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Vie. Nov 22nd, 2024
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Responsabilidad y seguridad son los factores principales para que el uso y cuidado de las armas de fuego que el Gobierno entrega a la Policía Nacional sea  el adecuado por parte de los servidores policiales, para evitar inconvenientes y una posible mala utilización.

Bajo este concepto, el rastrillo, lugar destinado al cuidado de las armas, juega un papel importante y cuya actividad empieza desde antes que aparezca el sol, bajo un proceso muy riguroso por la seguridad de todos.

“El cuidado del arma de dotación es responsabilidad de cada uno de los policías cuando esté en servicio y, para hacer uso de sus días de descanso, obligatoriamente deben entregar su arma en el rastrillo, la cual se le devolverá cuando nuevamente retome sus actividad”, indicó el coronel Marcelo Tobar, jefe de subzona Azuay.

Proceso

El suboficial Nery Ullaguana es el encargado del rastrillo, minutos antes de la 06h00 abre las puertas del mismo para recibir y entregar las armas de cientos de policías que salen con descanso o regresan del mismo, una labor que los días martes y viernes tiene un inusual movimiento.

El protocolo es simple pero obligatorio, los uniformados llegan con su arma, le retiran la alimentadora y la rastrillan en un lugar especial de seguridad con un pozo de arena, para evitar que un proyectil se quede en la cámara y se dispare accidentalmente antes de entregarla al encargado.

Una vez el arma este segura, el policía indica registra su nombre e indica el código del arma y el número del casillero que posee, asimismo firma un libro donde se detalla las condiciones del artículo y la fecha en que la entrega o retira, dependiendo el caso.

El proceso no tarda más de cinco minutos, pero es un tiempo necesario para garantizar el buen uso de las armas de dotación de la Policía Nacional.  Los martes alrededor de 200 policías dejan sus armas y otro número similar las reciben por lo que el movimiento es constante en el rastrillo.

“Los policías ya conocen el proceso y lo realizan de forma rápida y con la seguridad necesaria, muchos esperan junto a la puerta para entregar su arma y de esta manera retornar a sus hogares lo antes posible, pero siempre conscientes de que deben de cuidar su arma”, indicó  Ullaguana.

Armamento

La mayoría de las armas que se guardan son las son las pistolas Glock, que entregó el Gobierno como arma de dotación a través del Ministerio del Interior, así como el fusil Ruger, los que fueron modificados para su mejor funcionamiento, pues sus partes de madera fueron reemplazadas por material sintético.

 

“El arma es una responsabilidad muy grande, muchos esperamos no utilizarla, pese a ello siempre debemos tener claro los conceptos de seguridad y prevención, por ello cuando salimos de franco el arma queda en el rastrillo para evitar cualquier inconvenientes o un mal uso de la misma”, indicó el policía Christian Castillo.

Por otro lado, Tobar recordó que existe un compromiso permanente entre el policía y la sociedad. Por ello actos como el cuidado del arma y un comportamiento adecuado contribuye a consolidar la imagen de la institución.

“Ahora contamos con los recursos necesarios, es nuestra responsabilidad cuidarlos para prolongar su vida útil, ya que es armamento adquirido con el dinero de la ciudadanía, por lo que está lista para brindar seguridad a todos los ecuatorianos”, indicó Tobar.

 


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