De Oliveira proporcionó detalles sobre las causas subyacentes de los inconvenientes y las medidas tomadas para resolverlos.
El orador comenzó destacando la duración de los problemas en áreas específicas como Oberá 1, Oberá 4 y Barrio Judicial durante más de una semana. El enfoque principal se centró en el área de Oberá 4, donde se registraron los mayores problemas de baja presión y caudales reducidos. De Oliveira explicó que, ante este tipo de situaciones, la CELO lleva a cabo un proceso de sondeo y medición de presiones en la red de distribución, lo que ayuda a identificar las áreas problemáticas y orientar las intervenciones necesarias en nodos, válvulas e hidrantes.
Sin embargo, De Oliveira señaló que a pesar de los esfuerzos, se encontraron con obstáculos considerables en la búsqueda de la causa raíz del problema. Esto los llevó a considerar la posibilidad de que el problema no estuviera directamente en Oberá 4, sino en otro punto de la red. Dada la complejidad de la red de distribución y sus interconexiones, el proceso de rastreo se volvió un desafío.
El encargado del sector de Agua Potable describió la implementación de varias estrategias de detección, incluida una «auscultación» utilizando un instrumento para escuchar el flujo de agua. Fue así como se identificó una válvula defectuosa que estaba impidiendo el flujo normal de agua. Esta válvula fija estaba afectando el flujo no solo en Oberá 4, sino también en otros puntos de la red.
De Oliveira aclaró que el problema es multifacético, resultado de la falta de mantenimiento, la antigüedad de las instalaciones y las intervenciones previas en la red. También mencionó el desafío de la entrada de aire durante las intervenciones en la red, lo que causa despresurización y cambios de presión.
En cuanto a las soluciones, De Oliveira destacó el proceso en curso de liberación de aire atrapado en la red, lo que ha comenzado a mejorar la situación en Oberá 4. Sin embargo, no pudo proporcionar un marco temporal preciso para la resolución completa, reconociendo la incertidumbre en torno a este aspecto. Agradeció la colaboración y asesoramiento brindado por el Ente Provincial Regulador de Aguas y Cloacas (EPRAC).
Para mitigar el impacto en los residentes, De Oliveira mencionó la gestión de camiones cisterna y la colaboración con empresas tercerizadas para inyectar agua en la red de Oberá 4. También resaltó la dificultad de reconciliar los reclamos de los usuarios respecto a la presión del agua en sus hogares.
misionesonline.net
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