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Mar. Nov 5th, 2024
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Asia allá va

Disertó en el Senado sobre su “propuesta y visión” de cómo mejorar el vínculo entre los países y los parlamentarios elogiaron su iniciativa.

La Cámara de Senadores aprobó el 8 de junio por unanimidad otorgar la venia remitida por el Poder Ejecutivo con el fin de acreditar a Valeria Csukasi como embajadora uruguaya en Malasia.

La diplomática cobró notoriedad por liderar las negociaciones que culminaron con la firma del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE). En noviembre de 2020, pocos meses después de asumir, el canciller Francisco Bustillo la removió de su cargo al frente de la dirección general para Asuntos de Integración y Mercosur, en el que se desempeñaba desde el período de gobierno anterior.

Los legisladores destacaron no solo la carrera de Csukasi, sino también el discurso que dio en la Comisión de Asuntos Internacionales que precedió dicha sesión parlamentaria.

La certificación “halal” y otras oportunidades

La licenciada en Relaciones Internacionales expuso sobre su “propuesta y visión” acerca de cómo sería su desempeño en Malasia.

“Malasia hoy es relevante para la política exterior del Uruguay, tanto desde el punto de vista comercial y político, como para la cooperación y la cultura. Es un país con el que solo tenemos establecidas relaciones diplomáticas desde 1988. Por lo tanto, la relación es relativamente nueva, si uno compara las relaciones de Uruguay con otros tantos países. Lamentablemente, entre 2002 y 2005 la embajada estuvo cerrada por diversos motivos; luego fue reabierta en 2005 y ahora está a cargo de un encargado de Negocios desde hace dos años”, esbozó Csukasi, de acuerdo con la versión taquigráfica de dicha sesión parlamentaria.

No obstante, la diplomática indicó que “entre pandemia, guerra y demás” hay una “serie de eventos” que han hecho que Uruguay “tenga que ir a retomar el vínculo bilateral y a tratar de impulsarlo” en los próximos años.

Al respecto, Csukasi expuso cuáles son los aspectos “primordiales” para desarrollar, tanto en lo político como lo económico.

Sobre el primer punto, apuntó que Uruguay necesita “rearmar el marco formal que guía” el relacionamiento bilateral. “Nos gustaría tener algún espacio de diálogo político privilegiado entre las dos partes en el que se puedan plantear intereses, ya sea bilaterales o regionales, como la pertenencia de Malasia a la Asean o de Uruguay al Mercosur”, profundizó Csukasi; en esta línea, matizó que se deberían evaluar “formatos que funcionen” para acercarse a un acuerdo de establecimiento de una comisión mixta. Tras ese análisis, se debe “crear ese espacio de diálogo político que permita tener un avance en las discusiones”, señaló.

“Creo que claramente lo político es la prioridad y que eso va a dar lugar luego a otros desarrollos y avances que podamos tener”, insistió la diplomática.

Mientras tanto, en materia económica es donde aparecen “los desafíos más grandes”, ya que se está ante un país que prácticamente no aplica aranceles a los productos que Uruguay exporta, detalló la licenciada en Relaciones Internacionales.

A pesar de esa oportunidad, las exportaciones hacia ese país no son tan altas, puesto que Uruguay “todavía no ha logrado implementar la certificación halal” en el 100% de los productos que comercia hacia Malasia. “Si bien es una certificación obligatoria para la carne y los lácteos —sin la certificación halal uno no ingresa a su mercado—, en Malasia ese certificado está asociado a una distinción de calidad. Es decir que el hecho de que el producto tenga un loguito que diga ‘certificación halal’, incluso para los cosméticos, los productos de tocador o los de la industria farmacéutica, es un distintivo de calidad que los malayos, sean de origen musulmán o no, asocian con seguridad en el producto que están adquiriendo”, explicó Csukasi.

Por lo tanto, para que Uruguay ingrese en este mercado “se conjugan estos dos elementos”, añadió: el trabajo en la habilitación de aquellos productos en los que es obligatorio y, por otro lado, llevar a una distinción halal a los demás productos para que “se nos abran oportunidades”.

