Avasalladores armados, torturaron y amenazaron con linchar a periodistas. 17 personas fueron retenidas por grupos irregulares armados en la zona Las Londras. Un enfrentamiento entre campesinos y avasalladores dejó cuatro heridos de bala, dos de ellos de gravedad.
Imagen El Deber
Periodistas, fotorreporteros y camarógrafos vivieron en carne propia la violencia que ejercen los invasores de tierras en Las Londras, que hoy es tierra de nadie y donde actúan al margen de la ley. Hay avasallamiento, robo de maquinaria, heridos por arma de fuego, se secuestró periodistas, se golpeó policías, pero no hay un solo detenido.
La mañana del jueves cuando cumplían un trabajo de cobertura en el lugar fueron emboscados y amenazados de muerte por un grupo irregular armado que se instaló en el predio Las Londras en la provincia Guarayos ubicada a 200 kilómetros del departamento de Santa Cruz, considerada el motor económico de Bolivia. Encapuchados para ocultar su identidad, golpearon policías y encañonaron periodistas, habitantes de tierras vecinas dicen cuando alguien se acerca a menos de 300 metros del lugar disparan sin ningún miedo.
Róger Ticona, camarógrafo de la RED PAT, pudo escapar y Anapo le facilitó una avioneta para retornar a la ciudad de Santa Cruz, donde llegó cerca de las 15 horas del jueves. En su testimonio, relata que los enviados de los medios de prensa se encontraban a unos 800 metros del punto de conflicto, aguardando las negociaciones de la Policía Boliviana con un representante de los avasalladores, cuando fueron emboscados por personas encapuchadas y armadas.
“Nos bajaron de los microbuses. Yo estaba en el último vehículo y cuando vi lo que pasaba, salí corriendo al monte junto al conductor de la camioneta en la que me transportaba, en unos segundos aparecieron estos encapuchados con armas y nos sorprendieron”, cuenta que huyó en la única camioneta a la que no le habían disparado a los neumáticos.
Los periodistas fueron transportados hasta el lugar por la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo) que pusieron a disposición vehículos para que los medios de prensa puedan realizar la cobertura informativa en el lugar donde un día antes un grupo delincuencial que portaba armas de fuego invadió la propiedad Las Londras, causando heridas de bala a cuatro trabajadores y se apropió del combustible.
“Lamentamos que esta acción violenta protagonizada por grupos irregulares se produzca un día después que organizaciones sindicales reunidas en torno a un Pacto de Unidad, emitieran un comunicado que condena el trabajo de los periodistas y medios de comunicación durante las elecciones de 2019 y 2020”, expresó un pronunciamiento, emitido con rótulo de urgente, por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) que representa a los principales medios impresos de Bolivia.
Periodistas de cinco medios de comunicación fueron secuestrados y torturados durante siete horas por personas encapuchadas y armadas en una propiedad agrícola ubicada en Guarayos
TESTIMONIOS
Jorge Gutiérrez – Fotógrafo de EL DEBER
“Fue uno de los momentos más tensos de mi carrera”
“Pasamos los alambres cortados. Iban unas seis camionetas y nos acompañaban cuatro policías. A medida que avanzábamos el número de comunarios iba en aumento. El jefe de la Policía se acercó a ellos y le explicó el trabajo que estábamos haciendo y si ellos querían dar su versión de los hechos. De repente unos diez encapuchados con armas de fuego salieron de los costados. Cuando quisimos subir a las camionetas ya era tarde. Estábamos rodeados. Nos gritaron que nos quedemos quietos. Qué cuánto nos pagaban y que éramos unos traidores. A un colega le quisieron quitar su cámara. Lo golpearon en la cabeza y se la rompieron. A los policías y a los trabajadores los empezaron a golpear y patear una y otra vez sin parar.
A nosotros nos obligaron a tirarnos al piso. De las seis camionetas, dos que en principio lograron escapar, una fue capturada y a todas las personas que iban en esa movilidad las trajeron hasta donde estábamos nosotros. El ambiente era muy pesado. Estas personas son violentas y cuando nos pidieron que nos tiremos boca abajo pensé que nos iban a disparar. Sentí mucho miedo.
