Un promedio de $ 40 mil semanales eran sustraídos de cajeros automáticos de Quito, por una presunta banda de clonadores de tarjetas que fue desarticulada la noche del martes por la Policía Judicial y la Fiscalía.
En la operación se allanaron cuatro viviendas en las que se detuvo a cinco personas de nacionalidad colombiana que, de acuerdo con la investigación, formaban parte de la banda.
En las viviendas se encontraron 200 tarjetas de crédito y débito. También tarjetas de compra de supermercados con las que elaboraban los clones que servían para los robos.
Un agente de inteligencia explicó que en las ranuras de los cajeros automáticos se colocaba un dispositivo llamado skimmer para obtener datos de las bandas magnéticas.
Adicionalmente, se instalaba una minicámara que grababa las contraseñas de las víctimas. Con esta información en una notebook armaban una nueva tarjeta y realizaban los retiros, en el norte de la ciudad.
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