A un poco más de 100 días al frente del Gobierno, el presidente Guillermo Lasso hizo esta semana los primeros cambios en su gabinete; unos por renuncia voluntaria, y otros, como en el caso de la exministra de Bienestar Social, Mae Montaño, a quien le pidieron que renunciara (según contó en un comunicado). Esto ha dado paso a diversas lecturas al respecto.
Para la analista política y docente de la Universidad Católica, Nathalie Sierra, se acabó el tiempo de tregua que estaba ligado a la vacunación, y ahora al Presidente le toca afrontar problemas estructurales que se venían arrastrando desde antes de la pandemia, entre ellos el tema económico. Y estos cambios tendrían que ver con que el Presidente quiere tener más control político de los ministerios, lo que se ha evidenciado en la carta de la exministra Montaño.
“Si bien el gobernante tiene la potestad, hay que entender que el Gobierno no es la empresa privada, ni el banco privado del Presidente, y por ser el poder que administra el Estado, él tiene que dar cuentas al pueblo; y el no decir el por qué saco a los ministros, si no se transparenta vienen las dudas de si estos cambios obedecen a acuerdos políticos, que fueron criticados en el gobierno anterior”, sostuvo la analista.
Sierra va más allá y dice que, al parecer, lo que hubo fue una especie de «relleno» en los ministerios solo con el objetivo de cumplir con lo que quería de la vacunación, por lo que cree que en los próximos meses habrá más cambios en el gabinete.
De su parte, el ex asambleísta constituyente y legislador por el Partido Social Cristiano (PSC), Luis Fernando Torres, cree que lo sucedido con los cambios en el Gobierno demuestra que hubo improvisación en su designación.
«Cambiar a ministros de importantes áreas como lo social y lo agrícola, y cambiar a la cabeza del IESS, cuando han pasado un poco más de tres meses, significa que en su designación hubo improvisación. Y la improvisación tiene consecuencias porque no garantiza la continuidad en la elaboración y ejecución de políticas públicas», asegura.
En tanto que para el constitucionalista Ismael Quintana, la decisión obedece a que el Presidente Lasso tras una evaluación de estos meses de gestión, observó que los ministros removidos no cumplieron con las expectativas que tenía el Mandatario, ya que en algunos casos las conductas de los ministros se apartan del plan de Gobierno y en otros casos su separación se debe a temas personales.
“Hay casos en que uno podría identificar razones del porqué el Presidente Lasso los ha removido. Es el caso de la exministra Montaño, una funcionaria que, de acuerdo con lo que se ha señalado, es una persona que habría utilizado al Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) como una especie de plataforma política personal; en otros casos, se trataría de incapacidad en el desempeño de funciones; ese sería el caso de la exministra Tanlly Vera, que estaba en el Ministerio de Agricultura, área en donde desde el inicio del Gobierno hubo problemas y que no ha podido solucionar”, afirma.
Para los tres analistas, el tema del cambio en el delegado del Ejecutivo en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) crea dudas, puesto que es un sector muy delicado y donde no se ve una política clara de a dónde se quiere encaminar.
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