En 16 años, las áreas urbanas bajo influencia de grupos armados en la región metropolitana de Río de Janeiro pasaron del 8,7% al 20% del territorio, un aumento del 131% entre los trienios 2006-2008 y 2019-2021.
El predominio de las llamadas milicias (mafias paramilitares) pasó del 23,7% al 49,9% de estas zonas en el mismo periodo, lo que corresponde actualmente al 38,8% de la población bajo la influencia de grupos armados, frente al 22,5% en 2008. Considerando el área total bajo influencia de milicias, el crecimiento en el período fue del 387,3%, pasando de 52,6 km² a 256,28 km², lo que corresponde al 10% de toda el área territorial de la región metropolitana de Río.
Los datos se revelan en el Mapa de los Grupos Armados, divulgado esta semana por el Instituto Fogo Cruzado y el Grupo de Estudio de los Nuevos Ilegalismos, vinculado a la Universidad Federal Fluminense (Geni-UFF). En la herramienta se puede comprobar qué zonas están dominadas por cada grupo delictivo, con la evolución histórica separada por trienios.
Según el coordinador del Geni-UFF, Daniel Hirata, la encuesta, la primera de este tipo, encontró elementos importantes para la construcción de políticas públicas en materia de seguridad. Hirata explica que el principal problema es la expansión de las milicias, que se produjo en zonas que antes no estaban dominadas por ninguna facción.
“Las milicias fueron el grupo que más creció en este periodo, casi un 400%. A lo largo de estos años, se han convertido en grupos hegemónicos, sobre todo en los barrios más pequeños, más que en las favelas y urbanizaciones, donde las facciones del narcotráfico siguen teniendo un mayor dominio. En otras palabras, esto supone más del 80% en cada caso.”
Los grupos armados que controlan territorios en Río de Janeiro están implicados en actividades económicas ilícitas como el tráfico de drogas, el transporte colectivo irregular y también la prestación clandestina de servicios como venta de gas, televisión por cable y servicios de seguridad.
Históricamente, el tráfico de drogas ocupa las favelas y otros espacios pobres desde la década de 1970, donde los callejones y las calles estrechas dificultan el acceso de los autos de policía.
Las milicias
Según la directora ejecutiva del Instituto Fogo Cruzado, Maria Isabel Couto, el 90,3% del crecimiento de las milicias se produjo en zonas nuevas, donde no había control de ninguna facción armada.
“En términos de cobertura territorial, las milicias se expandieron a un ritmo exponencial, casi duplicando el área que tenían en 2008. Esta tasa se ha acelerado más que las facciones de la droga, de modo que en 2021, entre las áreas dominadas por grupos armados, la mitad estaba en manos de las milicias, el 49,9%. Desde el punto de vista de la población, todavía no presenta una hegemonía clara, pero esto parece ser una cuestión de tiempo, y no por mucho tiempo, dada la rapidez con la que las milicias incorporan grandes contingentes de personas bajo su control.”
Para ella, estos grupos son actualmente la principal amenaza para la seguridad pública en la región metropolitana de Río debido al gran crecimiento presentado en los últimos cinco años.
“Después de 2008, hubo un momento de estabilidad e incluso de descenso en las zonas dominadas por las milicias. Sin embargo, esta tendencia terminó en 2017 y, en los últimos cinco años, las milicias registran su mayor periodo de crecimiento, sumando más de 138 km², donde viven más de 750 mil personas.”
Entre los factores que influyeron en la dinámica de los territorios dominados por los grupos armados, la investigación señala la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre las milicias en 2008, en la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro (Alerj); las Unidades de Policía Pacificadora, un programa que duró de 2008 a 2016; la crisis socioeconómica, política y fiscal en el estado de 2014 a 2017; y la crisis de la gestión de la seguridad pública que llevó al fin de la secretaría específica y a la autonomía de las policías civil y militar en 2019.
Regiones
El estudio abarcó toda la región metropolitana de Río de Janeiro, incluyendo la capital, donde viven casi 7 millones de personas; el este metropolitano con Niterói, São Gonçalo, Itaboraí, Tanguá y Maricá, con unos 2 millones de habitantes; y la Baixada Fluminense, una región que abarca 13 municipios, con unos 4 millones de personas.
El Mapa de Grupos Armados muestra que el grupo de narcotráfico llamado Comando Rojo amplió su territorio de influencia en la región de la Baixada y mantuvo su hegemonía en el este metropolitano.
El estudio ha analizado 690 mil denuncias hechas por teléfono y que mencionaban a las milicias o al narcotráfico entre 2006 y 2021, referentes a 13.308 localidades de la región metropolitana de Río de Janeiro.
Fogo Cruzado es un instituto que utiliza la tecnología para producir y difundir datos abiertos y colaborativos sobre la violencia armada en las regiones metropolitanas de Río, Recife y Salvador, con información sobre los tiroteos comprobada en tiempo real.
El Grupo de Estudios de los Nuevos Ilegalismos de la Universidad Federal Fluminense (Geni-UFF) está especializado en diferentes formas de violencia y conflicto social.
Las policías
Cuestionada, la Policía Militar informó que la corporación actúa en el combate al crimen organizado a partir de informaciones del sector de inteligencia y de organismos oficiales, como el Instituto de Seguridad Pública (ISP), “con base en protocolos técnicos y definidos por las leyes y determinaciones judiciales vigentes”.
“La Policía Militar agrega que, solo en este año 2022, la corporación ya detuvo a más de 23,9 mil delincuentes, a más de 2,5 mil adolescentes infractores y retiró de las calles más de 4,3 mil armas de fuego, de las cuales 247 son fusiles”, dijo la corporación en un comunicado.
La Policía Civil informó que no comentará la investigación porque no tiene conocimiento de la metodología utilizada y que tiene su propio departamento de inteligencia.
“Vale la pena reforzar que la Secretaría de Estado de la Policía Civil (Sepol) cuenta con la Central de Inteligencia más grande del ramo de la seguridad pública estatal en el país, donde se concentran todos los sectores que buscan y producen conocimiento para coadyuvar en la toma de decisiones estratégicas y operativas para el combate a la delincuencia.”
Agencia Brasil.
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