La empresa Agrofuturo fue habilitada para iniciar la producción industrial de cannabis con estrictos fines médicos y de investigación. La legislación chilena considera que se trata de una “droga dura”.
Las autoridades agrícolas de Chile autorizaron, este miércoles, a una empresa local para que avance en el cultivo de marihuana con fines medicinales y de investigación, que será la segunda siembra de este tipo en el país.
Una resolución del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) autorizó a la empresa Agrofuturo “la siembra, plantación, cultivo y cosecha de Cannabis sativa, bajo el estricto cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias”, indicó un comunicado del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG).
Este emprendimiento se convertirá en el segundo de su tipo en Chile, luego de que en octubre se comenzara a sembrar marihuana bajo la tutela de un municipio del sur de Santiago. Autorizada con el fin de elaborar aceite de cannabis, esta primera siembra fue el primer cultivo medicinal autorizado de América Latina.
Agrofuturo iniciará “la producción industrial de cannabis medicinal e investigación aplicada al proceso productivo para la comercialización nacional e internacional”, pero no podrá realizar “la reproducción de plantas o multiplicación de semillas de especies del género cannabis”, explicó el SAG.
Esta segunda siembra de marihuana se realizará en instalaciones de Agrofuturo en la comuna de Los Ángeles, ubicada en la región del Biobío, a 550 km al sur de Santiago.
“Hoy culmina el primer paso para este emprendimiento, que lleva más de cinco años. Es el comienzo de una nueva etapa para nosotros y estamos seguros de que será un aporte para la salud de las personas”, dijo Álvaro Gómez, gerente general de la empresa.
Gómez no dio a conocer detalles del lugar de siembra de marihuana ni de cuándo comenzaría.
Agrofuturo se dedica a la comercialización de fertilizantes, además de la importación y venta de artículos de innovación tecnológica, según su página web. La empresa había logrado el permiso para iniciar el cultivo de cannabis en 2011, pero le fue inmediatamente revocado por el Instituto de Salud Pública (ISP), que rechazó el uso de la marihuana para la fabricación y comercialización de productos.
La legislación chilena considera la marihuana como una droga dura, castigada con las máximas penas. Sin embargo, la presidente Michelle Bachelet se ha comprometido a rebajar la marihuana de droga dura a droga blanda.
Un sondeo reciente publicado por el diario local La Tercera estableció que dos de cada tres jóvenes chilenos están de acuerdo con la despenalización de la marihuana. Además, reveló que sólo un tercio de los consultados considera que se trata de un cultivo “dañino”.
Infobae – AFP
Foto: AP
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