La sífilis, la gonorrea y la clamidia están en aumento especialmente en adolescentes y adultos jóvenes. Expertos en infectología consultados por Infobae explicaron los factores que influyen.
El VIH no es la única infección que puede adquirirse por tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección. Se sabe que hay más de 30 bacterias, virus y parásitos que se pueden transmitir por contacto sexual. Algunos de esos patógenos pueden afectar con más frecuencia y causar sífilis, clamidia y gonorrea, especialmente en los adolescentes y a los adultos jóvenes.
En América, se estima que 38 millones de personas, que son sexualmente activas y que tienen entre 15 y 49 años, pueden tener una infección de transmisión sexual, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por diferentes motivos, los casos de personas con ese tipo de infecciones han estado en aumento.
“Las infecciones de transmisión sexual vienen aumentando desde hace unos años en América Latina”, afirmó en diálogo con Infobae la doctora Isabel Cassetti, especialista en medicina Interna e Infectología, directora médica de Helios Salud y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología.
La situación -aclaró la experta- no es exactamente igual en todos los países de América Latina y depende de qué infección de transmisión sexual se esté hablando.
La clamidia es una infección causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. La prevalencia más alta de infecciones por clamidias en el sexo femenino se da en el grupo etario de 15 a 19 años, seguido del de 20 a 24 años.
La sífilis, en cambio, es una infección bacteriana causada por Treponema pallidum. Puede causar afectaciones neurológicas, cardiovasculares y dermatológicas en los adultos. Puede transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo, una situación que puede provocar aborto espontáneo, muerte fetal o poco después del nacimiento, prematuridad o discapacidades graves en los recién nacidos.
La gonorrea es causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae y también se puede transmitir a través de relaciones sexuales o de madre a hijo.
“Es posible que ahora estemos viendo el efecto post-pandemia, porque habían,disminuido la oferta de diagnósticos y tratamientos. Entonces, ya con los servicios de salud normalizados, se observa más ese incremento de los casos nuevos”, mencionó Cassetti.
En tanto, Vanesa Fridman, especialista en infectología del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires y miembro de la comisión de VIH e infecciones de transmisión sexual de la Sociedad Argentina de Infectología, resaltó al ser consultada por Infobae que el crecimiento de sífilis, gonorrea y clamidia “es un fenómeno que se da en toda la región de América Latina”.
Es por eso -enfatizó- “que la Organización Panamericana de la Salud y la OMS están desarrollando un plan de acción con la meta de poner fin a esas epidemias como problemas de salud pública para el año 2030″.
Habría diversos factores que han contribuido al aumento de las infecciones. “Seguimos observando el poco uso del preservativo durante las relaciones sexuales, un consumo mayor de drogas y alcohol y una falta de percepción de riesgo de que se pueden adquirir infecciones como gonorrea, clamidia y sífilis”, señaló Cassetti.
También en la actualidad “las personas encuentran una mayor facilidad para una cita sexual a través de aplicaciones por el celular o la computadora”, subrayó. “Son diferentes factores que contribuyen a una mayor predisposición para adquirir una infección de transmisión sexual”, agregó.
El preservativo el único método que a la vez evita el embarazo y protege del VIH y de otras infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, su uso no es tan frecuente.
“Una de las razones del aumento de las infecciones es que se practican relaciones sexuales sin preservativos. Quizá las personas están más confiadas ahora porque la infección por el VIH hoy se controla mejor, y entonces han reducido el uso del preservativo. Pero al no usarlo, se debería tener en cuenta que se aumenta el riesgo de adquirir no solo el VIH sino diferentes infecciones de transmisión sexual, como sífilis, gonorrea y clamidia, entre otras”, dijo a Infobae el doctor Lautaro De Vedia, ex presidente de la SADI y del Hospital de Infecciosas “Francisco Javier Muñiz”.
Según una encuesta realizada por AHF Argentina, sólo el 17% de las 6.814 personas que respondieron utilizaba el preservativo siempre en todas sus relaciones sexuales. Esa tendencia se vio tanto en adolescentes y jóvenes como en adultos mayores.
El médico Miguel Pedrola, director científico de América Latina y el Caribe de AHF, sostuvo: “Se puede asociar el aumento en el número de infecciones de transmisión sexual con un bajo uso de preservativo. Para prevenir nuevas infecciones, es necesario mejorar el acceso al preservativo de manera gratuita en lugares no convencionales para fomentar su uso”.
También Pedrola opinó que se deberían alentar “políticas públicas que contribuyan a que se lo use siempre. El condón sigue siendo la manera más rápida y eficaz de prevenir una infección de transmisión sexual”.
Hay diferentes obstáculos para controlar el problema. Muchas veces las infecciones se producen pero no se manifiestan síntomas. En otros casos, se pueden tener los síntomas, pero no se acude a tiempo a consultar a los profesionales de la salud.
Si bien son infecciones curables, pueden tener importantes consecuencias para la salud, incluidos síntomas en los genitales, complicaciones durante el embarazo, infertilidad, y aumento en la probabilidad de transmisión del VIH.
Entre los grupos de población que tienen un riesgo mayor de contraer una infección de transmisión sexual están los trabajadores sexuales y sus clientes, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas trans y de género diverso en casi todos los entornos, según la OPS. También las personas que consumen drogas inyectables pueden tener más riesgos.
Al igual que la sífilis, la gonorrea y la infección por clamidia se tratan y se curan con tratamiento adecuado. Pero se puede volver a adquirir ante una nueva exposición, advirtió la doctora Fridman.
“La única forma de prevención efectiva es el uso de métodos de barrera como el preservativo. Hay que recordar que la falta de diagnóstico y tratamiento puede desencadenar complicaciones a futuro para los pacientes”, dijo.
La sífilis es una enfermedad que se estudia y se trata durante el embarazo. Porque puede transmitirse de la persona gestante al bebé. Para Fridman es preocupante que “en la Argentina se han diagnosticado durante el año 2021 una tasa de 1,3 casos de sífilis cada cien mil nacidos vivos. Eso implica que fueron 696 recién nacidos con sífilis congénita”.
En 2016 los países del mundo se comprometieron en la Asamblea Mundial de la Salud a reducir los nuevos casos de sífilis en un 90% entre 2018 y 2030. Sin embargo, la incidencia de sífilis congénita en la región de América es de 200 por 100.000, muy superior a la meta requerida para lograr su eliminación, según OPS.
Si bien la sífilis es de fácil diagnóstico y tratamiento, hay que recordar que no deja inmunidad de por vida y se puede infectar cada vez que la persona vuelva a estar expuesta.
Otra dificultad es que se ha detectado la aparición de resistencia a los antibióticos para tratar la gonorrea. Si bien esta situación no es nueva, el aumento rápido de la resistencia a algunos de los tratamientos eficaces restantes está disminuyendo las opciones de tratamientos para los pacientes, según OPS.
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