Cantante, guitarrista, licenciada en diseño de moda y una estudiante constante. Así se define Verónica Obregón Masi, quien, desde principios de año, traspasó las fronteras de Paraguay para convertirse en la frontgirl de una banda brasileña. Hoy, conocemos su historia.
Algo que escuchamos constantemente al compartir con artistas es esa frustración al no ser tenidos en cuenta por los medios de comunicación, a pesar de que con su arte está cruzando fronteras. Y en parte, la culpa venga por salirnos del radar de artistas ‘mainstream’, aquellos que dominan los charts radiales y son los más requeridos por los programas de tv o las páginas culturales.
Aquí en la VOS siempre tratamos de ver más allá. Así llegamos a Verónica Obregón Masi, una cantante paraguaya que desde enero de 2021 es vocalista de la banda brasileña de black ambientVy Kaos. Además forma parte de la agrupación nacional Dismal por lo que va y viene a Brasil, pero con la pandemia, se vale de la tecnología para seguir con sus proyectos, respetando las medidas sanitarias en ambos países.
Vero le cuenta a la VOS que hoy en día el internet le facilita demasiado las cosas. “Mientras hablás con esa persona ambos pueden seguir trabajando y escuchando cómo van quedando las cosas. Incluso, te puede enviar el proyecto con un click y ya estás escuchando y podés ir agregando más cosas al proyecto para volver a reenviar”, afirma con mucha tranquilidad.
Si bien eso hace más ágil todo lo referente al proceso creativo, es distinto al estar compartiendo en persona, porque la vibra y la emoción son más intensas “porque ahí es donde nos encontramos”, respalda.
Sus comienzos en la música
Verónica Obregón Masi empezó a cantar desde muy niña por puro gusto. En la escuela siempre era la seleccionaba por sus profesores de música para cantar, para marcar el ritmo o el tiempo con algún instrumento. Una de esas maestras se había dado cuenta de que la música se le daba naturalmente a diferencia de sus demás compañeros a quiénes les costaba más trabajo aprender.
En su casa tampoco le falto la música. Su padre también es cantante y ejecutaba la guitarra, así que ella desde niña quería cantar para acompañarlo, y más tarde también quiso tocar la guitarra.
Su abuela le había regalado un teclado (que hasta hoy en día lo tiene) para que estudiara y su padre le inscribió en la escuela del principal formador de músicos de este país: Rudy Heyn. “Era todo un desafío cantar y ejecutar a la vez algún instrumento. Mi familia siempre me ha apoyado e incentivado”, señala Vero.
En su hogar escuchaba estilos musicales muy distintos. Desde niña veía a solistas o bandas famosas cantando en la tv (videoclips o conciertos en vivo) en diferentes lugares del mundo y quería hacer lo mismo para que su voz sea conocida. Todo era un sueño en ese entonces. Como todo niño o niña que sueña con algo; ella soñaba con ser cantante.
Pasó el tiempo y esa niña que jugaba a ser cantante pudo pararse en un escenario. Alegóricamente, su primer concierto no fue como cantante. “Fue con la banda Tercer Piso. Uno de los integrantes no podía tocar ese día, entonces Adri Camacho, quien estaba en los teclados pasó al bajo, y yo la reemplacé a ella en el teclado. Estaba ree nerviosa ese día”, recuerda.
La primera banda con la que estuvo como cantante fue Sefiroth y el primer show en vivo como cantante fue con Blasphemer pero el que ella considera su primer show importante en voces fue con Dismal, cuando abrieron el shows de los griegos Rotting Christ en Paraguay en 2019.
Más allá de la frontera paraguaya
En enero de este año le llegó la invitación para unirse a VyKaos. Kalash y Auztaroth (los integrantes de VY Kaos), ya conocían su trabajo y la consideraban una excelente vocalista. “Además, ya surgió una bella amistad con los chicos. Formar parte de una banda extranjera es una de las cosas más lindas que me están sucediendo, ya que jamás pensé o jamás fui consiente de que con mi voz podía traspasar fronteras. De hecho, hasta ahora no me lo creo”, admite Vero, todavía con algo de sorpresa y mucha alegría en sus palabras.
Actualmente están en proceso de creación de las futuras canciones, específicamente en la línea instrumental, que es fundamental en una banda de este estilo. “Ahora es donde empieza a surgir la magia. Y como ya se está volviendo cada día más común con la pandemia, todo es a través de internet, por el momento”, explica.
Igualmente forma parte de Dismal, la agrupación pionera del doom metal en el Paraguay. “Dismal me invitó a formar parte ya en el 2015, y ahora mismo hay un material que estaría listo para salir a finales de este año”, promete.
¿Hay celos? “Celos no (risas) para nada. Ambos conllevan tiempo y dedicación. Además, cada uno tiene su vida y proyectos personales ya que nadie, hasta donde sé, se dedica exclusivamente a la música y vive de eso. Así que de por ahí va más la dificultad, incluso para mí”, detalla.
