¡No al estigma de la Bipolaridad! – 30 de Marzo Día del TAB
El trastorno afectivo bipolar (TAB) afecta a más de 30 millones de personas en todo el mundo y está entre las 20 causas principales de discapacidad. Hasta el 2% de la población tiene un trastorno bipolar en algún momento de su vida.
El trastorno afectivo bipolar (TAB) es igualmente común en hombres y mujeres, y afecta a personas de todos los orígenes sociales y étnicos. El riesgo de desarrollar un trastorno bipolar es mayor en los adultos jóvenes, la mayor parte de todos los casos, por lo menos, iniciando antes de los 25 años de edad.
El estigma relacionado a esta enfermedad, hace que muchas personas se aíslen y pierdan valiosas oportunidades de disfrutar en la vida, de progresar y desarrollar un grupo social saludable.
La experiencia de la mayoría de las personas con el TAB es la de encontrar que una vez diagnosticados muchos amigos y familiares tratan de evadir el tema, de no hablar de eso, o minimizar el problema
La falta de conocimiento y el temor de las personas muchas veces agravan su situación; por eso es importante que la población en general conozca de estos temas.
Una encuesta, refleja que el 16% de personas asume que no viviría con alguien que padece un trastorno bipolar y el 31% duda de si trabajaría con esa persona.
Un médico diagnostica trastorno bipolar pidiendo al paciente describir sus patrones de síntomas (depresión y aceleración). El tratamiento para el trastorno bipolar tiene que ser efectivamente tratado para ambos episodios (depresión y aceleración); También es importante prevenir que los episodios se repitan. El tratamiento para el trastorno bipolar por lo general incluye el uso de medicamentos en combinación con intervenciones psicosociales, como la terapia cognitiva.
La mayoría de las personas con TAB está en condiciones de trabajar y desarrollar un ritmo de vida similar al de quien no lo padece. Pero existe una barrera impuesta por el estigma y los prejuicios hacia la bipolaridad y la autocensura de la persona, que duda de su capacidad para afrontarla. De ahí a la exclusión social no hay más que un paso.
Sin embargo existen muchas personas que pueden ser muy productivas laboralmente, ya sea en un equipo de trabajo que apoye al compañero en las buenas y en las malas, o muchos, utilizando su creatividad en las artes, como pintura, escritura, música, artistas, etc. o en el liderazgo ya sea como presidentes de un país, u otros cargos de responsabilidad.
Ser consciente de que alguien sufre la bipolaridad no implica un cambio radical en el trato hacia esa persona. Por esa razón, las campañas de apoyo a quienes la tienen inciden en la importancia de hablar y escuchar sobre el tema.
Según la OMS, el estigma por razón de la bipolaridad es un problema global y la lucha para erradicarlo tiene que ser una prioridad en cualquier sociedad democrática y libre. Aspectos como ir al psicólogo o al psiquiatra no deberían ser motivo de vergüenza ni tabú.
Debemos como sociedad toda terminar con el rechazo a personas con TAB. Posiblemente con el correr de los años será algo más y más común. Un problema como el TAB no desaparece con darle la espalda. Mañana puede tocarle a la mejor familia.
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