El derrame en la zona de Ventanilla ha afectado más de 20 playas, y cientos de miles de kilómetros de litoral.
El presidente de Perú, Pedro Castillo, aprobó este jueves la Declaración de Emergencia Climática Nacional mediante la promulgación de un Decreto Supremo que la considera de interés nacional.
La declaración fue anunciada durante la visita del mandatario al litoral de Ventanilla, lugar afectado por el derrame de crudo ocurrido el pasado día 15 de enero, el cual ha dañado “para el componente suelo (franja de playa-litoral) es de 1.739.950,9 m2 y para agua (mar) es de 1.186.965,8 m2”, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).
Junto al mandatario estuvieron la primera ministra, Mirtha Vásquez, y el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, quien destacó que esta acción significa un hito histórico en respuesta a las medidas promovidas por entes internacionales sobre el cuidado del medio ambiente.
El funcionario pormenorizó que la legislación frena la deforestación, el uso indiscriminado de acuíferos, y otros actos que van en detrimento de la naturaleza, al tiempo que impulsa el reciclaje, y el establecimiento de una economía baja en carbono, entre otras medidas para preservar recursos y ecosistemas.
Esta medida significa un avance en el propósito expuesto por el mandatario en Naciones Unidas, cuando aseveró que es momento de replantearse las actividades para lograr un desarrollo sostenible en armonía con la naturaleza, y legar un planeta habitable para futuras generaciones.
El derrame en Ventanilla
El Gobierno peruano implementó, a partir de este jueves, nuevas medidas para enfrentar el desastre ocurrido en el litoral de Ventanilla donde se derramaron más de 6.000 barriles de petróleo que ha afectado a al menos 21 playas de Ventanilla, Santa Rosa y Ancón.
Entre ellas está la creación de un Comité de Crisis para atender y responder de forma organizada ante el desastre, integrado por los ministerios del Ambiente (Minam), Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), Defensa, Producción y Relaciones Exteriores, junto con la Presidencia del Consejo de Ministros.
Vásquez detalló que el OEFA dictaminó que la transnacional española Repsol tendrá que responder ante los daños provocados en la zona y subrayó que la Procuraduría Pública del Minam está encargándose de las labores civiles indemnizatorias.
De igual forma, pormenorizó que se contará con un plazo de diez días para transportar de forma segura los residuos petrolíferos.
Por su parte, el titular del Minam, Ramírez, exigió que la refinería de La Pampilla acelere las labores de limpieza y saneamiento de las playas dañadas por el siniestro.
Respecto con el reporte inicial del derrame informado por Repsol, la presidenta del OEFA, Miriam Alegría, explicó que la compañía describió un incidente mucho menor al que fue, con un supuesto derrame de 0.16 barriles de petróleo, y una afectación cercana a los 2.5 metros cuadrados.
Asimismo, subrayó que, ante el oleaje provocado por el volcán y tsunami ocurrido en Tonga, se había puesto en marcha un plan de contingencia, pero que se investiga si este fue puesto en marcha correctamente o no.
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