El aula no es uno de los espacios más propensos a contagios

En seis meses, las instituciones educativas no han presentado rebrotes. Las clases presenciales significan nivelación y salud mental.

El retorno paulatino a las clases presenciales se inició en Ecuador el 7 de junio de 2021. Entre más de 600.000 estudiantes se han presentado 31 contagios, lo que representa el 0,004%. Además, ninguna institución educativa ha presentado rebrotes.

Estos no solo indica que los protocolos de bioseguridad se cumplen, sino que las escuelas y colegios son lugares seguros frente a la Covid-19.

Burbujas sociales

Hay que detallar que ningún espacio es 100% seguro de contagios, tanto del coronavirus, como de otras enfermedades virales. Sin embargo, las instituciones educativas representan ‘burbujas sociales’ que significa que, un mismo grupo de personas se encuentra en un mismo espacio.

Las ‘burbujas sociales’ permiten tener mayor control del estado de salud de cada persona, algo que no pasa en eventos masivos, en el transporte público o en centros comerciales, donde mantener un seguimiento epidemiológico individual es imposible debido al gran flujo de personas que frecuentan estos espacios.

La falsa sensación de protección

Unicef ha hecho distintos exhortos a que se apueste por la presencialidad. Para la institución, el debate no debería centrarse en si se abren o no las escuelas, sino en que los establecimientos cuenten con las medidas adecuadas de bioseguridad.

“Reabrir las instalaciones educativas no representaría un riesgo considerable si se toman las medidas necesarias de bioseguridad y autocuidado”, señala Unicef, opinión sustentada en un estudio en el que se concluyó la no relación entre la apertura de las escuelas y el avance del coronavirus.

Marianella Alcívar, psicóloga educativa, dice que los padres tienden a crear una falsa sensación de protección, privando a los niños de actividades esenciales como ir a clases.

“Creen que los niños están mejor cuando están cerca de sus padres, así sea en una aglomeración, más que en el colegio, donde no los están viendo todo el tiempo. Es descabellado, pero un gran número de cuidadores piensa así”, menciona.

Impacto del aprendizaje y la salud mental

Los estudiantes fueron de los primeros grupos en estar en cuarentena (12 de marzo 2020 la educación pasó a ser  virtual) y el último en retornar, de los cuatro millones de estudiantes cerca de un millón ya van a clases presenciales.

Esto no solo ha generado retraso educativo, especialmente en quienes empiezan a leer y escribir y cuya nivelación debe realizarse de manera presencial. Sino que existen afectaciones a nivel de salud mental.

El ‘encierro’ supone secuelas psicológicas en los menores. Según una encuesta levantada por Unicef donde preguntaron a 4.500 representantes de niñas, niños y adolescentes cómo se sentían sus hijos en Ecuador, 4 de cada 10 afirmaron que se sentían muy angustiados o tensionados.

Esta situación resultó ser más frecuente entre quienes estudian en educación básica superior o bachillerato.

Según estos datos, del total de estudiantes que han sentido angustia o tensión, tres de cada 10 han recibido apoyo emocional por parte de docentes y de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE).

Sitios con mayor riesgo de contagio

1.   Hospitales
2.   Transporte público
3.   Bancos y cajeros
4.   Ascensores
5.   Mercados
6.   Supermercados / patios de comida
7.   Restaurantes
8.   Consultorios (médicos, de belleza)
9.   Farmacias
10. Espacios-eventos públicos donde no se mantenga distanciamientos
11. Vehículos particulares (principalmente si se transporta a personas que no son del núcleo familiar sin mascarilla, ni ventilación)

Un estudio de Unicef en 191 países concluyó que, no existe una relación directa entre el cierre o la apertura de las escuelas y las tasas de contagio de Covid-19 en la comunidad

El retorno a las clases presenciales se trasladó del 17 de enero de 2022, al 7 de febrero, en la Sierra,  y al 3 de mayo en la Costa.

Cerca del 70% de estudiantes entre 12 y 17 años han recibido al menos una dosis contra la Covid-19. Y un 50% de 5 a 11 años.

Puedes vacunar a tu hijo contra la covid-19, desde los cinco años de edad, en los centros de salud o escuelas.