TALCA – PRENSAMERCOSUR: Con 34 y 44 años de servicio respectivamente, Irene Esquivel y Patricia Núñez, se marchan este fin de mes a iniciar una etapa distinta en sus vidas y lo hacen, recibiendo todo el cariño, la gratitud de sus colegas y amigos.
Muchos son los momentos y las anécdotas, que las personas pueden atesorar en sus vidas laborales. Muchos también, los afectos y los detalles que pasan a formar parte de esa biografía no literaria que va surcando los tiempos, las edades y guardando las memorias que en definitiva constituyen la historia.
Así ocurre con Irene Esquivel Cornejo y Patricia Núñez Rivas, funcionarias de la Sucursal Curicó del IPS Maule, quienes este fin de mes, dejarán sus labores después de 34 y 44 años de servicio respectivamente. Ambas fueron homenajeadas por sus colegas con un almuerzo de camaradería, cuyo sentimiento más profundo fue decirles “gracias”.
La actividad, encabezada por el Director Regional (TP), Waldo Quevedo Araya, contó con la presencia de todos sus colegas, la abogada regional y la jefe de la Sucursal Cauquenes, entidad donde Irene cumplió servicios por 12 años, antes de trasladarse a Curicó a fines del 2012.
El portavoz de Curicó, fue el jefe de la Sucursal, Iván Bustamante, quien en emotivas palabras agradeció el trabajo y el compromiso de ambas colegas. Hubo también, obsequios para testimoniar la cariñosa despedida a las homenajeadas y el reconocimiento a sus trayectorias, llegó en la forma de un galvano institucional que les fue entregado por el Director Regional.
“La historia de nuestra institución, su riqueza, su experiencia, ustedes la vivieron y este es el momento de sentimientos encontrados, por una parte la alegría de irse después de haber construido con su esfuerzo una historia y por el otro, la pena de dejar a las personas, los lazos cotidianos, porque el cariño permanece y acorta las distancias. Me corresponde expresarles el agradecimiento de la institución, por todo lo entregado, por los momentos en que ustedes contribuyeron a que el IPS sea lo que hoy es, y también, las disculpas por los momentos de ingratitud. La institución sigue abierta y a disposición de ustedes, en nombre del Director Nacional, mío y de la región, les expreso el cariño y la gratitud de una institución que busca por sobre todo valorar la calidad de las personas” expresó Waldo Quevedo.
Dos Mujeres, dos historias
Con 34 años de servicio, Irene Esquivel Cornejo, se aleja con nostalgia: “Me voy satisfecha, no fui una funcionaria común y corriente, hice muchas cosas por la institución y las hice bien. Siento que es una etapa cumplida en mi vida, me alejo con algo de incertidumbre porque al jubilarse cambia mucho la vida, principalmente en lo económico, pero también con alegría y cariño por una institución que me ayudó para educar a mi hijo, tener mi casa y gozar ahora de mi nieto”, comenta.
De sus años laborales, 18 los cumplió en Santiago, 12 en Cauquenes y los últimos 2 en Curicó. Dice que de ese largo camino laboral, fue el 27/F, lo que marcó con mayor fuerza sus recuerdos. “El Terremoto fue lo más impactante de estos años, estaba en Cauquenes y nuestra oficina desapareció… fueron días terribles, pero en la época teníamos un director regional muy preocupado de su gente y eso se agradece” subraya.
Convertida en madre, abuela y protectora de los animales, Patricia Núñez Rivas, recuerda con alegría su ingreso al ex Servicio Seguro Social en Lontué, hace 44 años. “Era muy jovencita y el jefe de la época, un señor excelente, me dio una circular para transcribir… yo no sabía escribir a máquina ni lo que era ese tipo de documentos… demoré 3 días en hacer el trabajo, sufrí no imaginan cuánto y al terminar, se lo llevo a mi jefe y él me dice, que en realidad no lo necesitaba, pero que me lo encargó para que aprendiera…”.
Lección que le valió, para despegar en un camino que cuatro años más tarde, la llevaría a Curicó, donde desarrolló el resto de su vida laboral. “Jubilar es un sentimiento muy emocionante porque son tantos años en el servicio, siempre digo, debo dar gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de trabajar en ésta, una gran institución, donde uno va creando lazos de cariño y amistad. En el balance prevalece lo positivo, lo mucho que aprendí y entregué. Me voy agradecida y feliz de haber pertenecido a ella”.
Luz Eliana ( Periodista ).
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