Director de la FLIP- Jonathan Bock.
La libertad de prensa es uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia, ya que garantiza el derecho de los ciudadanos a estar informados y ejercer una opinión crítica. Sin embargo, cuando una organización supuestamente dedicada a proteger esta libertad se convierte en un instrumento de intromisión política y muestra un claro irrespeto hacia el presidente de un país, es importante levantar la voz y denunciar su comportamiento. Tal es el caso de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y su director, Jonathan Bock.
La FLIP, en teoría, debería ser una entidad que vela por el ejercicio imparcial del periodismo y defiende la independencia de los medios. Lamentablemente, en los últimos tiempos, hemos sido testigos de cómo esta organización ha abandonado su propósito original para convertirse en un actor político más, manipulando la información y mostrando una clara inclinación hacia los grandes medios que se han convertido en oposición al gobierno actual.
Uno de los episodios más recientes de esta intromisión política se presentó en el programa de humor “La Luciérnaga” de Caracol Radio, donde el director de la FLIP, Jonathan Bock, volvió a atacar al presidente Gustavo Petro. Este tipo de actitudes irrespetuosas no solo socavan la figura presidencial, sino que también debilitan la confianza de la ciudadanía en los medios de comunicación y en las organizaciones que supuestamente deberían velar por una prensa objetiva y responsable.
Es importante recordar que la FLIP no debe tomar partido en la política, sino más bien defender los derechos de los periodistas y asegurarse de que se respeten los principios éticos en el ejercicio de su labor. Sin embargo, pareciera que la FLIP ha dejado de lado estos principios básicos para convertirse en un grupo de presión mediático con una agenda política claramente definida.
Es comprensible que existan diferencias de opinión y que los medios de comunicación cumplan un papel fundamental en la fiscalización de los gobiernos. Sin embargo, cuando una organización supuestamente imparcial toma partido de forma descarada y utiliza su influencia para atacar sistemáticamente a un presidente elegido democráticamente, es imperativo cuestionar sus verdaderas intenciones y denunciar su parcialidad.
La intromisión de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) en la política y su irrespeto hacia el presidente de Colombia, así como su alineación con los grandes medios que se han convertido en oposición al gobierno actual, es una clara violación de su misión original y socava la confianza de la ciudadanía en las instituciones encargadas de proteger la libertad de prensa. Es fundamental que los colombianos estén atentos a estas manipulaciones y exijan una prensa imparcial, responsable y ética que respete los principios democráticos y el derecho a la información veraz y equilibrada.
Caso particular que tocó a la casa Periodística de Prensa Mercosur
En los comienzos del año 2022, un inquietante suceso tuvo lugar en Colombia, cuando cuatro individuos abordaron al periodista de prensa internacional Mercosur Carlos Castañeda. Con una actitud amenazante, le aseguraron que estaban al tanto de su identidad y actividades. Alarmado por la situación, el periodista decidió buscar colaboración y ayuda, acudiendo a la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), una reconocida organización dedicada a la protección de los derechos periodísticos en el país.
Sin embargo, la respuesta de la Flip resultó desconcertante. En lugar de brindarle el apoyo necesario, la organización pareció mostrar desinterés en el caso, aconsejando al periodista que buscara ayuda en otra entidad. Esta actitud dejó perplejo al comunicador, quien esperaba recibir respaldo y protección por parte de una institución dedicada a la defensa de la libertad de prensa.
Además, el periodista sospechó que el trato diferencial recibido por parte del Flip pudo estar influenciado por motivos políticos. Al identificarlo como miembro de la prensa vinculada a Mercosur, lo vincularon al parecer con la campaña que apoyaba a el actual presidente Gustavo Petro, el periodista en su momento les indicó que colaboraba con la campaña del pastor Alfredo Saade (precandidato Presidencial por el Pacto Histórico en las pasadas elecciones presidenciales), por su amistad desde hacía varios años, cuestionó los intereses políticos que podrían haber afectado la imparcialidad de la organización. La Flip, que en ocasiones ha sido criticada por brindar apoyo principalmente a periodistas opositores al gobierno actual, plantea interrogantes que quedan en el aire.
Este episodio pone de relieve la importancia de contar con organizaciones comprometidas y objetivas que defiendan la libertad de prensa y protejan a los periodistas, independientemente de su afiliación política. En un contexto en el que la prensa desempeña un papel fundamental en la sociedad, es fundamental garantizar la seguridad y el apoyo a todos los profesionales de la comunicación, sin importar su posición política o las causas que defiendan.
Carta dirigida a la Flip, la fundación, no le dio importancia al tema.
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