Un equipo de científicos de China ha creado un método para medir el proceso de envejecimiento de cada sistema del cuerpo en comparación con los demás.
Un estudio científico liderado por expertos chinos y publicado en la revista Cell Reports reveló que cada órgano envejece a su propio ritmo, lo que significa que la edad biológica de los diferentes órganos no está sincronizada. Los patrones de envejecimiento varían entre personas y no siguen un patrón uniforme. En resumen, los seres humanos envejecen constantemente, pero cada órgano tiene su propia velocidad de envejecimiento.
Un estudio llevado a cabo en la ciudad de Shenzhen contó con la participación de 4066 voluntarios de entre 20 y 45 años. Los voluntarios proporcionaron muestras de heces y sangre, así como imágenes de la piel de sus caras, y se sometieron a pruebas para evaluar su estado general de salud.
Los expertos encontraron inconsistencias entre los órganos de los voluntarios, lo que sugiere la existencia de “múltiples relojes” en el cuerpo humano y que los órganos envejecen a diferentes ritmos. Se citó como ejemplo una “flora intestinal diversa”, que es síntoma de intestinos sanos, pero que podría acelerar el envejecimiento de los riñones al hacerlos trabajar más.
Se midieron 403 características y se las clasificó en nueve categorías: corazón, riñones, hígado, sexo, piel facial, nutrición, inmunidad, estado físico y flora intestinal, según informaron los investigadores.
Un grupo de científicos ha desarrollado un sistema para evaluar el envejecimiento de cada sistema del cuerpo en relación al resto, lo que les ha permitido determinar si una persona ha envejecido más o menos de lo esperado para su edad.
Tras analizar el plasma de más de 4300 voluntarios, se descubrió que algunos individuos con sobrepeso presentaban un envejecimiento más acelerado en su metabolismo y su forma física, mientras que otros sufrían un ritmo de decadencia más acelerado en su hígado.
Los expertos creen que estos hallazgos podrían ayudar a mejorar la salud de las personas con intervenciones específicas y a retrasar el envejecimiento en el futuro.
Además, se ha descubierto que el envejecimiento fisiológico no ocurre a un ritmo uniforme, sino que presenta tres puntos de inflexión distintos en el ciclo de vida humana: a los 34, a los 60 y a los 78 años. La pérdida de función muscular es uno de los efectos del envejecimiento.
La investigación publicada en Nature Medicine ha revelado que el primer pico de envejecimiento fisiológico ocurre a los 34 años. Por lo tanto, esta edad es vista como el momento adecuado para empezar a prevenir las consecuencias que pueden afectar al cuerpo a partir de los 60 y con mayor intensidad a los 78 años.
La Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford ha relacionado estas mediciones con la edad biológica de las personas, que se calcula en función del envejecimiento del organismo y no siempre coincide con la edad cronológica marcada por el ADN.
Los voluntarios con una menor edad biológica obtuvieron mejores resultados en pruebas para evaluar sus capacidades físicas y mentales, lo que sugiere que este reloj proteómico podría utilizarse para predecir la salud en la edad avanzada.
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