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Vie. Nov 22nd, 2024
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Geraldo Alckmin exgobernador de San Pablo Foto AFP

El exgobernador de San Pablo se afilió al Partido Socialista Brasileño, con el cual pretende ser aspirante a la vicepresidencia de la mano de Lula da Silva. De esta manera, Brasil comienza a configurar su gran batalla electoral para el 2 de octubre: del otro lado aparece Bolsonaro junto a su ministro de Defensa, el general retirado Walter Braga Netto.

El exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin reivindicó la candidatura presidencial de su exrival histórico, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, de quien dijo es el mejor intérprete de la esperanza del pueblo en Brasil, al afiliarse en un acto al Partido Socialista Brasileño (PSB), con el cual pretende ser aspirante a la vicepresidencia.

De esta manera, Brasil, principal socio de la Argentina, comienza a configurar su gran batalla electoral para las elecciones del 2 de octubre: con esta afiliación avanza la idea de Alckmin como vice de Lula en una alianza inédita, mientras que del otro lado, en un escenario polarizado, aparece el presidente Jair Bolsonaro con la cada vez más segura indicación como vice de su ministro de Defensa, el general retirado Walter Braga Netto, ideólogo del generalato oficialista.

“Tenemos que tener los ojos abiertos para mirar con humildad y entender que Lula es hoy el que mejor interpreta el sentimiento de esperanza del pueblo. Él representa, por toda su trayectoria, la propia democracia de Brasil”, afirmó el exgobernador de San Pablo.

Alckmin enfrentó y perdió con Lula en las presidenciales de 2006, cuando el dirigente conservador era gobernador de San Pablo por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fuerza que abandonó el año pasado para sumarse al PSB y así poder ser candidato a vice en octubre.

Durante el acto de afiliación, Alckmin defendió el legado del PSB como una fuerza constructora de la democracia en el país desde dirigentes históricos contra la dictadura como Miguel Arraes, uno de los líderes de la izquierda nacional.

“No tengo dudas de que el presidente Lula, si Dios quiere, será electo y va a reinsertar a Brasil en el escenario mundial, expandir el horizonte de desarrollo económico y disminuir la triste diferencia social en el país. Brasil necesita ser bueno para todos, no para algunos”, dijo Alckmin.

“No tengo dudas de que el presidente Lula, si Dios quiere, será electo y va a reinsertar a Brasil en el escenario mundial, expandir el horizonte de desarrollo económico y disminuir la triste diferencia social en el país”Geraldo Alckmin

El exgobernador de San Pablo también hizo un llamado a la unidad nacional para enfrentar a Bolsonaro.

“Con Lula nos enfrentamos en una segunda vuelta en 2006, pero en nuestra disputa nunca se puso en duda la cuestión democrática, nunca se cuestionó el valor de la democracia. Nuestra primera tarea, entonces, es combatir la mentira, que es lo peor que hay para el régimen democrático. Combatir a los que dudan del sistema electoral, los que amenazan a la corte suprema y al Congreso”, afirmó.

En ese marco, sostuvo que este es un “momento excepcional de la vida brasileña” y citó al exprimer ministro británico Winston Churchill al referirse a dejar atrás las diferencias históricas con Lula para construir una fórmula presidencial conjunta.

“Churchill decía que si nos peleamos por lo que ocurrió en el pasado no podremos pensar en construir en el futuro”, dijo Alckmin.

El PSB gobierna tres estados de Brasil (Paraíba, Maranhao Espirito Santo y Pernambuco) y la alianza con el PT permitiría al partido de Lula gobernar San Pablo por primera vez con el exintendente y exministro de Educación Fernando Haddad.

Quién es Alckmin

Oriundo de Pindamonhangaba, interior de San Pablo, anestesista y vinculado históricamente a sectores conservadores de la iglesia como el Opus Dei, Alckmin hizo su carrera política en el PSDB al lado de su mentor, Mario Covas, exgobernador de San Pablo.

La muerte de Covas permitió a Alckmin tomar su camino en un partido como el PSDB, en el que tuvo que convivir y enfrentar en su carrera a figuras del porte de Fernando Henrique Cardoso y José Serra, pasando también por el actual aspirante por ese partido, Joao Doria, actual gobernador paulista.

En 2018 Alckmin recibió el 5% de los votos en la elección en la que se impuso Bolsonaro, el peor resultado electoral del PSDB, que en su mayor parte había abrazado al ultraderechismo del excapitán del Ejército.

Pero la verdadera sorpresa política la dio el propio Lula, que accedió a dialogar con Alckmin a instancias de Fernando Haddad, exintendente de San Pablo y excandidato presidencia

Los próximos pasos

En la conferencia de prensa depsués de la afiliación, Alckmin se negó a revelar sus próximos pasos para ser vicepresidente de Lula, pero aclaró que ello dependerá de la conducción del partido.

Alckmin fue preguntado sobre si él sería el encargado de apaciguar al mundo empresarial temeroso de una supuesta radicalización del exsindicalista, negó esas preocupaciones y dijo que el gobierno de Lula entre 2003 y 2010 tuvo responsabilidad fiscal.

“Lo que hace la diferencia es el crecimiento y la reducción de la desigualdad, la política debe ser diálogo, paz, conversación, trabajar por el otro”, apuntó.

Parte del PSB siempre fue un aliado histórico de Lula, sobre todo en el nordeste.

El mensaje de unidad con el PT fue inequívoco cuando en el acto de afiliación se presentó la titular de la fuerza de Lula, la diputada federal Gleisi Hoffmann.

En Pernambuco, estado natal de Lula, gobierna el PSB desde 2003 y el arquitecto de este partido fue Eduardo Campos, exgobernador pernambucano que fue candidato en 2014 y falleció en plena campaña, al caer el avión en el que viajaba para un acto en la ciudad de Santos, San Pablo.

Generalmente Lula ha renunciado a imponer sus candidatos en Pernambuco y permitir el avance del PSB, una ecuación que pretender mantener para que Haddad pueda ser candidato de esta alianza en San Pablo, el estado más poblado del país y el más rico, que aporta el 35% del PBI de Brasil.

El mensaje de unidad con el PT fue inequívoco cuando en el acto de afiliación se presentó la titular de la fuerza de Lula, la diputada federal Gleisi Hoffmann.

Líneas internas del PT y de sus aliados de izquierda rechazan el ingreso de Alckmin, un histórico rival que apoyó la destitución de Dilma Rousseff en 2016, cuando era gobernador de San Pablo por el PSDB.

El expresidente Lula había defendido el martes una coalición con Alckmin para retirar del poder a Bolsonaro.

“Estoy convencido de que si podemos construir esa fórmula será un beneficio muy grande para Brasil y podremos hacer un gran gobierno si ganamos las elecciones”Lula da Silva

“Estoy convencido de que si podemos construir esa fórmula será un beneficio muy grande para Brasil y podremos hacer un gran gobierno si ganamos las elecciones. Vamos a ver si podemos construir ese entendimiento”, dijo Lula.

En la entrevista, el expresidente brasileño dijo que, en caso de regresar al poder, no le cerrará las puertas a negociar con el grupo de derecha llamado Centrao, que actualmente le otorga la mayoría parlamentaria a Bolsonaro, que aspira a la reelección en octubre.

Lula además apuntó que la elección se encamina a una polarización con Bolsonaro.

No es la primera vez que Lula busca alianzas a la derecha. Ya lo hizo durante sus ocho años de gobierno llevando como vice al empresario textil y multimillonario José Alencar, el patriarca del imperio Coteminas.

telam.com.ar


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