Luego nos gritaron que nos levantemos y nos llevaron a su campamento. En ese lugar, otra vez volvieron a golpear a los trabajadores y a los policías. Fueron horas de mucha tensión, la Policía negociaba con los líderes del grupo para convencerlos de que no valía la pena que nos sigan teniendo secuestrados, pues la situación podía empeorar.
Los cabecillas no se decidían. Hablaban entre ellos, mientras las 17 personas que nos encontrábamos en el campamento no sabíamos qué esperar. Por fin, alrededor de las 18:00 optaron por dejarnos libres. Fue la mejor noticia que nos podían dar. Nos fuimos sin mirar atrás”.
Silvia Gómez – Periodista de UNITEL
“Cuando nos apuntaron con las armas pensé que moría”
“Ya salimos. Estuvimos siete horas como rehenes. La gente nos emboscó, salieron del monte con escopetas, directo a disparar, a amenazarnos, a golpearnos. Nos quitaron las cámaras. Dispararon a las cámaras, dispararon a las llantas de los vehículos en los que nos trasladamos. Los policías también fueron agredidos, no los respetaron.
A un colega le dieron con la culata de la escopeta para que suelte la cámara. Nos pusieron boca abajo en el piso, estas personas nos llevaron a un galpón, adentro, donde están asentados.
Eran 80 personas, entre hombres y mujeres. Todos encapuchados. Nos golpearon, preguntaron por qué vinimos, cuánto nos pagaron. Al momento en que nos golpeaban en el piso y nos apuntaban con el arma, creí que no íbamos a salir de ahí.
El comandante de la Policía tuvo que dialogar con ellos. No querían liberarnos hasta que llegue una autoridad. Dijeron que nos iban a prender fuego, el coronel los persuadió, pese a que lo golpearon. Les dijo que la Policía ya estaba llegando.
Nos emboscaron, eran muy violentos. Nos quitaron el equipo de prensa, los teléfonos. Agarraron la cámara, la destrozaron, en el galpón me jalaron de los cabellos, por más que les supliqué, pero no escuchaban y seguían golpeándonos, unas 30 personas, con palos y a patadas. Nos quitaron todo el material, dispararon a la cámara, destrozaron las cámaras de otros canales.
Salimos con las llantas pinchadas hasta una propiedad cercana. Ellos (los secuestradores) estaban con motocicletas y dijeron que si nos interceptaban otra vez nos atraparían y que no digamos cómo se generó este conflicto. Gracias a Dios logramos salir con vida, con susto. Tenemos golpes mi camarógrafo y yo. Estamos bien. Estamos a buen recaudo, eso es lo más importante.
Mauricio Gómez – Periodista de RED UNO
“Nos emboscaron con armas de fuego, nos sorprendieron”
“Gracias a Dios estamos bien. Mil disculpas si me pongo así, pero nos sucedió algo con lo que no contábamos. Nos emboscaron, nos sorprendieron con armas de fuego. A otros medios de comunicación les dispararon a las cámaras. Son momentos traumáticos. A Nicolás y a mí nos pusieron boca abajo, no podíamos mirar a nadie. A un colega lo golpearon de forma exagerada y para detenernos nos dispararon a 20 centímetros de los pies. El colega que logró escapar fue de película, ellos dispararon a la camioneta en dos ocasiones. Fueron siete horas de angustia. Nos humillaron. No escuchaban explicaciones.
A mi camarógrafo lo golpearon, lo patearon en la cabeza, lo cachearon. A nuestra colega de otro canal, vinieron mujeres y la golpearon”.
Percy Suárez – Camarógrafo de ATB
“Creo que me rompieron los oídos. Tengo mucho dolor”
“Todo fue muy rápido. No hubo tiempo para reaccionar o para poder defendernos. Yo estaba grabando cuando de pronto nos encontramos rodeados por varias personas que estaban armadas y encapuchadas, nos empezaron a gritar. Uno de nuestros colegas pudo escapar, pero los demás no tuvimos esa suerte por lo que quedamos como rehenes. Quisieron quitarme por la fuerza mi cámara y no la solté; entonces, me dieron un cachazo y luego un palazo en la cabeza y ahí solté mi cámara que luego la destrozaron a palazos. Ahora, apenas llegue a Santa Cruz iré a la Caja (de Salud), siento un fuerte dolor en la cabeza y en mis oídos. Creo que por el golpe me lo rompieron. No sé. Veré qué me dicen los médicos”.
