Tras cuatro días internada en un hospital las autoridades le quitaron la custodia federal a Rosa Verduzco, detenida por ser la dueña de un hogar donde cientos de menores vivían en condiciones infrahumanas.
Además de la liberación de “Mamá Rosa”, una octogenaria que recibió diversas expresiones de apoyo, las víctimas comenzaron a ser trasladadas a albergues del Gobierno.
Verduzco permaneció cuatro días a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR), pero luego de que las autoridades le quitaran la custodia federal sus familiares pudieron ingresar a visitarla al hospital San José.
La mujer fundó el establecimiento “La Gran Familia”, ubicado en el municipio de Zamora (estado de Michoacán), hace unos 60 años. Allí, entre cucarachas, chinches y toneladas de basura vivían aproximadamente 600 personas.
La mayoría era menores presuntamente obligados a pedir limosna, y eran castigados con encierros sin alimento en una especie de mazmorra llamada “Pinocho”.
Desnutrición, dermatitis, gastroenteritis y convulsiones son algunos de los padecimientos que sufren los internos, de acuerdo la secretaría de Salud estatal.
En el operativo efectuado el martes pasado por la Policía y el Ejército a raíz de cinco denuncias de secuestro, Verduzco y ocho trabajadores del internado fueron detenidos, pero “Mamá Rosa” sufrió un cuadro de presión alta y fue trasladada de inmediato hacia un hospital de Zamora.
“Amigas de la mujer anunciaron que (…) se le había retirado la custodia que tenía en el hospital (…) y que a partir de ese momento quedaba en libertad”, aseguró el diario Reforma.
El abogado de Verduzco, Chistian Hellinger, “confirmó que seis de los ocho trabajadores detenidos” fueron encarcelados el sábado en un penal de la ciudad de Tepic, en el estado de Nayarit, dos de ellos acusados de “violación”.
Las dos personas liberadas son maestras del internado, que contaba con registro oficial como escuela primaria y secundaria.
“La labor del albergue en su momento fue buena” pero ahora la señora tiene 80 años y “en el camino perdió un poco el control”, expresó Tomás Zerón, titular de la Agencia de Investigación Criminal de la fiscalía. Años atrás, Verduzco llegó a recibir en el internado visitas de presidentes mexicanos.
Cubriendo sus rostros con sábanas, un total de 161 niños y seis adultos del internado fueron los primeros en salir el sábado.
“Vamos a darles un lugar digno donde puedan estar viviendo con mejores condiciones y oportunidades”, señaló Laura Vargas, titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en una conferencia efectuada el sábado en el patio del internado.
El resto de los internos, más de 300, serán trasladados la próxima semana con la intención de reubicarlos con sus familias, que en su mayoría fueron empujadas por la miseria a dejar en esa casa hogar a sus hijos y familiares, algunos desde que eran bebés, aseguró la funcionaria.
Muchos nunca han salido a la calle
Desde el día del operativo, funcionarios del DIF y activistas han atendido y entrevistado a centenares de internos y descubrieron que algunos de ellos nunca han salido de ese lugar por razones aún no aclaradas.
“Hay muchos (adultos) que no han salido (…) para ellos se buscará la forma de capacitarlos y darles trabajo”, dijo en la conferencia el gobernador de Michoacán, Salvador Jara.
Familiares han declarado que Verduzco llegó a pedir dinero a las familias para poder visitar a los internos, y que registraba como hijos propios a los bebés que nacían en su centro.
Una de las personas que nunca han salido es Teresita del Niño Jesús Verduzco -el apellido de la directora-, cuya madre sordomuda la tuvo hace 16 años en el albergue y que nunca se atrevió a escapar por posibles represalias.
“Quisiera salir porque yo quiero aprender más de la vida”, dijo entre lágrimas la adolescente.
Desde su hospitalización Verduzco estuvo vigilada por agentes de la Policía Federal, quienes abandonaron el hospital durante la noche del viernes.
Apoyo constante y férreo a “Mamá Rosa”
Desde que se dieron a conocer las detenciones en “La Gran Familia”, “Mamá Rosa” ha recibido expresiones de férrea defensa de intelectuales de la talla del premio Nobel de Literatura francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, y la mexicana premio Cervantes Elena Poniatowska.
Una carta con sus firmas y las de otras figuras mexicanas como el escritor Juan Villoro y la periodista Lydia Cacho, autora de trabajos sobre pederastas, y el historiador y ensayista Enrique Krauze, fue dirigida el jueves al Gobierno para exigir el reconocimiento de “Mamá Rosa” como notable altruista.
Todos ellos sostienen que son más los beneficios que daños los que han recibido varias generaciones de internos.
Infobae – AFP
Foto: AP
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