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Jue. Nov 21st, 2024
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Ocurrió en la Triple Frontera. El hecho es atribuido a un grupo criminal brasileño. Cómo era la excavación que demoró más de un año. El millonario monto que fue salvado
Los investigadores de Ciudad del Este respiraron aliviados. Es que frustraron uno de los mayores golpes delictivos en la historia de su país, aunque no consiguieron detener a ningún miembro de la banda brasileña Primer Comando de la Capital (PCC), a la que se atribuye el arriesgado método de robo.
 
El grupo delictivo comenzó hace ya un año con una profunda excavación que alcanzó los 300 metros y que tenía como objetivo los 100 millones de dólares que guardaba en su bóveda la empresa de seguridad Prosegur, en la caliente zona de la Triple Frontera.
El jefe de Investigación de Delitos de Ciudad del Este, Baldomero Jorgge, contó que en la madrugada del lunes fueron alertados del hallazgo de un boquete subterráneo en el piso del estacionamiento de la sede de Prosegur en Ciudad del Este. “Había una protuberancia en el piso, con cierta abertura pequeña”, reveló.
 
El túnel comenzó en una lujosa casa, que se encuentra a aproximadamente 500 metros de la sede de la compañía transportadora de caudales. “Es como una casa a estrenar sin amoblamiento”, describió el comisario Jorgge. La casa fue adquirida por un ciudadano brasileño que logró escapar y que las autoridades paraguayas creen que se refugia en la amplia red de colonias brasileñas en esa ciudad paraguaya.
 
En una de las habitaciones de la casa, donde había solo colchonetas y herramientas de labranza, se encuentra el pozo que da inicio al túnel de 300 metros. Es de unos siete a ocho metros de diámetro y está tapado con el piso de losa.
 
Juan García, subcomisario de Alto Paraná estimó que se trataba de un “trabajo de más de un año, que le llevó a esta gente terminar y llegar al predio de la empresa”. Según estimó el investigador, la banda invirtió alrededor de un millón de dólares para el gran golpe. “Sólo la casa que compraron cuesta u$s300.000; a eso hay que sumarle las herramientas que compraron, como oxígenos, picos, gatos hidráulicos de gran potencia”, manifestó García.
 
García también hizo referencia a lo que se asemejaba a una oficina dentro de la excavación: “Era una parte de un túnel que tenía dimensión más grande”, puntualizó. “Tuvieron que trabajar ingenieros, por la precisión del túnel, que tuvo la misma profundidad y la misma dimensión en todo el trayecto”, refirió y agregó que “estos no eran excavadores de pozos comunes” y sugirió la posibilidad de que del proyecto hubieran participado mineros.
 
 
FUENTE INFOBAE

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