La Federación ANCAP (FANCAP) denunció que el Gobierno está desmantelando y asfixiando económicamente a ANCAP, sin realizar inversiones que permitan mantener sus activos y eliminando cientos de puestos de trabajo, lo que conducirá al cierre de áreas operativas. El gremio reiteró también, su postura contraria al aumento de combustibles”.
FANCAP manifestó su “enorme preocupación por la asfixiante situación económica del ente, que en un proceso acelerado de desfinanciamiento pasó de tener 193 millones de dólares en caja, en enero de 2020, a prácticamente no contar con fondos para comprar un embarque de petróleo y acumular en los últimos meses decenas de millones de dólares de pérdidas, situación que no se condice con el balance del primer trimestre de 2021 que refleja una realidad distorsionada”.
“Estamos convencidos que las decisiones impuestas por el gobierno en ANCAP, de claro favorecimiento a los sectores agro exportadores, repercutirán negativamente sobre todo el pueblo uruguayo, y generarán condiciones subjetivas que se aprovecharán para realizar una reforma del mercado de los combustibles eliminando el rol social, productivo y de desarrollo humano del ente”, manifestó el sindicato.
Asimismo, FANCAP expresó que “si bien el precio del crudo en los últimos meses aumentó cerca de 30%, el valor actual es similar al promedio de 2019, por lo que el aumento en pesos uruguayos del barril se debe al aumento del dólar registrado en nuestro país (devaluación)”.
El gremio de trabajadores de la empresa energética indicó que si se tiene en cuenta que el crudo incide en un 38% en el precio de los combustibles, y que en enero las naftas aumentaron algo más de 6%, “el precio de los combustibles hoy se encuentra aproximadamente en un 8,5% por debajo del valor real de 2019”.
“Queda demostrado, una vez más, la ventaja estratégica de la refinación de petróleo en Uruguay y el perjuicio a nuestra economía que hubiese causado la propuesta de depender de la importación de combustibles, ya que de configurarse dicha hipótesis, los sectores productivos, la industria, el comercio y la ciudadanía en general, estaríamos pagando un precio mayor por los combustibles con todas las consecuencias que ello conlleva”, denuncia FANCAP.
Posición contraria al aumento de combustibles
La federación reitera su postura contraria al aumento de combustibles, y si bien reconoce que el Gobierno debe tomar medidas en forma urgente para lograr un equilibrio económico del Ente, insiste en la propuesta de “bajar impuestos regresivos como lo son el IVA y el IMESI, y sustituir dicha renuncia fiscal por aumentos en el Impuesto al Patrimonio y el IRAE a las actividades productivas que tienen mayor capacidad contributiva”.
En este sentido, FANCAP manifiesta que en el primer cuatrimestre del año “las exportaciones han crecido en forma significativa en cantidad y en precio (carne, ganado en pie, celulosa, madera, lácteos, trigo), otros productos como la soja, si bien la cosecha no fue la mejor, el precio internacional está cercano a su máximo histórico, esto revela que la crisis es ajena a los ‘malla oro’, afirmación que se corrobora con el dato de que los depósitos de uruguayos en el exterior en el año 2020 aumentó en 4.000 millones de dólares (máximo crecimiento en un año desde que se tiene registro)”.
Concentración de la riqueza
El gremio de ANCAP indica que “en ese contexto de enorme concentración de la riqueza por parte de los ‘malla oro’, mientras el pueblo se empobrece, 100 mil uruguayos caen por debajo de la pobreza, se destruyen 60 mil puestos de trabajo, ajustan a la baja el poder de compra de los salarios, jubilaciones y pensiones, el Gobierno resuelve hundir a ANCAP con pérdidas superiores a 60 millones de dólares para subsidiar a la burguesía nacional, desnudando su clara concepción clasista (el único blindaje que hubo en abril, fue económico y a los malla oro)”.
“A ANCAP lo están desmantelando y asfixiándolo económicamente, sin inversiones que permitan mantener sus activos, eliminando cientos de puestos de trabajo que nos conducirá en poco tiempo al cierre de áreas operativas, al ente le están vaciando su esencia, aniquilando su rol social y productivo”, denuncia el sindicato de trabajadores de la empresa.
En tal sentido, rechazan la reestructura gerencial que realizó ANCAP, “que si bien podría justificarse a largo plazo, en lo inmediato aumenta en algún caso el altísimo sueldo de una ‘súper gerenta’, mientras el país está inmerso en una enorme crisis económica, queda claro que el impacto económico de esta acción es marginal, pero la señal política de la misma, simboliza la ‘peculiar ética de la gestión de gobierno’”.
Canasta de servicios
Por otro lado, FANCAP recuerda que ha propuesto al Gobierno, junto con la Mesa Sindical Coordinadora de Entes y el PIT-CNT, crear una “canasta de servicios esenciales” (energía eléctrica, agua potable, internet y supergás) para los miles de familias que no tienen trabajo y sufren las consecuencias de la pandemia.
El costo de dicha canasta para 200.000 familias durante tres meses sería de 60 millones de dólares, “el mismo monto del subsidio que el Gobierno resolvió darle a los sectores agroexportadores manteniendo la tarifa durante la cosecha de arroz, maíz y soja (subsidio que terminará pagando el pueblo con el mazazo del aumento de tarifas en los próximos días)”.
“Nuestra propuesta, como otras que ha realizado la Intersocial y el movimiento sindical, ha sido ignorada. Las prioridades de la coalición de Gobierno no son los pobres”, lamentó FANCAP.
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