Imágenes aéreas verificaron que un campamento fue instalado en el lugar, hay carpas y desmontes. Se comprueba existencia de Grupos Armados en Bolivia a pesar de la negativa del gobierno.
El secuestro de periodistas y la agresión a policías fue parte de una seguidilla de acciones que mostraron la violencia con la que actúa este grupo. El 23 de octubre la Policía recibió la denuncia sobre los avasallamientos y robo de maquinaria, el 27 se reportó personas heridas y privadas de libertad y un día después se ejecutó la emboscada.
La Policía realizó una verificación de los hechos denunciados y comprobó la presencia de 70 personas con machetes y armas de fuego y para prevenir hechos de violencia, los uniformados se retiraron del lugar. No hay un solo detenido.
El fiscal departamental de Santa Cruz, Roger Mariaca, confirmó la presencia de hombres armados en la propiedad Las Londras, del municipio de El Puente, y que se conformó una comisión de fiscales para esclarecer de manera rápida el secuestro que sufrieron periodistas, policías y civiles.
“Estamos ante personas que están armadas, no lo digo yo, lo dicen los testimonios y declaraciones de periodistas, bajo ese entendido tenemos que ser responsables y armar estrategias para detener estos hechos violentos”, expresó.
El representante del Ministerio Público dijo que para realizar una investigación “transparente y frontal” mantuvo una reunión con el comandante de la Policía de Santa Cruz, Orlando Ponce, y el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Edson Claure, para coordinar esfuerzos y esclarecer el hecho violento.
“Hemos conformado una comisión compuesta por cuatro fiscales, la cual está encabezada por el fiscal asignado en Guarayos, quienes tomarán la declaración a víctimas y testigos. Los delitos investigados son portación ilícita de armas de fuego, lesiones graves y leves, y privación de libertad”, agregó.
Por su parte, el jefe de la FELCC, Edson Claure, dijo que fueron citados para que declaren los siete periodistas víctimas de secuestro y agresiones físicas el jueves, también reconoció que se habían producido enfrentamientos armados anteriores en la zona, aunque todavía no se logró esclarecer los hechos.
Señaló que con los testimonios se buscará identificar a los autores materiales de los delitos, para aprehenderlos y ponerlos frente a la justicia. Asimismo, dijo que las 17 personas retenidas fueron liberadas y regresaron a sus lugares de origen.
Mientras que el comandante policial Orlando Ponce explicó que el fuerte contingente policial que se envió a Las Londras no intervino contra los encapuchados, porque las víctimas fueron liberadas minutos antes, luego de un diálogo con los policías de la Chiquitanía, que también estaban bajo secuestro.
Además, confirmó que un efectivo policial sufrió la fractura de una costilla durante la agresión y fue internado en un hospital de Montero, a la espera de recibir su alta médica, pero su cuadro de salud es estable.
Gobierno anuncia investigación
La arremetida violenta contra periodistas, policías y civiles por un grupo de personas armadas será investigada, así lo confirmó esta mañana el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. Prometió llevar a los responsables ante la ley. También ratificó que este grupo porta armas de forma ilegal.
“Realizaremos todas las acciones correspondientes para llegar a la verdad material de lo que sucedió en estos hechos y las personas responsables serán puestas ante la justicia”, advirtió.
El artículo 121 del Código Penal señala que “los que organizaren o integraren grupos armados irregulares, urbanos o rurales, bajo influencia interna o externa, para promover enfrentamientos armados con fuerzas regulares o de seguridad pública, o para cometer atentados contra la vida y seguridad de las personas, la integridad territorial o la soberanía del Estado, serán sancionados con la pena de quince a treinta años de presidio”.
* No se puede justificar la violencia, tampoco se puede normalizar que civiles porten armas ni se puede permitir que los trabajadores de medios de comunicación, que cumplen con la función de informar, sean amenazados, retenidos y humillados. Los medios de comunicación tanto de televisión como de prensa escrita quedaron indefensos ante la violencia que sufrieron cuando realizaban su trabajo de la denuncia de avasallamiento de tierras en Guarayos.
LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS NO DEBEN SER TRANSGREDIDOS BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA
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