ANTISISTEMA. El descrédito a las instituciones democráticas crece en adeptos en medio de un malestar social que impulsa la caída del sistema. UN LÍDER O UN CANAL. Con una campaña llena de contradicciones, Payo, aparentemente, aglomera a sectores marginados por un Estado indolente.
[videopack id=”76598″]https://prensamercosur.net/wp-content/uploads/2023/05/WhatsApp-Video-2023-05-05-at-21.15.17.mp4[/videopack]Una creciente compulsión en las calles poselecciones habla de un malestar social y político, que hoy se puso el nombre de Paraguayo Cubas, Payo, tercera fuerza dentro del electorado del Paraguay. Es una expresión que prende desde las masas con un discurso antisistema, que se salta incluso las múltiples contradicciones de la campaña del movimiento que precede, fenómeno que para expertos en cierto punto podría ser comparable a otros de la región. Mientras, actualmente se podría enmarcar en una versión propia, a lo guaraní, de una revolución contra todas las instituciones democráticas con clara tendencia de derecha, que no se identifica con otras estructuras políticas.
“Las masas desposeídas se dan cuenta de que esta transición democrática no les resuelve su acuciante problema, entonces, son fácilmente convocadas por un discurso, o un sino político que impugna el Estado liberal, la democracia representativa y esta transición democrática y se prenden con facilidad. Entonces el problema de raíz está en las contradicciones sociales, está en las tremendas desigualdades sociales que no son resueltas por la democracia representativa, por eso cuaja un discurso como el de Payo Cubas”, señala el analista Carlos Verón de Astrada.
Con un personaje disruptivo como Payo Cubas, que promete subvertir el Estado democrático, se percibe el encanto de los desencantados, hartos de la marginalidad en políticas reales gubernamentales. Un movimiento que crece justamente en el movimiento, en las manifestaciones, donde los actores principales son aquellos que incluso no asistieron a las elecciones, pero son capaces de permanecer tras las rejas defendiendo la legalidad de las elecciones que ven, en total descrédito hacia todo lo que provenga del sistema, una muestra más de una cúpula que se les burla en la cara o simplemente no los ve.
“Payo pareciera ser un proyecto más intuitivo, precario, que goza de un fenómeno que está andando, que puede crecer o puede eliminarse. Claramente, esta cosa tan antisistema lo vuelve un personaje muy inestable, porque después hay que mantenerse en la política, es el más plebeyo y el más frágil de todo el nuevo abanico de la derecha radical en toda América Latina”, refiere Lorena Soler, licenciada en Sociología, magíster en Investigación en Ciencias Sociales y doctora en Ciencias Sociales, quien a su vez identifica como público de Payo a “una masa, en principio no definida”, una donde se identifican a jóvenes que encuentran en la derecha una especie de nueva rebeldía. “Payo habla con un pueblo que no sabemos que al principio es como una plebe, sabemos que es un conjunto de masas con rasgos de juventud. Que eso se repite en toda las derechas digamos, y eso porque muestran rasgos de rebeldía que no pueden mostrar la izquierda u otro partido que se propone oposición, como refiere Pablo Stefanoni. La rebeldía se volvió de derecha”, señala y remarca que dentro de esto Payo es visto como un transformador social.
La campaña como sostén
Para el doctor en ciencias sociales Fernando Martínez Escobar, Payo es una figura antisistema que se encuentra cimentando sus bases en una permanente campaña, en movilizaciones, y por lo que ni bien sabidos los resultados preliminares de las elecciones generales inició otra campaña, esta vez con el fraude electoral como bandera aglomerante.
“Cuando estaba en campaña decía que si él era electo iba inmediatamente a continuar en campaña ¿para qué iba a continuar en campaña?, para cambiar la Constitución Nacional como primera medida. Esto es casi de manual. En primer momento con el empuje de la gente que te vota, que te está detrás, lo que un político podría hacer es usar todo ese empuje para acumular más fuerza política y entonces, en ese sentido, eso lo hace todavía más popular y hace que se ensanche”, explica Martínez.
Sobre ese orden de ideas, con la pérdida de las elecciones, Martínez recalca que no cambiaron los planes pero sí la causa: de campaña para cambiar la Constitución a campaña por fraude electoral.
“Su objetivo no es quedarse con ese 22%, de votos que obtuvo en las elecciones, sino ensanchar sus bases sociales en términos de abarcar a todos los otros sectores relacionados al Partido Liberal, Frente Guasu y otros, incluso ensanchar su base social con gente que no fue a votar el domingo. Es decir, lo que él está buscando, creo, es convertirse en el líder de la oposición; otra cosa es que lo logre. Pero continuará con este proceso, con esta marcha que hizo desde Ciudad del Este a Asunción. Toda esta movilización lo que le permite es estar en movimiento”, puntualiza.
Y agrega que Payo crece por fuera de las instituciones, en las movilizaciones a las que entiende y apuesta como estrategia iniciando por un canal directo de comunicación, que puede verse hasta casi casero, con un hombre con su teléfono, hablando en primera persona en su día a día, a través de redes sociales, en vivo, y es justamente en esta comunicación en la que el “fenómeno Payo” obliga incluso a referentes de la oposición a sumarse sin elección a su campaña poselecciones. “Es un político que entiende que él crece en la movilización, él crece en ese empuje y él fue acumulando esa fuerza, la fuerza electoral le sirve como una plataforma a seguir acumulando”, sentencia Martínez.
