El ejecutivo de OceanGate que pilotaba el submarino en su fatídica inmersión del domingo está casado con la descendiente de una pareja que murió en el mismo naufragio que su expedición pretendía ver.
Stockton Rush, fundador y director ejecutivo de OceanGate, está casado con Wendy Rush, la tataranieta de Isidor e Ida Straus, quienes eligieron permanecer a bordo del Titanic hundiéndose juntos para que otros pudieran escapar a salvo en su lugar.
Fueron la inspiración real detrás de la desgarradora escena de la película de James Cameron en la que una pareja anciana se abraza en la cama mientras el agua entra en su habitación.
Rush es la directora de comunicaciones de OceanGate y ha estado involucrada con sus expediciones al Titanic desde que comenzaron en 2021, según su página de LinkedIn. También es descendiente directa de Minnie Weil, una de los siete hijos de los Straus.
El New York Times reportó la conexión por primera vez y los registros genealógicos la confirmaron. Minnie y Richard Weil, Sr. se casaron y tuvieron un hijo, Richard Jr. Richard Weil III, el padre de Rush, es su hijo. El anuncio de boda del New York Times de Rush en 1986 mencionó a su difunto abuelo.
Un amor que trascendió la tragedia
La Sociedad Histórica Straus, una organización educativa sin fines de lucro, tuiteó un enlace a la historia del Times el miércoles por la noche, más de tres días después de la búsqueda del submarino y pocas horas antes de que se agotara el oxígeno.
“Nuestros pensamientos están con los seres queridos de los que están a bordo del submarino perdido”, escribió. “Mantenemos la esperanza continua de que los miembros de la tripulación sean rescatados”.
Al momento de su muerte a los 67 años, Isidor Straus, junto con su hermano, era copropietario de la tienda por departamentos Macy’s y había representado a Nueva York en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Él e Ida se conocieron en Nueva York cuando tenían 20 años, se enamoraron y permanecieron muy enamorados, dijo su bisnieto Paul Kurzman a Country Living en 2017. En ese momento, las muestras públicas de afecto eran raras para personas de su estatus, pero la pareja solía ser vista tomados de la mano, abrazándose y besándose.
“Una vez los sorprendieron ‘acariciándose’. ¡Y ese comportamiento duró hasta sus últimos años!”, dijo Kurzman. “Tenían algo realmente especial y es algo que nosotros los descendientes apreciamos mucho”.
Su historia de amor inspiró un momento desgarrador en la película
La pareja viajaba de regreso de un invierno en Europa a bordo del Titanic cuando ocurrió la tragedia la noche del 14 de abril de 1912. Cuando el barco comenzó a hundirse, los hombres llevaron a las mujeres y los niños a los botes salvavidas.
Ida, de 63 años, recibió un asiento y esperaba que Isidor la siguiera. El oficial a cargo de ese bote salvavidas lo reconoció y estaba dispuesto a dejarlo subir a bordo, dijo Kurzman a TODAY en 2017.
“Y mi bisabuelo dijo: ‘No. Hasta que vea que todas las mujeres y niños a bordo de este barco estén en un bote salvavidas, no entraré yo mismo en un bote salvavidas'”, dijo Kurzman, quien creció escuchando la historia de su abuela, la hija mayor de los Straus.
Ella eligió quedarse con su esposo, un momento representado décadas después en una escena eliminada de la película. “Ella básicamente dijo: ‘Hemos vivido toda nuestra vida juntos y si vas a permanecer en el barco y morir mientras se hunde, me quedaré en el barco contigo.
Una expedición que terminó en desastre
OceanGate es una empresa que se dedica a realizar inmersiones submarinas a lugares históricos y ecológicos. Su expedición al Titanic comenzó en 2021 y tenía como objetivo documentar el estado del naufragio y su tasa de deterioro.
Según su sitio web, OceanGate realizó una serie de inmersiones exitosas al Titanic en 2021 y 2022, utilizando su submarino Titan, que puede descender hasta 3.800 metros de profundidad.
Sin embargo, el pasado domingo 18 de junio, el Titan sufrió un accidente mientras realizaba una inmersión con cinco personas a bordo: el piloto Stockton Rush, dos científicos y dos clientes que habían pagado 250.000 dólares cada uno por la experiencia.
El submarino perdió contacto con el barco nodriza y no pudo regresar a la superficie. Desde entonces, se ha desplegado una operación de búsqueda y rescate con la ayuda de la Guardia Costera de Estados Unidos y Canadá.
El tiempo se agota para los ocupantes del Titan, ya que solo cuentan con un suministro limitado de oxígeno. Se estima que el submarino podría quedarse sin aire el jueves por la noche.
Wendy Rush, la esposa de Rush, expresó su angustia por la situación y pidió respeto por su privacidad, mientras la familia espera que encuentren con vida a él y a sus compañeros.
“Estoy muy preocupada por mi esposo y por todos los que están en el submarino”, dijo a los medios. “Es una situación muy difícil y espero que puedan salir pronto. No quiero hablar más sobre esto, solo quiero que recen por ellos”.
EL TIEMPO LATINO
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