El Gobierno colombiano se trasladará a la ciudad colombiana de Buenaventura, donde la violencia entre grupos criminales no cesa.
Veinte años de violencia han dejado profundas marcas en Buenaventura, uno de los principales puertos de Colombia y de América Latina. Los protagonistas del conflicto han cambiado con el tiempo pero los afectados siguen siendo los mismos: los habitantes de los barrios populares.
En este distrito especial portuario del Valle del Cauca, la disputa de las bandas criminales ha vuelto a tener relevancia mediática, tras la aparición de una serie de videos con hombre encapuchados y con armas largas que lanzan amenazas de muerte a sus enemigos.
La paz que ha tratado de lograr el Gobierno a través del diálogo y cese de hostilidades se ha visto cuesta arriba en los últimos días ante la aparición de nuevos actores violentos, que han surgido de bandas delincuenciales que se disputan el poder territorial y del narcotráfico.
La situación escaló a tal punto que parte del Ejecutivo se trasladará el jueves hasta esa ciudad para realizar un Consejo de Seguridad. Además, ordenó militarizar las zonas donde se concentran las acciones delincuenciales y donde se han impuesto toques de queda de manera arbitraria.
¿Qué han hecho las autoridades?
Desde la semana pasada, el Alto Comisionado para la Paz está en esa ciudad valluna “preparando las condiciones y el plan de trabajo” para fortalecer los procesos de paz adelantados desde el año pasado en los barrios Los Ángeles, en la Comuna 6; Nueva Colombia, en 11 y Juan XXIII y San Francisco, en 7. Sin embargo, la presencia estatal también será reforzada con mayor número de efectivos de la Fuerza Pública.
“Deben parar sus violencias y escuchar al pueblo que sigue padeciendo la muerte de las balas y del hambre”, pidió el Alto Comisionado en un escrito difundido en Twitter.
Ese organismo estatal desde octubre pasado coordina los acercamientos entre las bandas criminales ‘Los Shottas’ y ‘Espartanos’ y había conseguido que se estableciera un acuerdo para poner fin a las agresiones, impulsado como parte de la ‘paz total’, refiere Caracol.
En medio de la coyuntura, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo que, aunque respaldan los acuerdos entre bandas, la actuación de los cuerpos de seguridad es ineludible ante las “manifestaciones de criminalidad”.
Adelantó que se ampliará la presencia policial con personal de inteligencia y se evaluará cómo hacer más efectivas las órdenes de captura.
Por su parte, la Procuraduría colgó un video en sus redes donde pide a las autoridades nacionales a “articular mecanismos urgentes para poner freno a grave situación de orden público”.
¿Qué pasa en Buenaventura?
En una entrevista, el personero de Buenaventura, Edwin Patiño, dijo que desde el 30 de diciembre de 2020 se ha recrudecido la conflictividad en varios barrios luego de que terminara el pacto de no agresión entre las bandas delincuenciales ‘La Empresa’ y ‘La Local’. De esta última salieron ‘Los Shottas’ y ‘Los Espartanos’, que luego de meses de enfrentamientos habían logrado una tregua.
En los dos meses recientes, las hostilidades entre estos grupos han generado un ambiente de zozobra, incertidumbre, desplazamiento y muertes, afirmó Patiño. A esto se le agrega la conformación de por lo menos dos organizaciones criminales, producto de las escisiones, llamadas ‘Jalisco’ y ‘Los Chiquillos’, que se han unido a la “guerra urbana” que se vive en Buenaventura y que el Gobierno ha tratado de sofocar a través del diálogo.
Las principales actividades delictivas de estos grupos narcocriminales incluyen masacres, extorsiones, secuestros y desplazamientos forzados, recoge el diario colombiano El País.
Décadas de conflicto
Las confrontaciones por el control territorial en Buenaventura tienen por lo menos dos décadas y han sido protagonizadas por grupos de distinta índole.
Entre finales de los años 90 y principios de 2000, las pugnas eran entre las desaparecidas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según Razón Pública.
A partir de allí entraron en la escena violenta ‘Los Machos’ y ‘Los Rastrojos’, entre 2006 y 2008; ‘La Empresa’, que surgió de ‘Los Rastrojos’, entre 2008 y 2012; El Clan del Golfo, entre 2012 y 2014, y otros.
La situación se hizo crítica entre 2017 y 2019 cuando se enfrentaron ‘La Local’, ‘La Empresa’, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC.
¿Qué aparece en los videos?
Las alarmas las encendieron los videos con contenido amenazante donde unos 20 integrantes de las bandas criminales en pugna les enviaron amenazas a sus rivales.
“Este es un mensaje a la comunidad del barrio El Progreso, Bello Horizonte, Carlos Holmes, Bahía y todos los aledaños. Los vamos a defender con nuestras vidas, a sangre y a fuego“, dice una voz mientras los hombres levantan sus armas largas.
El que habla dice que “no existe Jalisco, eso es en México”, con referencia al grupo que estaría actuando en la zona. “Somos Buenaventura”.
En otro registro se ve a varios hombres caminar por un área de casas y proferir insultos y amenazas contra la banda de ‘Jalisco’.
Las acciones de las autoridades
El comandante del departamento de Policía del Valle, Ever Gómez, afirmó en un reporte que se han desplegado todas las capacidades de prevención, inteligencia y de Policía judicial, en articulación con la Armada, la Fiscalía y las autoridades municipales.
Recordó que el pasado 26 de junio hubo 10 capturas y la aprehensión de un menor. Además, se incautaron ocho armas de fuego (dos fusiles, cinco pistolas y un revólver).
Por datos que ayuden a dar con los responsables de los cabecillas de las bandas se ofrece una recompensa de 200 millones de pesos (casi 48.000 dólares).
Por su parte, el director de la Policía Nacional, William Salamanca, dijo que “no hay ninguna concesión con la criminalidad” y agregó que en lo que va de 2023 han capturado a más de 290 personas que tienen procesos penales abiertos.
actualidad.rt.com
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