
Negras, blancas, frajolas, tipo Garfield, persas, siamesas… para los que son gateiros, dan ganas de tener un gato de cada pelaje en casa. Se estima que hay alrededor de 500 millones de gatos en el mundo, y Brasil tiene la cuarta población más grande de estos animales: alrededor de 12,4 millones de animales, según una encuesta del sitio web australiano Pet Secure.
Como todos los felinos, los gatos que conocemos hoy en día descienden de un mamífero depredador llamado miacis, que habitó nuestro planeta durante el Período Paleoceno, hace unos 55 millones de años. Se cree que la domesticación de estos animales debió comenzar hace unos 10.000 años, en la región del actual Oriente Medio.
Los gatos a menudo están rodeados de estigmas y misterios. En el Antiguo Egipto, por ejemplo, eran adorados y considerados animales afortunados. Bastet, la diosa egipcia de la fertilidad, la reproducción, la música, la danza y el amor, estaba representada con un cetro y una cabeza de gato. Cuando moría el gatito de un faraón, este era momificado y enterrado junto a su dueño en los famosos sarcófagos, para que siguiera trayendo buena suerte tras la muerte de los soberanos. Incluso era común que los miembros de una familia propietaria de un gato que murió se afeitaran las cejas y permanecieran de luto por un período, hasta que los vellos de las cejas volvieran a crecer.
Pero a pesar de ser adorables, los gatos aún tienen algunos estigmas. “Esto se debe en gran medida a que a los gatos negros se les asocian aspectos negativos y han sido perseguidos en la antigüedad, porque son muy independientes -a diferencia de los perros-, además de parecer no importarles a sus dueños. Pero los gatos pueden ser muy cariñosos y compañeros y muestran su afecto por los humanos de diferentes maneras”, dice Rafael Abreu, médico veterinario y coordinador de la carrera de Medicina Veterinaria de la Faculdade Anhanguera.
A continuación, la especialista enumera seis curiosidades que todo gateiro debe conocer.
1. ¿Por qué se lamen?
Una de las características más llamativas que hace que los gatos sean animales extremadamente higiénicos es lamer, incluso lamen a otros gatos que viven en la casa. Pasan la mayor parte de sus horas de vigilia lamiéndose y pueden vomitar las famosas bolas de pelo hasta cuatro veces al mes, lo que se considera normal. “No se recomienda bañar a los gatos, salvo indicación del veterinario por algún problema de salud. Además, el agua elimina hormonas naturales de la piel y el pelaje de los gatitos, lo que puede volverlos muy perdidos e irritables. Pero también se necesita atención: lamerse en exceso puede significar estrés”, dice Abreu.
2. ¿Por qué esconden sus heces?
Los expertos aún no han llegado a una conclusión definitiva sobre esta cuestión, pero es muy posible que se trate de un comportamiento que los gatos han llevado a cabo desde que eran salvajes, antes de la domesticación. “Al enterrar sus heces, los gatos evitan que otros depredadores detecten el olor. Pero también puede ocurrir que el gato no esconda las heces y las deje a la vista, lo que se interpreta como una señal de que el gato quiere marcar ese territorio”, dice.
3. ¿Por qué “amasan el pan”?
Los gatitos «pelusa» o «amasan el bollo» (un movimiento de ida y vuelta con las patas delanteras) sobre el vientre de la madre, como una forma de decir que tienen hambre o que quieren dormir. “Muchos gatos llevan este comportamiento hasta la edad adulta, y lo suelen hacer cerca de alguien que les gusta mucho o por el que tienen cariño, la mayoría de las veces antes de acostarse”, explica el profesor.
4. Por qué “ronronean”
Ese «ruido de motor» significa que el gato está en un momento relajado, o que le gusta su dueño. El ronroneo ocurre siempre cuando están durmiendo, y el sonido es causado por la contracción y dilatación de la glotis, en la región de la laringe de los gatos, que al moverse produce el ruido. “Sin embargo, los ronroneos muy fuertes pueden indicar que el gato está estresado”, señala el veterinario.
5. ¿Por qué duermes tanto?
Al igual que la costumbre de esconder las heces, la costumbre de dormir durante el día y cazar por la noche proviene de la época en que eran salvajes. “Los gatos están orientados a la caza nocturna y pueden dormir dos tercios del día, de 12 a 16 horas. Es un comportamiento perfectamente normal y está presente en todas las razas”, añade.
6. ¿Por qué comen tanto?
Cualquiera que tenga un gato sabe que le encanta comer y suele dividir su rutina entre dormir, lamer y alimentar. Pero a pesar de ser un comportamiento normal, el hábito de comer varias veces durante el día puede indicar un problema. “Los gatos que pasan mucho tiempo solos o que no tienen un entorno o espacio adecuado para jugar pueden volverse compulsivos por la comida, incluso como una forma de llamar la atención del dueño. Lo ideal es ofrecer comida al animal dos veces al día, por la mañana y por la noche. Comer en exceso puede indicar problemas de salud, como la falta de nutrientes, estrés y conducir a la obesidad. El tutor debe ser firme y no ceder a los maullidos y peticiones del animal, ofreciéndole comida suficiente”, concluye.
