Videos publicados en redes sociales muestran afectaciones por bombardeos en el centro de Kiev, la capital Ucraniana. Rusia y Ucrania cerraron la puerta al diálogo.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó detener la ofensiva del Ejército ruso ayer, 25 de febrero de 2022, en Ucrania. Esperaba una respuesta de Kiev sobre un proceso de negociación para detener la guerra, pero tras la negativa de Ucrania ordenó su reinicio.
El avance de los tanques rusos hacia la capital ucraniana, el toque de queda, las constantes alarmas antiaéreas y el éxodo de su población han convertido Kiev en una ciudad fantasma.
Durante la madrugada de este sábado 26 de febrero de 2022 la ciudad sufrió ataques aéreos. Videos en redes sociales mostraron edificios presuntamente impactados por misiles balísticos. El ejército ruso aseguró que usaron misiles, tanto marítimos como aéreos, para afectar a infraestructura militar ucraniana.
«Como la parte ucraniana rechazó en esencia las conversaciones, hoy se reanudó el avance de las tropas rusas en correspondencia con el plan de la operación», dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
El presidente ucraniano emitió un mensaje en video tras la noche de bombardeos en Kiev: «Estoy aquí. No depondremos las armas. Defenderemos nuestro estado».
Debido a la escalada del conflicto, el Gobierno de Ucrania se habría planteado liberar a los presos para que se integren a milicias populares. «El régimen nacionalista en Kiev reparte en masa y sin control armas automáticas, lanzagranadas y municiones a civiles».
Países muestran su apoyo a Ucrania
Bélgica anunció que enviará 2.000 metralletas y 3.800 toneladas de combustible a Ucrania para ayudar al gobierno del presidente Zelenski a combatir a las tropas rusas. Así lo ha anunciado el primer ministro belga, Alexander De Croo, en un mensaje compartido en la red social Twitter.
«Nuestro gobierno suministrará 3.800 toneladas de combustible y 2.000 metralletas al ejército ucraniano», informó el Primer Ministro, quien además aseguró que el país está llevando a cabo un «análisis más en profundidad» de las peticiones de Kiev.
El Gobierno de Holanda también anunció el envío a Ucrania de 200 misiles tierra-aire de tipo Stinger “lo antes posible”. Estos se suman a los 3.000 cascos de combate, 2.000 chalecos con placas de blindaje, 30 detectores de metales, dos robots de detección de minas guiados por cable, dos radares de vigilancia, 100 rifles de francotirador y 30.000 piezas de munición prometidos por La Haya.
Francia también decidió enviar equipo militar defensivo a Ucrania como apoyo al país ante la operación rusa.
Las fuerzas militares de Reino Unido también llegaron al este de europa para reforzar la OTAN tras la incursión de Rusia en Ucrania. Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, expresaron su apoyo al pueblo de Ucrania.
El primer Ministro de Reino Unido, Boris Johnson, emitió por su parte un video en el que hace un llamado a la población rusa: “Al pueblo de Rusia: no creo que esta guerra sea en su nombre. Esta crisis, esta tragedia, puede y debe llegar a su fin. Porque el mundo necesita una Ucrania libre y soberana”.
A su vez, Estonia, Letonia y Lituania tomaron la decisión de cerrar su espacio aéreo para aviones rusos.
Kiev, una ciudad fantasma
El silencio sepulcral en Kiev solo es roto por las sirenas, las campanas de las iglesias y los esporádicos bombazos y disparos que se pueden oír en distintos barrios de la ciudad.
Los kievitas sólo salen a la calle para hacer acopio de alimentos. Apenas un par de tiendas no han cerrado sus puertas en el centro de la ciudad. Incluso los restaurantes de comida rápida dejaron de servir hace ya dos días.
En las pocas tiendas abiertas ya hay colas, ya que la gente se prepara para un asedio. Hace días que las estanterías de algunos supermercados céntricos ya estaban vacías.
Hay prisa en los rostros de la gente, ya que el Ayuntamiento ha alargado el toque de queda. Ahora, queda prohibido salir a la calle después de las cinco de la tarde.
Más que una ciudad parece un paisaje lunar. Sólo los miembros de las fuerzas de autodefensa rompen la monotonía en las calles con sus patrullas.
«Esto es una locura. Los rusos se están acercando», comentó uno de ellos frente a la Catedral de Santa Sofía.
De repente, en plena calle, frente al memorial dedicado a los caídos en la guerra del Donbás aparece Sviatoslav Yurash, el diputado más joven de Ucrania.
Ataviado con un elegante abrigo negro, el parlamentario oficialista de 26 años lleva orgullosamente un fusil Kaláshnikov al hombro.
«Los rusos están intentando entrar en la ciudad y están enviando diferentes grupos subversivos. Kiev es una ciudad de millones de personas. Así que le digo a la prensa: ¡No pasarán!», comentó Yurash, quien participó en la revolución del Maidán de 2014.
En el país, civiles han empezado ofrecerse para tomar armas y unirse al enfrentamiento.
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