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Sáb. Nov 2nd, 2024
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PEKIN.- El imprudente e insólito mensaje por Twitter de anteayer de la presidenta Cristina Kirchner tuvo repercusiones en decenas de los más grandes medios de prensa del mundo. 
 
Pero ayer explotó en las redes sociales de China cuando la noticia se trasladó a Weibo, la red equivalente a Twitter en este país. Cientos de usuarios y cibernautas chinos se manifestaron indignados con la jefa de Estado que visitó tres días esta ciudad en busca de inversiones y negocios y que partió hace pocas horas de regreso a Buenos Aires, con escala en Marruecos.
 
Consideraron sus tuits “ofensivos” hacia los orientales que hablan español al ironizar sobre “la campola”, el “aloz” y el “petlóleo” (Cámpora, arroz y petróleo).
 
“Los de países pequeños no tienen cabeza”, decía un usuario, según tradujo la agencia EFE en un despacho emitido esta mañana. O “para pedir dinero, sí que quieres venir (a China) hasta en silla de ruedas”, comentaba otro usuario.
 
Los periodistas locales, a medida de que se enteraban, no salían de su asombro y comentaban a sus colegas argentinos: “Es una falta de respeto, una ofensa, se interpreta como una burla”.
 
Muchos se enteraron sólo hoy. Es que los diarios chinos, controlados por el Estado y por el gobierno de Xi Jinping, no se hicieron eco del inexplicable error diplomático de la Presidenta, cometido justo después de firmar con Xi una en el Palacio del Pueblo una ratificación de la “alianza estratégica integral”, negocios millonarios sin licitación para empresas chinas en la Argentina convalidados por un tratado aun sin aprobación legislativa, y 15 convenios de inversiones entre ellos en energía nuclear por 13.000 millones de dólares.
 
Pese a que los chinos tienen prohibido el acceso a Twitter, los mensajes de Cristina se viralizaron por Weibo rápidamente. Las redes sociales ya desbordan a los medios tradicionales.
 
Luego de clausurar anteayer un foro de empresarios en Pekín la Presidenta publicó en Twitter un polémico comentario que se propagó a todo el mundo: “Más de 1.000 asistentes al evento ¿Serán todos de “La Cámpola” y vinieron sólo por el “aloz” y el “petróleo”? (sic)”.
 
Eso fue considerado por los tuiteros y periodistas chinos como una burla al acento de los orientales que hablan español y reemplazan la “r” por la “l”.
 
En papelón presidencial generó alarmas en la Cancillería y en la Casa Rosada por el impacto negativo que pudiera tener en la nueva “alianza estratégica integral”. Tantos meses y años de diplomacia para empañarlos por un tuit no era lo que se esperaba.
 
Hubo cierto alivio cuando se comprobó que ningún diario chino, de los controlados por el régimen de Xi Jinping, se hizo eco de la noticia. Incluso el China Daily consignaba la visita de Cristina Kirchner, que obtuvo todos sus objetivos comerciales, pero omitió la mención al tuiter.
 
Solo citó el fallido tuit, críticamente, el South China Morning Post, un diario de Hong Kong, escrito en inglés y muy leído en toda china por ser tan independiente que su página web está también censurada por el gobierno de Xi Jinping.
 
En rigor este diario desencadenó la viralización en la red Weibo, que usan todos los chinos que no quieren pagar un servicio de VPN para sortear la censura oficial a Twitter, Facebook, Google y otras miles de páginas.
 
La Cancillería de la República Popular China y el gobierno de Xi Jinping pasaron por alto el exabrupto de la Presidenta y no evitaron la confrontación. Sucede que el interés superior chino es invertir y cerrar la mayor cantidad de negocios en Argentina con un gobierno que saben que finaliza en diciembre próximo pero puede dejarle contratos y adjudicaciones a su sucesor, que quedaría condicionado por demandas futuras de incumplimientos de convenios.
 
La paciencia oriental, y la conveniencia económica, hizo mucho para pacificar los ánimos. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hong Lei, dijo en rueda de prensa, que “cada país tiene sus prácticas en la administración de internet. Eso queda dentro de la soberanía del país”.
 
Un funcionario de la Cancillería china, que acompañaba a las delegaciones ayer, dijo a La Nacion: “No leí el Twitter”. En cambio, a otros cronistas de su país les admitió “que ya sabíamos y no hay ningún problema”.
 
Las repercusiones por la red Weibo, en cambio, fueron la comidilla de los periodistas locales, de la prensa escrita y audiovisual, que no tienen posibilidades de informar más de lo que le permite el régimen comunista.
 
Uno de los usuarios chinos bajo pseudónimo aleccionó a la Presidenta con una reflexión sarcástica: “No debemos juzgar a los que tienen acento, porque eso supone que saben más de un idioma y tú no lo has demostrado. Así que no tienes derecho a reírte”, dijo, según tradujo EFE.
 
Otro internauta pidió enardecido: “Por una vez, tendrían que desbloquear Twitter para que podamos insultarle directamente”. Pero por ahora deberá conformarse con pagar otros programas de VPN para disimular el IP de su computadora y sortear la censura.
 
Otra polémica desopilante se desató con el habla de otros vecinos de la región. “Cristina (Fernández) no ha visto a un japonés hablando en español”, dijo un ciudadano. Un segundo le respondió: “¿Y los coreanos?”.
 
La Presidenta no hizo ayer ninguna aclaración y sólo se abocó a terminar su visita de Estado con dos reuniones protocolares con el primer ministro chino, Li Keqiang, y con el presidente de la Asamblea Nacional Popular (Parlamento chino), Zhang Dejiang.
 
Sin embargo, ayer pretendió suavizar su controvertido tuit con otro: “Sorry (perdón). ¿Sabes qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor. Sino (sic, debió decir “si no”, separado) son muy, pero muy tóxicos”.
 
El South China Morning Post, de Hong Kong, muy leído en China por ser un diario independiente, tituló la noticia de manera risueña: “Lice and petloleum’: Argentina’s president mocks Chinese accent as she meets Xi Jinping. Traducido: “Aloz y petloleo”: la presidenta argentina se burla del acento chino luego de reunirse con Xi Jinping.
 
FUENTE MARIANO OBARRO / LA NACIÓN

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