@Infopresidencia
Bueno, un saludo a todos y todos los Consejeros Nacionales de Juventud que asumieron hoy su cargo.
También quiero saludar a nuestros funcionarios presentes, incluyendo a la Ministra de Educación (Aurora Vergara) y la Consejera Presencial para la Juventud (Gabriela Posso). Asimismo, extendemos nuestros saludos a los representantes a la Cámara, entidades vinculadas al Gobierno Nacional, delegados de los organismos de control y todos los que nos acompañan hoy.
Cuando hablamos de juventud en plural, es necesario hacer un balance de lo que ha sido una guerra del Estado contra la juventud. Las últimas décadas de nuestra historia contemporánea han estado marcadas por una actitud de considerar a la juventud, especialmente a la juventud humilde, popular, rural y urbana, como un enemigo interno. Esto se debe a una mentalidad anacrónica y antidemocrática que persiste en nuestra sociedad.
La falta de opciones para la juventud colombiana ha llevado a millones de jóvenes a vivir en territorios sin posibilidad de una vida digna. Esto ha llevado a algunos a la violencia, otros al suicidio y muchos otros al éxodo fuera de Colombia.
Esta exclusión de la juventud de la estructura económica, social y política del país es una de las causas fundamentales de la violencia en Colombia, y afecta a las juventudes en todo el país.
Las políticas concretas han contribuido a esta guerra contra la juventud, como la destrucción del presupuesto de la educación a través de reformas constitucionales. Estas reformas han quitado recursos a la educación pública para financiar otros intereses, como rescatar a los banqueros. Esta falta de inversión en educación solo ha llevado a más violencia y desigualdad en la sociedad.
Necesitamos una política que promueva la vida, la inclusión y el conocimiento. La juventud debe tener un papel protagónico en la construcción de esta nueva sociedad. Necesitamos jóvenes con mentes jóvenes, con rebeldía, con movilización, para que puedan tener un poder real en la toma de decisiones.
Es fundamental que el Consejo Nacional de Juventud adquiera un papel más activo y poderoso, no solo como órgano consultor, sino como un verdadero órgano de poder que represente y defienda los intereses de la juventud. Solo así podremos lograr una sociedad más inclusiva, equitativa y pacífica.
El cambio que necesitamos debe estar basado en el conocimiento, la igualdad y el cuidado del medio ambiente. La crisis climática es un desafío que afectará principalmente a la juventud, por lo que es imperativo que tomen el liderazgo en este tema.
Por primera vez en la historia de Colombia, se ha creado un Viceministerio de la Juventud, y es necesario que se llene de participación y representación popular para que tenga un impacto positivo en la vida de los jóvenes.
Invito a la juventud a que se aleje de la política anacrónica y vieja, y construya una política joven y rebelde. La capacidad de movilización es una capacidad de poder que puede marcar la diferencia en la sociedad. La juventud debe estar en la vanguardia de la lucha por un futuro mejor.
Este cambio institucional está a su disposición, para que puedan hacer oír su voz y tener un poder real en las decisiones que sucedan en su presente y su futuro.
Espero que juntos podamos construir una sociedad más justa, igualitaria y sostenible. La juventud es la fuerza que puede cambiar el rumbo de nuestro país y llevarse hacia un futuro mejor para todos.
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