En sus bandas anteriores, Vero trabajó con elementos liricos característicos del metal sinfónico un poco alejados de lo que hace Vy Kaos. Sobre la adaptación dice que mientras hacía el primer estilo mencionado, con el tiempo se fue interesando por las voces más fuertes. “Un claro ejemplo es Epica donde hay combinaciones de voces, en ese caso por distintas personas. Fue ahí donde dije: ‘Yo también quiero hacer este tipo de voz’, entonces fui buscando otros tipos de bandas donde haya guturales y fui practicando hasta que me salga”, recuerda.
Y con la práctica, salió. Así fue como se expandió a más estilos vocales y por ende a estilos de metal más extremos. Hoy en día, aplica esos conocimientos adquiridos mezclando estilos en sus canciones.
En cuanto a referentes, dice que tiene varios quienes la ayudaron a crecer vocalmente y varían desde músicos que se desempeñan en el pop hasta el metal, desde la música paraguaya hasta el rock. “Para mí es más sencillo nombrar los estilos porque si tuviera que nombrar personas o bandas la lista sería extensa”, comenta entre risas.
La otra Vero y su familia
Como ella misma lo mencionó y a pesar de todos sus proyectos, no puede dedicarse 100% a la música. Es licenciada en diseño de moda y vestuario, y está empezando un emprendimiento propio. También estudió diseño gráfico y planea aprender todo lo referente a la comunicación audiovisual. “Además de todo eso, siempre estudiando idiomas en medio, y también estoy enseñando de manera particular online para la gente que necesita”, comenta.
Vero es fanática de los videojuegos. “Me encanta jugar, desde mi niñez. En mi primera consola jugaba Mortal Kombat, tenía tres juegos de Mario y varios de Donkey Kong. Actualmente en la PlayStation 4 sigo jugando Assassin’s Creed, Call Of Duty, God Of War. En la PC juego The Witcher, en el teléfono también tengo el Call Of Duty”, relata.
Por si fuera poco, viene de una familia relacionada con el arte. Además de su padre músico, es pariente de la folclorista Marijó Obregón. “Pasa que la familia Obregón es muy extensa y ya muchos años atrás se separaron en diferentes áreas del país, así que por esa razón se dificulta un poco los encuentros o conocernos a todos”, refiere.
Sin embaro, el arte no viene solo por el lado Obregón, también por parte de los Masi. Su tío es el comunicador Bruno Masi, quien antes introducirse en los medios, incursionó en la música siendo integrante de Los Tommys, una de las orquestas más solicitadas en los años 70. “De hecho, tengo aquí su disco de vinilo guardado”, agrega.
Una parte de su árbol genealógico incluye también a los Maneglia, en donde el principal exponente es su tío cineasta: Juan Carlos, quien tiene entre sus obras a 7 Cajas, Los Buscadores y más. “El arte siempre rondó en mi vida”, resalta.
¿Todo eso representa una presión? “En realidad, es auto-presión porque yo misma me presiono para ser mejor cada día. Nunca hubo presión por parte de la familia para hacer o llegar a ser como mis parientes. Yo me auto-presiono para ser mejor, no porque ellos sean artistas”, afirma.
Las mujeres y la música
Consultada acerca de la necesidad de una ley en Paraguay que garantice el cupo femenino en los grandes festivales, Verónica cree que todos los artistas deberían acceder a esos escenarios por igual, pero si no hay otra manera de que eso cambie, entonces hay que hablar ya de la necesidad de una ley u ordenanza. “Ya que, si esa es la única vía para nosotras, se va a tener que hacer”, analiza.
“Creo que hombres y mujeres deben acceder a festivales sin necesidad de alguna ley solo para nosotras las mujeres, porque tanto mujeres como hombres tenemos la capacidad de expresarnos mediante el arte, y pedir una ley es como pedir permiso para que nosotras podamos hacer presencia en un festival. Sin embargo, si no hay otra forma, entonces pensemos en una ley u otro tipo de mecanismo”, se explaya.
Siguiendo esa misma línea de pensamiento, Vero anima a las chicas a que se suban sin temores a un escenario. “Yo siempre fui muy tímida igual que todas las chicas que de por ahí no se animan por ese motivo, de hecho, sigo siendo tímida. Pero comprendí que la vida es una sola y que no hay que esperar a envejecer para decir ‘ojalá hubiera hecho eso, que distinta sería mi vida, pero no me animé’”, exhorta.
Verónica Obregón Masi, cierra diciendo a las mujeres que no deben temer el perseguir sus sueños, que habrá miles de tropiezos y dificultades, pero que siempre deben creer en sí mismas. “Levantarse y seguir porque nadie hará todo eso por ustedes. Se debe hacer por uno mismo. Y no dejen que nadie les diga ‘no’ o ‘nunca vas a poder’ es ahí cuando con más fuerzas deben luchar, pero no para demostrarles a todos que sí podías, sino para demostrarte a vos misma que podes y que no hay límites”.
FUENTE LA NACIÓN
Por: Luis Ríos
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