

Se estima que el 34% de las mujeres cuyos hijos han sido diagnosticados abandonan el trabajo para cuidarlos.
Antes de la pandemia por Covid-19, Maribel Chango atendía el bar de un colegio, en Quito. Maribel es una de las 500.000 personas – según datos del Ministerio de Trabajo– que se quedó sin empleo en 2020.
A la par, es madre de una joven usuaria de la Fundación Cecilia Rivadeneira, que atiende a niños y jóvenes diagnosticados con cáncer.
Esta institución realizó un estudio, en 2018, donde se determinó que el 34% de las madres con un hijo en tratamiento abandona su trabajo para dedicarse a los cuidados. La pandemia pudo agudizar esta realidad. Así nació el ‘Café de la Granja’.
12 madres emprendedoras
La necesidad de generar recursos y ser productivos es una prioridad en las familias que sienten el impacto del cáncer y más en medio de la Covid-19.
Por eso, la Fundación inició el proyecto Café de la Granja que se inauguró el 12 de junio de 2021 y que consiste en brindar un servicio de desayunos y platos a la carta elaborados por 12 madres con hijos diagnosticados con cáncer.
Salomé cuenta que han recibido capacitación especializada para la elaboración y servicio de comida.
“Nuestro objetivo es impulsar la vena emprendedora de estas madres de familia que tienen que luchar a diario con sus hijos e hijas diagnosticadas con la enfermedad y además enfrentar las complicaciones económicas por la pandemia“, señala la Fundación que acoge a 250 familias a nivel nacional.
Aunque ahora la atención es sábados y domingos, las madres aspiran a que el emprendimiento crezca y poder brindar este servicios más días. Para acudir es necesario hacer una reserva, al menos 48 horas antes ya que existe un aforo limitado.
