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VOA.- El 30 de octubre de 1961, la Unión Soviética hizo una prueba de la mayor arma nuclear jamás creada. La “Bomba del Zar”, como llegó a ser conocida, fue 10 veces más potente que la suma de todas las municiones usadas en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque su propósito original fue demostrar al mundo, y especialmente a Estados Unidos, que la Unión Soviética era capaz de producir esos armamentos, también implicó un sorprendente giro a las pruebas futuras de armas nucleares.

Carrera militar en marcha

A principio de la década de 1960, las relaciones entre la Unión Soviética y Estados Unidos eran tensas: ambos países estaban en medio de la Guerra Fría, luchando por el dominio geopolítico, ideológico y militar.

Estados Unidos ya había probado la primera bomba de hidrógeno del planeta, llamada “Mike”, en 1952 y su mayor bomba nuclear, “Castle Bravo”, en 1954. La Unión Soviética trabajaba además para desarrollar una bomba de hidrógeno y logró detonar su primera en 1955.

Sin embargo, eso fue solo el principio. El líder soviético, Nikita Jrushchov, quería demostrar el poderío militar de la URSS, de modo que ordenó la creación de la bomba más poderosa jamás fabricada.

¿Cómo funciona una bomba de hidrógeno?

La Bomba zar era una bomba de hidrógeno aérea, también conocida como un arma termonuclear, que usualmente se describe como una versión más avanzada y poderosa que una bomba atómica. Mientras las bombas atómicas usan uranio o plutonio en la mayoría de los casos, las bombas de hidrógeno necesitan también isótopos adicionales de hidrógeno llamados deuterio y tritio.

La reacción que causa la explosión es también diferente. Las bombas atómicas detonan por fisión, un proceso de compresión del núcleo de uranio o plutonio, que divide los átomos y libera grandes cantidades de energía.

En el caso de las bombas de hidrógeno, la energía se libera por fisión y fisión secundaria, que hace mucho más poderosa la explosión.

Las especificaciones varían entre las diferentes bombas de hidrógeno. Por ejemplo, el científico y disidente soviético Andréi Sájarov, un miembro del programa nuclear de la URSS, ideó un diseño llamado “sloika” (torta de capas). Este método usa capas alternas de deuterio y uranio. Fue una gran contribución al desarrollo de la bomba de hidrógeno en la Unión Soviética.

¿Cómo lucía la bomba más poderosa?

La Bomba del Zar recibió muchos nombres técnicos, como Proyecto 27000, Producto Código 202 y RDS-220. Tenía 8 metros de largo, un diámetro de 2 metros y pesaba alrededor de 25 toneladas. Sus proporciones la hacían muy difícil de manejar y tampoco podía cargarla ninguno de los aviones que tenía la Unión Soviética en esa época.

Originalmente, se suponía que la bomba desatara 100 megatones, pero los científicos temieron la precipitación radiactiva y sus efectos potenciales en la salud humana, y por eso decidieron usar tres capas de plomo en lugar de tres capas de uranio para reducir la explosión a la mitad.

El día de la explosión

El 30 de octubre de 1961, un avión Tupolev Tu-95 despegó del aeródromo de Olenya, en la península de Kola. A pesar de ser el avión más grande de la flota soviética, nunca había cargado un dispositivo tan pesado y hubo que modificarlo. Así y todo, la bomba no cupo dentro del avión y fue necesario colocarla debajo del aparato. Además, para protegerlo del calor generado por la explosión, fue pintado de blanco.

Su piloto, el mayor Andréi Durnovtsev, ascendió a 10 kilómetros de altura y voló hacia el estrecho de Matochkin, en el archipiélago de Nueva Zembla, en el Círculo Polar Ártico. Iba acompañado por otro avión, un bombardero Tu-16, que filmaría la explosión.

La Bomba del Zar fue lanzada en el archipiélago de Nueva Zembla. Para dar algún tiempo a los aviones a que pudieran escapar del lugar, el artefacto debía descender en un paracaídas para desacelerar su caída y estallar a 4.000 metros de altura, aunque a pesar de estas precauciones se calculó que la probabilidad de supervivencia de la tripulación era del 50 por ciento.

A las 11:32 de la mañana, hora de Moscú, la bomba hizo explosión. Creó una bola de fuego de unos 8 kilómetros de ancho y el resplandor pudo observarse hasta a 1.000 kilómetros de distancia. Todos los edificios en un radio de 55 kilómetros del lugar de prueba en Sukhoi Nos quedaron totalmente destruidos, así como muchas ventanas a cientos de kilómetros de la explosión.

La onda de choque generada después de la explosión dio la vuelta tres veces alrededor del planeta. También hizo descender al Tu-95 unos 1.000 metros, pero el piloto logró recuperar el control y aterrizar sin problemas.

La explosión generó alrededor de 57.000 kilotones de energía. En comparación, las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial generaron 15 y 21 kilotones, respectivamente. La mayor bomba nuclear ensayada por Estados Unidos fue de 15.000 kilotones.

La nube en forma de hongo u hongo nuclear de la bomba ascendió de 60 a 70 kilómetros de altura. Afortunadamente, la bola de fuego no hizo contacto con la tierra y por tanto el nivel de radiación fue relativamente pequeño, comparado con el tamaño de la bomba. Sin embargo, según algunas fuentes, se registró cierta precipitación nuclear en la península Escandinava.
Comparación de alturas de los hongos nucleares

¿Qué sucedió después?

Después del ensayo de la Bomba del Zar en 1961, las pruebas nucleares continuaron y Jrushchov incluso ordenó la detonación de otra bomba de megatones pocos meses después. El año siguiente, las pruebas alcanzaron un máximo de 79, pero también aumentaron los esfuerzo para poner fin a los ensayos atmosféricos de armas nucleares.

En 1963, Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética firmaron el Tratado de prohibición parcial de ensayos nucleares, que prohibió las pruebas en la atmósfera, el espacio exterior y submarinas. El acuerdo fue más tarde abierto para otros países. Desde entonces, los ensayos nucleares han sido subterráneos.

El último ensayo nuclear de la Unión Soviética fue en 1990 y de Estados Unidos en 1992. Cuatro años después, el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares prohibió las pruebas de armas nucleares en todos los entornos.


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