Los fuertes vientos, el calor extremo y la vegetación seca sirven de combustible a los incendios forestales, que en el área protegida Ñembi Guasu, localizada en Charagua, alcanzan una intensidad extrema, con columnas de fuego y humo que llegan a los 30 metros.
El incendio ha sido catalogado como de sexta generación, la categoría más alta, debido a su voracidad y velocidad con la que se propaga, lo que ha obligado a los bomberos a emplear maquinaria pesada para abrir brechas por sendas antiguas a fin de frenar el avance de las llamas.
También se empezó a operar desde el aire con el Bambi Bucket. Se espera que hoy se hagan descargas de agua en esta zona con la finalidad de bajar la intensidad de las llamas y así ayudar a las brigadas que operan por tierra.
La directora de Recursos Naturales de la Secretaría de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Gobernación, Yovenka Rosado, señaló que preocupa este incendio por su magnitud y su combate es prioridad, ya que en la zona se encuentra la comunidad Mi Rancho y debe ser protegida.
El martes, incluso, se analizó la posibilidad de evacuar a las diez familias que viven allí, pero el cambio en la dirección de los vientos alejó el peligro del área poblada. Sin embargo, las brigadas permanecen en el lugar, abriendo líneas de defensa.
Este es uno de los tres incendios que azotan al departamento cruceño y que tiene movilizados a los equipos de primera línea. El otro se registra en el Parque Nacional Kaa-Iya, que arde desde hace 22 días, y el otro afecta a Buenaventura, en el municipio de San José de Chiquitos.
Rosado señaló que aún no se tiene cuantificadas cuántas hectáreas han sido afectadas en Ñemby Guasu, pero precisó que el incendio se presentó en dos frentes: uno en el lado norte y el otro, en el sur que ya ha sido controlado.
“Este es el incendio que más nos preocupa porque tiene un comportamiento externo, no es común. No habíamos registrado incendios así desde 2019. En este tipo de emergencias no se puede hacer un ataque directo al fuego por el riesgo que implica a los bomberos forestales y la única forma de pararlo es con la ayuda de maquinaria pesada”, insistió Rosado.
Informó que cerca de la comunidad Mi Rancho se trabaja con dos orugas, con las que se están abriendo líneas de defensa para proteger el área poblada. Más de 60 bomberos forestales unen sus fuerzas contra esta emergencia. Están en primera línea instructores, guardaparques, bomberos municipales, técnicos de la FAN y de Nativa, y militares del Regimiento Pando.
“Afortunadamente la comunidad está alejada del incendio, pero teniendo en cuenta que hay mucho ‘combustible’ es prioridad protegerla”, indicó la directora de Recursos Naturales.
Complementó que el monitoreo con drones y la experiencia de los instructores está ayudando a establecer la mejor estrategia de ataque a las llamas.
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, se trasladó hasta la zona de incendios. Informó que existen 153 bomberos trabajando en los tres puntos de fuego y que las tareas se reforzarán con un helicóptero, que el martes fue provisto con 10.000 litros de combustible.
Su base de operaciones es Roboré. Ayer se hicieron sobrevuelos de reconocimiento, que permitieron establecer las áreas de carga y descarga de agua.
En el Kaa-Iya
El otro incendio, donde también se tienen brigadas desplegadas, es el que afecta al Parque Nacional Kaa-Iya, que se inició hace 22 días. Si bien hace poco se logró su control, el cambio en la dirección de los vientos reactivó las llamas que ya estaban en proceso de liquidación. En esta área el fuego ya ha consumido más de 5.000 hectáreas de vegetación, según datos de la Gobernación.
Allí trabajan más de 30 bomberos forestales, entre instructores, guardaparques, comunarios y técnicos del municipio de Pailón.
En tanto, en Buenaventura se opera con instructores, guardaparques de Santa Cruz la Vieja y voluntarios de propiedades privadas cercanas al incendio.
En las tres emergencias se han establecido comandos de incidente para coordinar tareas y mover la logística necesaria.
En lo que va del año, los incendios han consumido 36.000 hectáreas en Santa Cruz.
Fuente de esta noticias es El Deber: Leer más
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