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El presidente de EE.UU., Joe Biden, habló el pasado octubre por primera vez de «un marco económico para el Indopacífico». EFE

Los detalles de esta estrategia que aglutinará al 40% del PIB Mundial se presentaron este 23 de mayo de 2022 en Japón.

TOKIO.- El Marco Económico del Indopacífico (IPEF) es una iniciativa multilateral impulsada por Washington y concebida como un club «flexible» que aglutina a cerca del 40% del PIB mundial, con la aspiración de catalizar el crecimiento de sus socios y de contrarrestar la influencia de China.

La nueva iniciativa se une a un creciente ecosistema de proyectos multilaterales en la región Asia-Pacífico como la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) o el Acuerdo Comprensivo y Progresivo Transpacífico de Cooperación Económica (CPTPP), con los que comparte ciertas similitudes y también diferencias.

Menos ambicioso que la RCEP y el CPTPP, acuerdo este último abandonado por Estados Unidos por decisión del predecesor del presidente Joe Biden, Donald Trump, el IPEF nace para mostrar la voluntad renovada de la primera potencia mundial por reforzar su posicionamiento en una región cada vez más sometida al poderío de Pekín.

¿Cómo surge el nuevo marco?

Biden habló el pasado octubre por primera vez de «un marco económico para el Indopacífico», dentro del cual EE.UU. y países de la zona definirían «objetivos compartidos» en diferentes áreas, durante una cumbre de Asia Oriental.

El proyecto surge con el objetivo de reducir la dependencia económica de China, y especialmente la de los semiconductores y otros componentes clave para diversas industrias, a raíz de las interrupciones de su suministro durante la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania, que a su vez reavivó la inquietud sobre el futuro de Taiwán.

Los integrantes de IPEF «comparten el compromiso por una región del Indopacífico libre, abierta, justa, inclusiva, interconectada, resiliente, segura y próspera», y con el «potencial de lograr un crecimiento económico sostenible e inclusivo«, señala la declaración conjunta de esta iniciativa presentada hoy en Tokio.

El texto recurre así a un lenguaje similar al del Quad y otras iniciativas multilaterales promovidas por Washington y Tokio como barrera de contención frente a Pekín, aunque sin nombrar directamente al gigante asiático, que no obstante se ha dado por aludido y ha criticado el nuevo marco.

¿Qué países lo integran?

Junto a Estados Unidos y Japón, primera y tercera economías mundiales, los miembros fundacionales incluyen a Australia, Brunéi, Corea del Sur, la India, Indonesia, Filipinas, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia y Vietnam.

El club representa el 40% del PIB mundial y aglutina el 60% de la población mundial, y según cifras aportadas por Estados Unidos, se convertirá en el mayor contribuidor al crecimiento económico global durante las próximas tres décadas.

Los integrantes del IPEF dejan la puerta abierta a la adhesión de «socios adicionales del Indopacífico que compartan sus objetivos, intereses y ambiciones para la región», y apuestan por «un enfoque flexible»

¿Qué medidas concretas incluye?

El IPEF aspira a crear «estándares comunes» sobre comercio e inversiones y a crear «mecanismos comunes de respuesta a crisis» como la de los semiconductores, entre otras áreas de colaboración, y por el momento no contempla el levantamiento de aranceles y otras barreras directas a los intercambios comerciales entre sus miembros.

Los cuatro pilares de acción del marco serán colaboración comercial, garantizar la estabilidad en las cadenas de suministro, desarrollo de energías limpias e infraestructuras y cooperación fiscal y anticorrupción, y deben concretarse en medidas aún por definir.

Aunque Estados Unidos ha logrado la participación de sus principales socios en la región y de la mayoría de países de ASEAN, muchos observadores señalan que la falta de medidas concretas -y en particular de ventajas arancelarias- ha restado atractivo al plan y generado ciertas dudas entre sus socios.

El propio Gobierno nipón ha respaldado el proyecto estadounidense pero al mismo tiempo ha insistido en su intento de convencer a Washington para que se incorpore al CPTPP, que aglutina el 13,4 % del PIB global, mientras que la Administración Biden no parece dispuesta a dar marcha atrás.

¿En qué se diferencia de otros marcos?

EL IPEF nace como un acuerdo intergubernamental al que pueden sumarse los países interesados sin necesidad de ratificación parlamentaria. Esto facilita la incorporación de los Ejecutivos que lo deseen -incluso a sólo uno de los cuatro pilares del marco-, pero también hace que su alcance sea menor y no tenga carácter vinculante.

Japón es el único país que se encuentra como pivote en los dos grandes acuerdos comerciales regionales en Asia, el CPTPP (también conocido como TPP11), y la RCEP, mientras que Corea del Sur forma parte del segundo y ha presentado su candidatura para incorporarse al primero.

La RCEP, sellada a finales de 2020, es por su parte el primer tratado de libre comercio multilateral al que se sumó Pekín, incluye a 15 países y representa el 28% del comercio mundial, lo que lo sitúa como el mayor del mundo de este tipo.

China también solicitó su adhesión al CPTPP tras la retirada de EE.UU., aunque el poder de influencia del gigante asiático genera rechazo en Japón y otros integrantes del acuerdo, sobre el que también han mostrado interés Taiwán, el Reino Unido, Ecuador, Colombia y otros países del sudeste asiático.

En medio de esta compleja batalla de alianzas que se fragua en Asia-Pacífico, está por ver si el nuevo plan estadounidense le permite inclinar el tablero de su lado en la región.


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