Cifras alarmantes muestran cuál es la realidad de la humillante forma en que los estudiantes acceden a la educación en Paraguay, en medio de miles de aulas que están en peligro de derrumbe.
La Dirección General de Planificación Educativa, del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), dio a conocer al diario Hoy/Nación Media unas cifras referentes a la situación de las escuelas y los colegios del país. Los datos resultan sumamente alarmantes, ante la falta de condiciones mínimas para garantizar la seguridad y bienestar de los alumnos y alumnas.
Según el reporte, de las 10.160 instituciones educativas (8.640 del sector público), hay 2.619 que registran aulas en mal estado. Al sumar todas ellas, en total existen 9.298 salas en mal estado, de las cuales más de 1.000 corresponden a Central, otras 1.000 a Caaguazú y las restantes se reparten en los demás departamentos.
Lo más grave de la situación es la existencia de 853 escuelas y colegios con peligro de derrumbe. En estas instituciones se contabilizan 2.564 clases que podrían derrumbarse. Esta problemática se agrava en Caaguazú y San Pedro, consideradas zonas críticas.
En cuanto a la situación sanitaria de las instituciones educativas, existen 382 escuelas y colegios que aún tienen una letrina común para que los estudiantes hagan sus necesidades básicas, 50 poseen letrina con un pozo ciego, 74 ni siquiera cuentan con un baño y 19 deben utilizar un excusado municipal. Esta precariedad se evidencia especialmente en zonas como Presidente Hayes, Caazapá, Boquerón y Canindeyú, departamentos a donde el Gobierno sigue sin dar una respuesta a las apremiantes necesidades de mejoras.
Con relación al tipo de abastecimiento de agua que disponen las instituciones de enseñanza en el Paraguay, conforme a los datos oficiales proporcionados por el MEC, hay 159 que ni siquiera cuentan con un suministro del líquido, 168 poseen un aljibe, 436 se abastecen de pozo común, 29 del río y 45 deben abastecerse del tajamar.
Finalmente, referente al suministro de energía eléctrica, hay 154 instituciones que no reciben electricidad, según el informe del Ministerio de Educación.
Todo esto demuestra que la educación en nuestro país sigue estando en un segundo (o tercer) plano para las autoridades de turno. Pero no se puede dejar de reconocer tampoco que esta situación no es nueva, en atención a que la problemática se arrastra por años.
Lo concreto es que Paraguay requiere de mayor inversión en educación, ya que sólo destina cerca del 3% de su producto interno bruto (PIB). Queda pendiente que el próximo gobierno electo tome finalmente cartas en el asunto en materia de educación, que tanto hace falta.
HOY PY
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