Sindicato de profesores donará $ 5.000 a expresos de Guantánamo

La Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (ADES) de Montevideo, resolvió “realizar un aporte solidario de $ 5.000 para los compañeros liberados de la cárcel de Guantánamo”, según consta en la resolución de la última asamblea realizada el pasado 24 de febrero.

 

Julio Moreira, dirigente del gremio, dijo a El Observador que se trata de un “aporte simbólico” para ayudar a los exreclusos. Señaló que no es más grande porque se trata de un sindicato chico sin mucha capacidad económica.

 

Desde que arribaron a Uruguay en diciembre del año pasado, los seis expresos de Guantánamo viven en Montevideo en una casa del PIT-CNT. La central sindical se encargó, también, de ayudarlos con la enseñanza del idioma español y de todos los gastos, como la comida, un vehículo y trámites de salud.

 

Desde el principio los dirigentes de la central sindical manifestaron que la ayuda sería hasta que vinieran sus familias.

 

Sin embargo, en febrero todavía no habían rastros sobre la familia de los exreclusos y el PIT-CNT comenzó “su retirada”, dijo en aquel momento a El Observador el dirigente Fernando Gambera.

 

En esos días, el semanario Búsqueda informó también que el gobierno había acordado el traspaso del programa de reinserción al Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedu), que representa al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Uruguay. Ese programa establece el pago de una partida de $ 15.000 a cada uno de los exreclusos hasta que consigan trabajo.

 

En ese marco, varias empresas le han ofrecido trabajo, pero los hombres venidos de Guantánamo no han querido aceptar, dado que no se siente aptos para hacerlo. Las barreras que encuentran no son solamente idiomáticas, sino también culturales.

 

“Nosotros sentimos que salimos de una prisión y entramos en otra. Está limitado lo que podemos hacer. El pueblo uruguayo mostró un corazón grande al recibirnos, pero recibir no es suficiente, hay que tener un plan para ayudar a construir las vidas y el futuro. La idea es que los gobiernos preparen eso, no solamente recibirlos”, señaló días atrás uno de los expresos, Abu Wael Dhiab.

 

A su vez, los exreclusos también exigen al gobierno de Estados Unidos que se haga cargo de ellos y señalan que el gobierno americano tiene la obligación moral de ayudarlos.

 

El Observador