El fenómeno seguirá hasta esta noche de hoy. Podría afectar las comunicaciones por radio, las señales de GPS y el voltaje eléctrico.
Una imagen de rayos X de las llamaradas solares en el centro del sol capturada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA muestra la luz en la longitud de onda de 131 Angstrom, que suele ser coloreada en verde azulado
Dos tormentas solares están afectando la Tierra desde anoche y hasta la noche de hoy, según informó el Centro de Predicción de Clima Espacial estadounidense, que no prevé perturbaciones mayores en la red eléctrica y en las comunicaciones debido a este fenómeno.
Dado el nivel de intensidad geomagnética esperado, estas tempestades “podrían provocar algunos problemas en las comunicaciones por radio y las señales de GPS, así como irregularidades en el voltaje de la red de distribución eléctrica en las latitudes norte de Estados Unidos”, precisó Thomas Berger, director del centro.
Sin embargo, los efectos serán “manejables sin producir perturbaciones mayores en la red eléctrica”, agregó el funcionario en conferencia de prensa.
Las tormentas son resultado de las eyecciones de masa coronal en la superficie del sol, la primera ocurrida la noche del lunes y la segunda, de mayor intensidad, el miércoles a las 14:45, hora local.
Estas eyecciones proyectan el plasma ionizado hacia el espacio a gran velocidad, lo que produce una interferencia con el campo magnético terrestre, provocando tormentas magnéticas.
Ambas eyecciones que -raro para su potencia- fueron muy próximas en el tiempo, sucedieron en la misma zona del sol, en el centro del disco, y las dos fueron dirigidas directamente a la Tierra, precisó Berger.
Por esta razón “no podemos excluir (la posibilidad de) una mayor intensidad de estas tormentas solares, sobre todo en las regiones polares, donde las interacciones con el campo magnético terrestre son más fuertes”, agregó.
Estas dos tempestades también deberían producir auroras boreales espectaculares en el norte de Estados Unidos y en Canadá esta noche.
En 2012, una fuerte tormenta solar casi alcanza la Tierra. Si lo hubiera hecho, podría haber perturbado seriamente todas las redes eléctricas y “reenviado a la civilización contemporánea al siglo XVIII”, reveló en julio la NASA.
El organismo estima que el impacto de una tormenta como la de 1859 -conocida como “evento Carrington”- costaría a la economía mundial dos billones de dólares y provocaría daños a una escala sin precedentes si se produjera hoy, en un mundo enteramente dependiente de la electricidad y la electrónica.