Asimismo, también en materia comercial, Csukasi sostuvo que Malasia “puede sernos provechosos” para ingresar a los mercados asiáticos, ya que integra la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (Asean, por sus siglas en inglés) y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (Cptpp), por mencionar dos ejemplos. Uruguay podría utilizar esta oportunidad para “entender esos esquemas de integración y económicos y ver qué [podría] surgir de algunos de ellos para Uruguay, si decidiera acercarse de una manera u otra”, señaló la experta.

“Hay otras áreas en las que en el pasado se han explorado posibilidades: sanitarias, de cooperación científica, de cooperación deportiva, de cooperación más vinculada a lo académico. Es cuestión de reflotar, ver qué acuerdos quedaron en el tintero; hay algunos que por algún motivo no tuvieron aprobación parlamentaria y otros que se firmaron pero no se implementaron nunca. Entonces, haciendo tal vez un repaso y una identificación más fina de cuáles son los elementos que queremos desarrollar, pueden surgir algunas nuevas oportunidades de trabajo […] En todos estos elementos, la idea es acercar el Uruguay a Malasia y viceversa, pero tratando de demostrar que existen oportunidades, alternativas de trabajo y de acercamiento y que hay una opción de crecer en ese relacionamiento en beneficio de los uruguayos. Debemos generar esos espacios desde lo político, lo comercial, la cooperación y la cultura”, concluyó Csukasi.

Vistos buenos, pero con polémica

Luego de la disertación de la exdirectora del Mercosur, los legisladores de la Comisión de Asuntos Internacionales laurearon el informe presentado y el reporte de situación realizado por Csukasi.

El presidente de la comisión, Pablo Lanz (Partido Colorado), opinó que Csukasi dio una “muy completa exposición”. Para Enrique Rubio (Frente Amplio), el “plan” de la diplomática es “muy reconfortante”. Daniel Caggiani, también frenteamplista, añadió que el informe que les fue otorgado previo a la sesión era “más que completo y hasta ilustrativo”.

No obstante, Caggiani sostuvo que al país se le “va una de las muy buenas integrantes del servicio exterior” a un destino que “sin duda es muy importante”, aunque a él le “hubiera gustado otro”. “Sin duda las circunstancias a veces no son las mejores, pero creo que ella ha tenido una carrera muy destacada y que con eso el Parlamento está saldando alguna deuda que tenemos con respecto a eso”, insistió el legislador.

Así, la comisión votó unánimemente darle la venia solicitada a Csukasi, por lo que el tema pasó al Senado.

Caggiani se refería a cuando, en 2019, Csukasi había sido designada para ser embajadora en el Reino Unido, mas no fue así porque el Partido Nacional “planteó que no se votara”, por lo que el Poder Ejecutivo retiró la venia, según expresó en la sesión parlamentaria del 8 de junio. En esta ocasión, luego de que la aprobación de la venia se votara por unanimidad una vez más, el senador también quiso dejar “constancia” de que con la designación de Csukasi como diplomática en Malasia “se hace justicia a algo que sucedió, lamentablemente, en el último período de gobierno de nuestro país”.

La presidenta de la Cámara de Senadores, Beatriz Argimón, le replicó a Caggiani que “no puede haber alusiones cuando uno fundamenta el voto” y luego dio la palabra a Penadés, quien respondió a su colega frenteamplista y le atribuyó “falta de experiencia”.

“No se pueden hacer consideraciones de carácter político en el fundamento de voto y mucho menos luego de terminar el informe, y mucho menos después de haber hecho uso de la palabra y haberse votado la venia correspondiente. Yo lamento que la venia propuesta quede de esta forma quizás un poco opacada con la triste intervención que acabamos de escuchar”, arremetió el senador nacionalista.

De esta manera, para Penadés “se entendió” que el “mejor lugar” para cumplir con la estrategia que ha fijado Uruguay en “materia de presencia en Asia daba perfectamente con el perfil de la embajadora propuesta”. “Una vez más, aquel viejo precepto de que el funcionario está para la función y no la función para el funcionario es que el Ejecutivo entendió que este era el mejor destino a cumplir por parte de esta distinguida diplomática, de la que entendemos cumplió en el pasado una excelente tarea al servicio de la República y descontamos que lo va a hacer también en el futuro”, sentenció el legislador blanco.

Así, concluyó considerando “muy acertada” la decisión del Poder Ejecutivo de enviar a Csukasi a Malasia.


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