En ese punto Lorena Soler, apunta que “Payo puede sin ningún tipo de documentación que lo avale armar un problema y armar un problema en torno al entorno democrático como las elecciones, denunciando los resultados electorales, porque no está atado a ningún compromiso previo. Eso no lo podría hacer Efraín Alegre, no lo podría hacer la Concertación, no podría hacer la izquierda porque tienen digamos vínculos institucionales con la clase política, con el Estado, con los partidos, con los movimientos sociales, sí digamos hay actores institucionalizados con los que no habla Payo”, refiere.
Con las reglas del juego como las entiende Payo, la oposición se vio obligada a moverse para no perder en mayor medida a sus adherentes desesperanzados tras los resultados de las elecciones generales, donde se estancó en un 27,48% sobre un aplastante 42,74% de la ANR, según números de la Transmisión de Resultados Electorales Preeliminares (TREP).
“Payo obligó a los sectores de la oposición a tener que posicionarse sobre el tema (fraude electoral). Payo obligó a un Efraín Alegre, que horas antes había reconocido la victoria de Santiago Peña, a horas después tener que salir a decir que había que tener que controlar, que se debía tener cuidado. Él también obligó a Euclides Acevedo a decir que fue fraude y a otros actores políticos”, comenta. Martínez Escobar subraya que Paraguayo Cubas les marcó la agenda a todos los liderazgos de la oposición, separó la estructura de los partidos tradicionales, como la del Partido Liberal, y desde ahí se expandió aún más.
“Si los actores, la dirigencia nacional de los partidos políticos no hacían esto, corrían el riesgo que su misma base se les vaya de las manos, porque lo que estábamos viendo, Payo empezó a agitar lo del fraude y la dirigencia nacional todavía no se manifestaba, las bases ya empezaban a sumarse a la denuncia que hacía Paraguayo Cubas. ¿Qué iba a hacer la dirigencia nacional de los partidos políticos de la oposición si su base se le estaba yendo? Y esto tiene que ver con esa comunicación que tiene Paraguayo Cubas con los distintos sectores, que se va directamente a hablar con las bases de los partidos en el Partido Liberal y los interpela, y estos se van con él y qué hace la dirigencia, se va sin él o se suma, y se sumó”, explica el experto.
Payo y el fenómeno región
Lorena Soler señala que Payo es una figura que podría identificarse con posturas como la de Javier Milei en Argentina, Nayib Bukele de El Salvador y Jair Bolsonaro de Brasil, en tanto se desmarca por no contar con una hegemonía política detrás que lo limite, pero encuentra a un marcado discurso de derecha.
Mientras que el analista Carlos Verón de Astrada posiciona a Payo Cubas en el neofascismo paraguayo, comparándolo con Donald Trump en EEUU o Marine Le Pen en Francia. Verón de Astrada también pone foco a lo que genera Payo como un actor que se aprovecha de una recesión económica que lleva a las masas desposeídas a impugnar el Estado liberal, a las instituciones democráticas que no son capaces de dar una respuesta a la acuciante necesidad. En resumidas cuentas, un malestar social, que también identifica Lorena Soler en la base de la emergencia de figuras como la de Paraguayo Cubas.
“Payo es un fenómeno como son otros fenómenos que estamos viendo en la región, como Bukele o como Milei, expresión efectivamente de un malestar social. Podría decirse que entre estos no tanto Bukele, pero sí Milei, por que Bukele ya es un orden institucionalizado. Milei y Payo que pugnan finalmente por formar parte del sistema político, ellos quieren competir para llegar a un lugar en la política. Digamos que rechazan lo que aspiran y ahí ya hay una contradicción”, desglosa Soler.
Mientras remarca que “este malestar social no solamente es político, porque es más profundo, tiene dimensiones económicas y culturales, se expresa a partir de un rechazo al sistema político democrático, sí, ese malestar social se expresa muy claramente con Payo, muy claramente con Milei, la denuncia a la casta, la política, clase dominante digamos se repite por igual en estos dos casos. La diferencia es que Payo presenta un programa mucho más nacionalista en cuanto a señalamientos económicos que Milei. Milei tiene un plan bien liberal, no es el caso de Payo, que presenta otros rasgos en su programa económico, si podemos hablar de un programa, digamos de sus ideas económicas”, desgrana Lorena Soler.
En tanto como figura, Paraguayo Cubas se aparta de sus pares al no contar con vínculos identificados dentro del sistema.
“Payo es de todos estos personajes, Bukele y Milei, el más plebeyo y eso lo hace una figura más atractiva todavía, porque tiene más posibilidades de irrumpir en el orden porque precisamente no tiene acuerdos previos con sectores políticos o económicos que lo limiten”, señala Soler.
