Aves y primates han desarrollando capacidades cognitivas complejas parecidas.
Los loros son capaces de realizar tareas de variada complejidad: como abrir cajones, emplear herramientas para conseguir logros, distinguir colores, etc.
Sin duda, poseen habilidades y capacidades que otros animales y casi ningún ave (salvo contadas excepciones, entre las que se hallan los cuervos) han podido desarrollar.
Recientes investigaciones han permitido desentrañar una parte importante de los mecanismos fisiológicos de estas emblemáticas aves que las colocan en el podio de la inteligencia y la capacidad cognitiva.
Al analizar el cerebro de casi cien especies de pájaros distintos: entre los que se hallaron búhos, patos, colibríes y avestruces, llegaron a una sorpresiva conclusión que tanto los loros, como los primates, tienen muy desarrollada una región del encéfalo que conecta las dos partes más relevantes del mismo: la corteza y cerebelo.
Los loros desarrollaron una estructura propia, exclusiva y diferente de la de los primates que logra esa conexión poderosa entre esas estructuras y que sería la responsable del distingo competitivo tan marcado en cuanto a las capacidades cognitivas y operacionales de estas aves.
Lo que plantea como conclusión este descubrimiento es que los loros han desarrollado capacidades semejantes a las de los primates por vías diferentes en su desarrollo evolutivo o sea que han arribado al mismo logro, a características semejantes y a metas parecidas de una manera independiente. A este mecanismo evolutivo biológico de conclusiones similares se lo conoce como evolución convergente.
La evolución convergente entre los loros y los primates nos permite concluir la especial importancia que tiene la comunicación fluida y garantizada entre la corteza cerebral y el cerebelo por tener una mayor capacidad de transferir información entre estas dos regiones posibilita el desarrollo de habilidades cognitivas más desarrolladas. En este caso la evolución ha ocurrido de manera independiente, obteniendo en los loros una estructura propia y diferente.
Se cree que estudiando el mecanismo y las estructuras que posibilitaron esta característica de los loros se podrían descubrir principios más generales acerca de cómo interactúan las diferentes regiones del cerebro, y cuál es el rol exacto de esta relación en la inteligencia.
La propuesta es estudiar el tamaño y funciones de esta novedosa región en otras especies con alto grado de inteligencia, como los cuervos, para poder sacar así conclusiones generales.
Sería de esperar que los córvidos compartan este mecanismo evolutivo con los loros al ser también aves y permitan comprender mejor el fenómeno evolutivo que ha ocurrido en estas especies. Ya que los córvidos son tan inteligentes como los loros o aún más podría esperarse que tuvieran un amplio desarrollo de esta zona conectora.
Se estima en un futuro muy cercano se puedan hacer experimentos en loros y otros pájaros para determinar la función de este núcleo exclusivo recientemente descubierto como así también acerca los alcances de las conexiones.
Por Dr Juan Enrique Romero / INFOBAE
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