El autocuidado es clave para proteger nuestra salud mental. Hay que prestar atención a las señales que se dan cuando algo molesta y trabajar en situaciones puntuales con un profesional si es necesario. Es importante evitar sobre exigencias, y sí tener momentos de relax y ayudar a los niños a desarrollar su inteligencia emocional desde temprana edad.
La Lic. Bettina Cuevas, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Psicología, abordó en entrevista con GEN sobre la salud mental y las relaciones que llegan a un extremo ante una ruptura amorosa. En ese sentido abogó por encontrar al profesional adecuado, de acuerdo a las características que en ese momento la persona está requiriendo, para poder sostener una adecuada salud mental.
También indicó que debemos prestar atención a las señales de alerta cuando a la otra persona o a uno mismo algo le está causando molestia. “Es como el iceberg que no vemos lo que pasa abajo y sólo vemos lo que está en la parte de arriba o un volcán que tampoco vemos el proceso interno y de repente hace explosión. En el caso del ser humano nosotros vamos dando pautas, vamos dando digamos señales de que algo nos está molestando. En ocasiones quizás no decimos ‘me molesta’, pero nuestra red de contenciones, quienes nos rodean, familia, amigos, compañeros de trabajo, van observándonos, van dándose cuenta y nosotros le vamos de algún modo diciendo ‘hoy no estoy bien, hoy no me hables, etc.’, pero en ocasiones son momentos que van pasando. Si ese momento no es atendido o esa situación no fue trabajada, analizada, organizada, se va a cargar, ese individuo se va a cargar”.
¿Qué hacemos para proteger nuestra salud mental? La experta responde que lo primordial es el autocuidado. Esto implica estar bien con nosotros mismos, porque si estamos bien, los que nos rodean también lo van a estar. En ese sentido trajo a colación que la OPS y la OMS coinciden en señalar que salud mental es el bienestar, estar bien, con el nivel mínimo de estrés requerido en el día a día para realizar nuestras actividades diarias, para ser productivos, y poder estar en buenas relaciones con los que nos rodean.
También resaltó la importancia de acudir a un psicólogo, no precisamente para recibir tratamiento de años y años, ya que en ocasiones el problema puede ser leve y por lo tanto los tratamientos de terapias son breves. Agregó que existen diferentes enfoques en la psicología que permiten atender situaciones puntuales y ayudar a esa persona en ese momento a encontrar herramientas necesarias para trabajar esa dificultad que está afrontando.
Es importante también tener momentos de relax, por ejemplo, salir a caminar, ver una película, reunirse con amigos, cualquier actividad que produzca placer a uno, y que no todo tenga que ver con exigencias o sobre exigencias que también nos ponemos como prioridad habitualmente.
Cuevas mencionó además que debemos tener en cuenta nuestras frustraciones y el manejo adecuado de las mismas. Recurrir al deporte, que exige siempre estar en competencia con uno mismo, permite afrontar las superaciones.
Por otro lado recordó que la inteligencia emocional debe ser trabajada desde niños, por ejemplo no ceder ante los pedidos de los hijos, sino que explicarles la situación y plantearles una solución. “Al niño lo formamos nosotros como adultos y somos nosotros quienes muchas veces no tenemos la suficiente tolerancia para trabajar las frustraciones de ese niño. Entonces adoptamos el yaísmo”, indicó.
“Ya estuve encerrado dos años, no sé qué otra pandemia puede venir. Entonces estamos como acelerando o también infectantes en términos de la ansiedad misma, que también es un punto negativo si la llevamos a un extremo. Todos los extremos son perniciosos, tenemos 24 horas del día y nos han dicho que tenemos 8 horas de sueño o debemos tener 8 horas laborales, 8 horas de descanso en términos de relax o de actividades recreativas. Y hoy ni nuestros niños tienen esa estructura realizada. No todos los niños duermen 8 horas, no todos los niños tienen 8 horas o la mitad o la parte del día que le corresponde para hacer actividades agradables o sin horarios establecidos. Todo eso desde chiquitos y gestionando nosotros nuestra salud mental y ayudando a nuestros niños también a trabajar su salud mental”, expuso.
La licenciada aclaró que los berrinches de niños también son necesarios, porque van formando su carácter y personalidad. Entonces, es muy importante conversar con ellos y trabajar la inteligencia emocional. “Si yo como adulto no puedo lograr hacer comprender a un niño de que en este momento no puede hacer tales cosas porque no está adecuado a su edad, entonces, ¿qué adulto soy yo que no puede encontrar las herramientas para trabajar esa inteligencia emocional? Es importante que haga berrinches, porque son sus afirmaciones de lo que van construyendo. Sin embargo, los berrinches como tal deben ser atendidos. No para darles una respuesta positiva o el famoso ‘sí, tomá, te doy lo que querés’. El niño se va a tirar en un supermercado al piso y va a querer ese caramelo o ese juguete que vio, pero como adultos debemos encontrar las herramientas necesarias para manejar eso y no ceder porque las demás personas en el súper me están viendo”.
Hoy PY
- TravelgateX irrumpe en Latinoamérica con una propuesta de valor innovadora - 18 de julio de 2024
- INCOMUNICADOS: El Gobierno de Milei dió rienda suelta a los aumentos en internet, cable y celular. - 27 de junio de 2024
- Por qué las fuertes nevadas y lluvias podrían contribuir a generar terremotos, según expertos del MIT - 10 de mayo de 2024