ToK o en You Tube, o simplemente tener una idea que se haga viral, como dicen ahora.
Este tipo de actividades no aportan absolutamente nada a la sociedad. Para que nos entendamos, no es que quienes las hacen no generan dinero, lo que pasa es que funciona como una actividad especulativa; en otras palabras, ver a una persona haciendo un vídeo gracioso o a un ser humano desnudarse en una plataforma digital, no le agrega absolutamente nada a la producción y al bienestar de la sociedad. Nada de nada.
En la actualidad, entonces, el problema es que se pretende obtener grandes ingresos sin producir absolutamente nada y apelando al mínimo esfuerzo. Se trata de una forma de vida que se ha entronizado en buena parte de la población, especialmente, la que se encuentra en una situación de pobreza; obviamente, no se puede generalizar, pero está claro que una gran cantidad de personas les seduce esta forma de vida.
En este contexto la educación como vía para lograr un mejor ingreso y como mecanismo de movilidad social pierde sentido para una buena cantidad de personas. No solo se aboga por el mínimo esfuerzo por las vías legales, sino que también por las ilegales; en efecto, actividades como el narcotráfico, la trata de personas y el negocio de coyotaje, por mencionar solo algunas, se vuelven formas fáciles de obtener dinero y sin mucho esfuerzo.
La vía del mínimo esfuerzo para obtener ingresos fáciles es el camino perverso de la sociedad en la que vivimos en la actualidad. Se trata de una vía que contrasta con la denominada sociedad del conocimiento en que el estudio y la educación son fundamentales, es decir, es una opción que finalmente nos lleva a la pobreza porque, al final, no producimos absolutamente nada.
Este tipo de mentalidad y proceder nos empobrece como sociedad. Las personas al querer hacer dinero con un mínimo esfuerzo, no genera ningún valor agregado a la producción y menos le genera un mayor bienestar a la sociedad; en la sociedad del espectáculo los bufones son los reyes y no solo son los más admirados sino que son a los que más dinero se les paga.
Así de mal estamos y esa es la farsa en la que vivimos en la actualidad.
(*) Andi Mirom es Filósofo
Fuente de esta noticias es del Diario El Pais Costa Rica : Leer más
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