Vivencias en el Leprocomio Santa Isabel de Sapucai
Cada vez que recuerdo la historia no dejo de sorprenderme. Era el año 2.000 cuando una persona entró a mi oficina y me entregó 6 cuadernillos de 20 hojas, escritos a mano, para que los pasase a formato digital. No me habían dicho de qué se trataba, pero al empezar a leerlos quedé muy asombrado y sorprendido.
Se trataba de una autobiografía, de Nicolás, que relataba su vida a partir de 1941. En ese entonces él era solo un niño de 8 años, cuando junto a su madre fueron diagnosticados por el Dr. Migone con la terrible enfermedad de lepra.
En esa época esa era una enfermedad que no tenía cura y que se consideraba sumamente contagiosa. Hoy en día se tiene cura y se sabe que el 95% de las personas nunca se enfermarán de esta patología. Nicolás, que solo tenía 3º grado de escuela primaria y su madre recibieron la orden de ir al Leprocomio de Santa Isabel.
Si bien Nicolás no tenía la menor idea de qué enfermedad tenía, empezó a tomar conciencia de ella ni bien llegaron a Sapucai. La historia relata los eventos con el viaje en un vagón de carga, la recepción a pedradas de jóvenes que vivían en el pueblo de Sapucai, y el recorrido de los 12 kilómetros hasta el Leprocomio.
El lugar de reclusión, por así decirlo, era una propiedad de 900 hectáreas donde fueron llevados un puñado de enfermos de lepra al iniciar la guerra del Chaco. Un grupo de soldados bolivianos capturados por el ejército paraguayo fueron los designados para realizar la construcción de los primeros edificios del lugar.
De una manera magistral, como ninguna otra persona lo podría hacer, Nicolás relataba anécdotas que por un lado me hicieron llorar de la risa, por su humor pintoresco, donde presentaba de manera tragicómica lo que iba sucediendo.
Usted no debería dejar de leer este material. No solo es de lectura fácil y entretenida, llena de anécdotas interesantes, sino que es fuente de primera mano de la historia de cómo vivían aquellos seres humanos despreciados y abandonados por la mayor parte de la sociedad.
Algo de aquella realidad son los documentales audiovisuales “Templo vacío” (2017) y “Manojhara” (1968).
Tuve la oportunidad de encontrarme casi cada fin de semana entre 2007 y 2009 con Nicolás y su esposa Nicanora. Habían recibido tratamiento para la enfermedad de lepra en el Hospital Mennonita Km. 81 en la década de 1980 y se habían reinsertado a la sociedad en la ciudad de Fernando de la Mora. Allí tuve una linda amistad, donde pude escuchar muchas otras historias que no están escritas. Nicanora falleció en 2009 y Nicolás se mudó a Areguá, en casa de unos parientes donde vivió hasta 2015. Falleció a los 92 años.
También, gracias a Nicolás, conocí al Sacerdote Franciscano José Luis Salas, quien fue sacerdote de Santa Isabel en la década del 50. Con el Padre Salas tuve la oportunidad de viajar y conocer ese hermoso lugar entre las cordilleras y arroyos de Sapucai. También tuve la oportunidad de conocer el Hospital Mennonita Km.81
Todo esto que les cuento me dio ciertas convicciones:
Nunca se debe menospreciar a alguna persona por la enfermedad que tiene o que tuvo.
Me encanta escuchar de las personas mayores, especialmente a los más humildes, quienes llevan ricas historias en sus mentes. Me encanta la amistad con personas como Nicolás.
Aún ante las peores circunstancias de la vida, uno puede seguir adelante con esperanza, esfuerzo, y buen humor.
Dios guía a la ciencia para que a su debido momento se encuentre solución a las enfermedades más complicadas.
Historias como estas me traen confianza para enfrentar el hoy y el mañana.
Tal vez usted quiera leer la historia completa. He creado un blog, donde están tipeados los 6 cuadernos, tal cual los escribió Nicolás. Además, he agregado una serie de videos y datos históricos sobre la lepra en el Paraguay, y la realidad hoy en día.
Espero puedan disfrutar de la lectura. Es algo que puede iluminar nuestras vidas, mientras esperamos el final de la pandemia.
Prensa Mercosur es un diario online de iniciativa privada que fue fundado en 2004, donde nuestro principal objetivos es trabajar y apoyar a órganos públicos y privados.