

Tras duras críticas hacia el presidente electo antes y después de las elecciones, Marito bajó ahora los decibeles buscando colaborar con el equipo de transición del nuevo Gobierno.
La sorpresiva reunión que mantuvieron el jueves pasado el presidente de la República Mario Abdo y el gobernante electo Santiago Peña parece haber puesto punto final a la guerra de baja intensidad que venían manteniendo ambos ya desde antes de las elecciones generales de abril pasado, dejando ahora un manto de dudas sobre el futuro político del actual jefe de Estado.
Tras la primera reunión del equipo de transición, Marito enterró el hacha de guerra y ordenó que todas las instituciones y ministerios se pongan a disposición para colaborar y brindar información al gobierno entrante del presidente electo.
Tras pedirle a Peña que “deje de llorar” por el reclamo insistente de frenar las licitaciones o el concurso de la Entidad Binacional Itaipú, y criticar en reiteradas veces al gobierno electo, Abdo cambió abruptamente su discurso.
Marito afirmó que esperan avanzar en una transición ordenada y transparente para que haya continuidad en la gestión.
Dijo que pondrá énfasis en que el intercambio de información se realice manera ágil y que las autoridades tengan una impronta y visión.
Disputas. Las disputas entre Abdo y su principal disidencia dentro de su partido, el cartismo, ya devienen desde hace tiempo atrás.
Marito está a punto de completar su mandato el próximo 15 de agosto. La relación con el ex presidente Horacio Cartes fue subiendo de tono y hubo momentos álgidos que marcaron este periodo de mucha confrontación entre los principales líderes de la ANR.
Incluso, el propio Horacio Cartes, hoy titular de la ANR, acusó al propio Marito de estar detrás de las acusaciones de “significativamente corrupto” que le endilgó Estados Unidos.
Semanas atrás, y tras la victoria de Peña, Cartes se refirió a la acusación de “significativamente corrupto” del Gobierno de Estados Unidos en su contra, así como las sanciones que le impiden tener actividad en el sistema financiero de ese país, como “un ataque durísimo”.
Citó que tuvo daños económicos y reputacionales. Responsabilizó de “la campaña” al presidente Mario Abdo.
“Lamentablemente, hay que agregar, un presidente de la República al frente de toda esta campaña, el que estuvo al frente de todo esto, con la ayuda de la Embajada de Estados Unidos”, disparó.
Señaló que sus allegados le comentaron que Abdo planeaba utilizar la polémica del avión venezolano-iraní para causarle daño. “(Abdo) dijo que no iba a parar hasta fundirme”, remarcó y agregó que desconoce la razón de “su odio”.
“Él (Abdo) no tiene que ser mi pelea o mi lucha”, dijo y agregó que ya le perdonó. “Si a él le puso feliz (todo lo que le generó la sanción de EEUU) que disfrute. Si vos le odiás a alguien, él está viviendo en tu cabeza y yo no quiero que él viva en mi cabeza. Ya le perdoné”, dijo.
Mario Abdo no apareció en ningún acto oficial compartiendo escenario con Peña, durante todo el proceso electoral. Inclusive, referentes del cartismo le acusaron de traidor del Partido Colorado.
No obstante, Peña destacó que tras la reunión oficial con Mario Abdo acordaron establecer una comunicación directa, sin intermediarios, durante el periodo de transición.
Sin embargo, queda saber qué pasará de Abdo una vez que deje el poder.
Varios de sus allegados ya decidieron abandonar Fuerza Republicana y unirse al cartismo, o seguir sus caminos de forma independiente, por lo que su futuro sin peso político es incierto aún.
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