Una insólita situación financiera sacudió el mercado latinoamericano de capitales al trascender que empresas uruguayas invirtieron en Ecuador, de abril a junio de este año, 766 millones de dólares, superando las inversiones chinas de 16 millones y las de todos los demás países incluidas las de Europa.
La inexplicable información adquirió tanta repercusión que el gobierno conservador del actual presidente ecuatoriano, el acaudalo banquero Guillermo Lasso, anunció triunfalmente que la fortaleza de su gobierno y la promoción internacional llevada a cabo por su gestión, había logrado que se batieran récords históricos de inversión en Ecuador.
Tal como informó recientemente a la prensa local el ministro de Producción ecuatoriano, Julio José Prado, la inversión extranjera representó el primer semestre de 2022 un crecimiento del 218% para el país con relación al primer semestre de 2021. “Culminamos septiembre con una gran noticia, en el primer semestre de este año la inversión extranjera alcanzó los 951 millones de dólares.
Este es un resultado directo de la política de atracción de inversiones dispuesta por el presidente Guillermo Lasso que ha generado mejoras en el clima para hacer negocios en el Ecuador, así como la estabilidad macroeconómica y fiscal”, expresó el jerarca a través de un video publicado en su cuenta de Twitter. “Al inicio de este año dijimos que no vamos a parar y así lo hicimos, continuamos promocionando al Ecuador en el mundo, continuamos abriendo mercados, y seguimos generando oportunidades laborales mediante el crecimiento de las inversiones privadas en el Ecuador”, culminó Prado en su mensaje a la ciudadanía ecuatoriana.
Siguiendo la ruta del dinero uruguayo
Luego del anuncio del gobierno, se descubrió que de los 888 millones de dólares de inversión extranjera directa llegados en el último trimestre a Quito, el 86% venía de Uruguay.
Consultado el Banco Central del Uruguay de esa anómala situación, nuestro principal regulador de la economía uruguaya contestó que carece de información sobre los capitales privados que se envían desde nuestro país a otros mercados externos, aclarando que todo lo que ingresa de otros países está registrado, pero lo que sale hacia el exterior de capitales privados, no tiene registros. Por su parte, la embajada de Ecuador en Montevideo, tampoco reveló cuáles fueron los empresarios uruguayos que habían realizado esa voluminosa inversión en Ecuador.
Varios medios de prensa independientes ecuatorianos, sorprendidos por la inédita inversión uruguaya en su país, iniciaron una investigación que aún no culminó, pero de la cual se deduce que una empresa con sede en Quito, de nombre Ruart Ecuador S.A.S. de la cual uno de los accionistas es Ruart Uruguay S.A. habría realizado un incremento de capital.
De lo indagado surge que el 29 de junio pasado la empresa Ruart Ecuador que actúa como tenedora de activos de “holdings” y que fue creada en diciembre 2020, recibió de su accionista Ruart Uruguay S.A. la suma de 766 millones de dólares que capitalizó. Y por eso apareció en los registros del Banco Central del Ecuador una inversión uruguaya de 766 millones de dólares que superó todas las inversiones chinas y europeas de ese período en un país cuya moneda nacional es el dólar.
Pero el origen de ese dinero, que consagraba a Uruguay como el gran benefactor e inversor extranjero en Ecuador, no fue realmente una inversión, sino el pago de una deuda que se realizó a través de una cesión de acciones. Al parecer nunca ingresó ese dinero a Ecuador: solo entraron papeles.
Finalmente, el Banco Central del Ecuador, según diversos medios ecuatorianos, le aclaró al alborozado presidente Lasso, que no había entrado un solo dólar de Uruguay al país, que solo ingresaron papeles, que se había tratado de una cesión de derechos fiduciarios y que no existió flujo efectivo de divisas.
El presidente ecuatoriano, ahora apesadumbrado, tuvo que dar marcha atrás en su festejado anuncio. También respiraron aliviados los chinos, que ocupan los primeros lugares de inversión en Ecuador y los europeos. Nuestro país sigue por el momento siendo un receptor dependiente de capitales y no un exportador generoso de inversiones al extranjero.
Sobre Ruart S.A en Uruguay
Según informa el diario oficial, RUART S.A. tiene como objeto principal ser una » Sociedad de Inversión, o sea participar en otras sociedades, de conformidad con el Artículo 47 de la Ley 16.060. Su objeto secundario es: Invertir en títulos, bonos, letras. Industrializar, comercializar en todas sus formas, mercaderías, arrendamientos de bienes obras y servicios en ramos anexos: alimentación, artículos del hogar y oficina, automotriz, bar, bazar, caucho, comunicaciones, construcción, cosmética, cueros, deportes, editorial, electrónica, electrotecnia, enseñanza, espectáculos, extractivas, farmacia, ferretería, fotografía, fibras, frutos del país, hotel, imprenta, informática, joyería, juguetería, lana, lavadero, librería, limpieza, madera, máquinas, marítimo, mecánica, metalurgia, música, obras de ingeniería, óptica, papel, perfumería, pesca, plástico, prensa, publicidad, química, servicios profesionales, técnicos y administrativos, tabaco, televisión, textil, transporte, turismo, valores mobiliarios, vestimenta, veterinaria, vidrio.
Importaciones, exportaciones, representaciones, comisiones, consignaciones. Compraventa, arrendamiento, administración, construcción y toda clase de operaciones con bienes inmuebles. Explotación agropecuaria, forestación, fruticultura, citricultura y sus derivados. $ 110.000,00, 100 años, Montevideo. 15/11/12, 28251. «
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