Entonces el fenómeno Payo no puede ser abordado sin un entendimiento de la complejidad social. En su análisis, Verón de Astrada realiza un paralelo de Paraguayo Cubas con la emergencia del fascismo en Europa. “El contexto de recesión económica que dio lugar a la emergencia del fascismo en Europa en la década del 30, ese escenario se da ahora en el mundo en América Latina, y en Paraguay ese escenario se da, entonces ahí que aparecen estas expresiones con signos ultranacionalistas, que apuntan a resolver los problemas de la desocupación, de la inflación, del costo de vida”, remarca Verón de Astrada.
Corriente política
Para Carlos Verón de Astrada, la línea ideológica del líder de Cruzada Nacional es clara. “Está en sintonía con una emergencia de un neofascismo que se ve no solamente en la región, sino en Europa, está Marine Le pen en Francia, Donald Trump en EEUU, estuvo Bolsonaro en el Brasil, que Payo Cubas admira o admiraba por lo menos; alguna vez expresó que era admirador del portugués Salazar, también expresó su admiración en alguna medida a Bolsonaro y ahora su referente político es Nayib Bukele. Entonces, es la raíz del problema, va a ver siempre atractivo hacia expresiones fascistas, ultranacionalistas, xenófobos, etc. si la democracia representativa, que es poco democrática y poco representativa, no da respuesta a las grandes desigualdades que están ocasionadas por un proceso de recesión económica global, local y regional”, asegura.
Mientras que Soler difiere sobre encasillar a Payo en una corriente política. “Podríamos decir que es un neofascista, pero no lo explicamos con eso. Que quiere decir eso en Paraguay del mayo del 2023, hay que desmenuzar esa idea de que Payo es un neofascista. Claramente forma parte de este abanico de las derechas radicales, ahora están las derechas radicales, a la derecha de la derecha, que pesan en efecto una revalorización del orden social que no tendrían ningún inconveniente en obturar el régimen democrático, no tendrían tapujos en eso, pero hay que explicar cuáles son sus bases sociales y yo no creo sinceramente que Payo tenga, porque no tiene diálogo con actores sociales institucionalizados, una red internacional que lo sostenga”, dijo Lorena Soler.
Las masas desposeídas se dan cuenta de que esta transición democrática no les resuelve su acuciante problema, entonces son fácilmente convocadas por un discurso, o un sino político que impugna el Estado liberal, la democracia representativa. Carlos Verón de Astrada, analista.
Su objetivo no es quedarse con ese 22% de votos que obtuvo en las elecciones generales, sino ensanchar sus bases sociales en términos de abarcar a todos los otros sectores. Dr. Fernando Martínez Escobar, analista.
Este malestar social no solamente es político, porque es más profundo, sino que tiene dimensiones económicas y culturales, se expresa a partir de un rechazo al sistema político democrático. Lorena Soler, socióloga.
Tras incidentada audiencia, Payo será enviado a prisión.
En su conocido método de dirigirse a las autoridades, el ex candidato a la Presidencia, Paraguayo Cubas, lanzó todo tipo de improperios al juez Yoan Paul López, durante su audiencia de imposición de medidas. Finalmente, se probó que hay peligro de fuga y el magistrado decretó su prisión preventiva.
Payo Cubas está procesado por instigar desde el lunes pasado a sus adeptos a sublevarse. Su detención en la vía pública quedó registrada en un video que él mismo estaba grabando a través del Facebook. Luego de esto, fue llevado a la Agrupación Especializada.
En su audiencia telemática ante el juez de la causa, el ex candidato aprovechó para lanzar todo tipo de comentarios y amenazas.
Lo trató al magistrado de “idiota, inútil y renacuajo”. Incluso dijo que pueden llevarlo a Tacumbú y hacerlo matar. “Usted es un idiota, señor juez de la injusticia paraguaya”, lanzó.
“Ustedes están cagando porque el pueblo se les va a ir encima. Inútiles, usted su señoría, renacuajo y todos esos fiscales de mierda van a ir al paredón”, amenazó.
Luego de escucharlo, el juez de Atención Permanente decretó la prisión preventiva del ex candidato, quien quedará 10 días en la Agrupación Especializada y luego pasará al penal de Tacumbú.
EN SU CONTRA. Paraguayo Cubas fue imputado por los fiscales Jorge Arce, Francisco Cabrera y Deny Yoon Pak por perturbación a la paz pública, amenaza de hechos punibles, tentativa de impedimento de las elecciones, tentativa de coacción a órganos constitucionales y resistencia.
El ex candidato venía reclamando presunto fraude en las elecciones generales, donde salió perdedor, recibiendo un 22,91% de los votos, en comparación con Santiago Peña, presidente electo, quien recibió el 42,74% de los votos.
A través de sus redes sociales invitaba a los manifestantes a levantarse contra esta “injusticia” y logró que se hagan movilizaciones en más de cincuenta puntos del país, que terminaron con detenidos e imputados por los destrozos que causaron los adherentes.
A raíz de eso, la Justicia Electoral presentó una denuncia ante la Fiscalía y se inició la causa.
LOS VOTOS DE PAYO SEGÚN EL TREP
Presidencia: 692.663
Senadores: 331.657
Porcentaje país: 22,91%
UH
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